La imposibilidad de pago con tarjeta, una traba que con frecuencia se da en los comercios «chicos»
Desde distintos estamentos gubernamentales (Nación, Provincia y Municipio) se insiste en forma constante que en el marco de la actual situación que se atraviesa se debe salir solo en caso de necesidades extremas como ser realizar las compras de alimentos. Y en relación a las compras, se recomienda hacerlas en los lugares cercanos (almacenes, verdulerías, carnicerías, etc.) evitando, dentro de lo posible desplazarse hacia centros comerciales y supermercados distantes.
Surge en medio de este escenario, al menos en nuestra ciudad, un detalle que complica a muchos que quieren respetar dichas indicaciones.
Hay una gran cantidad de pequeños comercios que no reciben pagos con tarjetas (de crédito o débito). Directamente no tienen posnet y solo aceptan el pago en efectivo.
Esto obliga a muchos a tener que buscar, aún a mayores distancias, quienes reciban dicha modalidad de pago para poder hacer sus compras, lamentando incluso no poder hacerlo en su barrio.
A esto se suma el hecho de que los jubilados con la mínima y beneficiarios de AUH tienen un descuento del 15% en las compras con tarjeta de débito por lo que, obviamente tratan de hacer sus compras con el «plástico» para obtener ese beneficio.
Hace tiempo, un año para ser más precisos, la AFIP dispuso la obligatoriedad de tener Posnet en comercios y prestadores de servicios advirtiendo incluso severas multas para quienes incumplieran con dicha normativa
Aún hoy día, son muchos los que le escapan a la utilización del posnet, lo que genera perjuicios para los clientes que sí o sí tienen que abonar sus compras con dinero en efectivo, pero a la vez los hace a ellos perder ventas…y clientes…
En épocas donde es cada vez más común el uso de canales electrónicos para realizar pagos, compras y demás operaciones, resulta inadmisible que existan comercios que no se adecuen a lo establecido por la AFIP que, por otra parte, evidentemente no ha controlado el efectivo cumplimiento de la normativa.
Más allá de la parte legal, en época de «cajas flacas», tiempos que apremian y una inseguridad que obliga a no llevar nada de valor y menos dinero, es incomprensible esta modalidad de no aceptar pagos con tarjetas.

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