Un concurso de baile fue el protagonista del acto oficial por el Día de la Diversidad Cultural
Este jueves, en alusión al Día del Respeto por la Diversidad Cultural se concretó el acto oficial en el gimnasio del Colegio «Santa Rosa de Lima».
El acto, tuvo diferentes expresiones artísticas encolumnadas en una puesta en escena, simulando un concurso de baile, donde alumnos de la institución y del Colegio «Emilio Lamarca», representaron géneros musicales de distintas partes de Latinoamérica, mientras que un jurado, «evaluó» su performance.
Previo a las representaciones alusivas, el Padre Pablo Etchepareborda, cura párroco de la Iglesia «San José, realizó una evocación en relación a la fecha: «Es muy importante descubrir algunas cuestiones que son interesantes, todos somos diversos y todos tenemos que respetarnos.
Antes se pensaba un mundo con personas más diversas que otras y también más unificadas que otras. Por eso, los pueblos originarios tienen su raíz cultural propia que estamos rescatando, pero no por acentuar esta diversidad, tenemos que dejar lado otras diversidades.
Creo que el principio de todo esto, es que todos somos diversos, pero todos somos humanos. Todos somos humanos y esto nos identifica. Todos somos de género humano y nos da la capacidad a todos de tener un corazón amplio para poder descubrirnos y conocernos y en la diversidad buscar la unidad.
Para lograr la unidad, tenemos que respetar las diversidades. La unidad no va a poder ser más uniformar, ni unificar sometiendo a los demás», expresó.
«Tenemos una deuda con los seres humanos para la construcción de un mundo mejor»
Luego, quien se refirió a la fecha, fue la directora del nivel Secundario del Colegio «Santa Rosa de Lima», Adriana Arana, en una alocución signada por lo que está ocurriendo en estos momentos en el mundo: «es un día especial y tiene muchas aristas en distintas perspectivas.
Si lo vemos desde el lado de la historia, es uno de los hechos más importantes de la historia de la humanidad, que hizo que cambie de una edad histórica a otra. El mundo se transformó totalmente.
Un 12 de octubre de 1492, se descubrió un nuevo continente, muchas cosas pasaron. El mundo se transformó porque miles de productos de América, una América rica, invadieron el mundo.
Muchas otras cosas tristes pasaron también, hubo pueblos que vieron su cultura, en cierta forma, diezmada y sufrieron en carne viva. Pero esta es la historia y los hechos históricos no se pueden mirar ni con ideología, ni con subjetividades. Es necesario que no nos convirtamos en jueces de la historia.
Hoy es un día en el que el mundo entero está sufriendo y pienso que nosotros como educadores, como autoridades, tenemos que hacer un alto en el camino y pensar qué estamos haciendo con nuestra humanidad.
Desde la conquista de América hasta aquí, el hombre continuó siempre con los mismos objetivos: el poder, la economía, la ideología, pero no hemos progresado demasiado.
Sí tenemos avances en la ciencia, en la inteligencia artificial, pero tenemos una deuda con los seres humanos para la construcción de un mundo mejor.
Cada uno de nosotros, hacemos nuestro trabajo desde un lugar con mucha fe y mucha esperanza para reconstruir ese mundo que espera algo de nosotros.
Yo quiero dirigirme, especialmente a la humanidad, al corazón de las personas. Quiero pensar que estos espacios donde tenemos muchas escuelas que nos acompañan con sus directivos y autoridades, sirva para hacer un alto para pensar en qué podemos hacer, el mundo espera que algo hagamos. Yo sé que a veces estas cuestiones parecen quimeras imposibles, pero nosotros, ciudadanos balcarceños, educadores, padres, todos tenemos una responsabilidad.
Entonces, yo los invito, cada uno hoy abrió los ojos, se despertó y tiene un lugar en la creación para hacer algo. Todos tenemos un hijo que necesita que lo abracemos, un abuelo en la familia que quiere que lo visitemos, una ciudad que espera de nosotros una mayor intervención, un país que necesita unirse para salir adelante y el mundo está esperando que nos abracemos con los ojos del corazón, de la tolerancia, que sembremos la semilla de la empatía.
No podemos seguir viviendo en un mundo donde hay personas que se va trasladando de un lugar a otro, buscando exactamente eso: un lugar.
Otros que se quedan para defender a su familia, continentes enteros en luchas privadas y nosotros que nos quejamos bastante de lo que vivimos, pero tenemos una patria grande, un lugar en el mundo y cada uno de nosotros, un espacio en la creación.
Así que todos juntos, pensemos hoy en el pasado que nos debería alumbrar para tener un futuro mejor. Abramos nuestro corazón y seamos cada día más humanos», finalizó.
Tras los discursos del acto protocolar, llegó la hora de las representaciones artísticas, donde alumnos del Colegio «Santa Rosa de Lima» y del Colegio Parroquial «Emilio Lamarca», llevaron a cabo un número artístico, simulando un concurso de baile. Hubo un jurado que puntuó cada actuación, donde los chicos bailaron géneros musicales representativos de diferentes partes de Latinoamérica.