El corazón solidario del Centro de Día Arco Iris sigue latiendo con fuerza
El Centro de Día Arco Iris, que brinda atención a personas con discapacidades severas, atraviesa dificultades económicas que se agravan por la inflación y los retrasos en los pagos estatales. Para sostener su labor diaria, la institución lanzó una campaña de socios que permite colaborar con aportes únicos o permanentes. "Nos gratifica ayudar. Sentimos que estamos haciendo algo para que esta comunidad crezca", expresó a El Diario María Laura Troppiani, presidenta de la entidad.
UN TRABAJO SILENCIOSO, PERO FUNDAMENTAL
En un contexto adverso para las instituciones sin fines de lucro, el Centro de Día Arco Iris continúa desarrollando una labor tan invisible como esencial: brinda atención, contención y actividades terapéuticas a veinte personas adultas con discapacidades severas. La tarea requiere del compromiso cotidiano de profesionales y voluntarios, pero también de un sostén económico constante que se vuelve cada vez más difícil de conseguir.
"La situación del Centro es como la de todas las instituciones: complicada", sintetizó María Laura Troppiani, actual presidenta de Arco Iris. Si bien la Provincia cumple con los pagos del régimen de IOMA según la cantidad de concurrentes, los depósitos muchas veces llegan con demoras de hasta dos meses. "Nos pagan todo junto, pero fuera de término, y además los montos están muy desactualizados", señaló.
A ese problema estructural se suma el peso de la inflación, el costo del combustible para trasladar a los concurrentes en combi propia, el mantenimiento del edificio y la necesidad de comprar alimentos y artículos de limpieza. Frente a esa realidad, la comisión directiva decidió relanzar una campaña de socios con modalidades más modernas y flexibles.
UNA CAMPAÑA ABIERTA A LA COMUNIDAD
Con una impronta renovada, la iniciativa busca sumar socios solidarios de manera digital a través de aportes únicos o mensuales, con montos que van desde los 5.000 a los 50.000 pesos. La herramienta principal es una cuenta de Mercado Pago exclusiva para donaciones, separada de los fondos operativos del Centro, que permite una mayor transparencia y agilidad en el uso de los recursos.
"La persona que hace el aporte puede decidir si quiere ser socio permanente o colaborar solo una vez. Luego se le pide que mande el comprobante a un número de WhatsApp, y desde la comisión nos contactamos para agradecerle y registrarlo", explicó Troppiani.
Además, se sumó una rifa solidaria organizada por una empresa de Olavarría que trabaja con distintas instituciones del país. Tiene premios semanales y mensuales, y es difundida tanto en redes sociales como mediante la venta directa de voluntarios identificados con credenciales de Arco Iris.
MUCHO MÁS QUE UN CENTRO DE DÍA
Arco Iris no es un espacio de simple permanencia: los concurrentes desayunan, almuerzan y meriendan allí, y algunos también pueden higienizarse, gracias a los baños adaptados con los que cuenta el edificio. "Tenemos personas en situaciones familiares muy complejas, que no tienen agua caliente ni calefacción. Entonces acondicionamos el lugar para que puedan bañarse en el Centro, más ahora que llega el invierno", contó la presidenta.
El equipo de trabajo está compuesto íntegramente por profesionales: maestras especiales, psicopedagogas, terapistas, profesores de música, de gimnasia, y talleristas que coordinan actividades como cocina o macramé. "Los chicos necesitan desarrollar autonomía dentro de sus posibilidades, no están acá para estar sentados todo el día", enfatizó Troppiani.
Las actividades no solo estimulan lo cognitivo y lo motriz, sino que también permiten descubrir habilidades, compartir con otros y fortalecer vínculos afectivos. "Cada uno va encontrando lo que le gusta. Algunos no hablan, pero se comunican con gestos, con abrazos. Son muy cariñosos. Aunque no me ven todos los días igual me abrazan cuando voy", relató emocionada.
UNA HISTORIA NACIDA DE LA NECESIDAD
El Centro fue fundado por un grupo de padres que no sabían con quién dejar a sus hijos con discapacidad al momento de ir a trabajar. Desde entonces, el crecimiento ha sido sostenido gracias a la comunidad, a gestiones como la del expresidente Gerardo Fernández, y al esfuerzo cotidiano de quienes lo integran.
Actualmente asisten veinte personas, muchas de ellas desde hace años. No hay un límite de edad para permanecer en el Centro. "Ingresan a partir de los 16, y se quedan hasta que pueden. En la pandemia fallecieron algunos por su condición, pero hay personas que llevan una década o más con nosotros", explicó Troppiani.
El acompañamiento permite notar cambios significativos en quienes llegan sin hablar o sin socializar. "Las chicas trabajan muchísimo para que puedan expresarse de alguna forma, verbal o manual, y para que compartan con otros. Eso es muy importante", destacó.
EL COMPROMISO COMO FORMA DE VIDA
Más allá de su rol institucional, María Laura Troppiani representa el espíritu del trabajo solidario que sostiene a Arco Iris. Migró de Buenos Aires a Balcarce hace 23 años y, junto a su familia, eligió comprometerse con la comunidad que la recibió. "No solo hay que tomar de un lugar, también hay que devolver. Me gratifica ayudar. No es por fama ni reconocimiento, sino porque uno se va con la sensación de haber aportado algo".
"Siempre tenemos alguna deuda porque vivimos al día, pero tratamos de cumplir con todo. Con el sindicato de los trabajadores municipales también tenemos un muy buen vínculo, nos permiten pagar en cuotas, entienden que no somos una empresa. A veces priorizamos el pago de sueldos y postergamos servicios. En diciembre tuvimos que hacer rifas y beneficios para poder pagar el aguinaldo."
"Hay muchas personas que colaboran sin buscar que se vea. Balcarce es muy solidaria. En otros lugares eso no pasa. Acá es más fácil ayudar, y eso está buenísimo".
Para Troppiani, el ejemplo también es clave en la crianza de las nuevas generaciones. "Mi hija tiene siete años y me acompaña a todos lados. Ya sabe que mamá va a ayudar a los chicos de Arco Iris o a los abuelos del asilo. Le explico que aunque no sea un trabajo pago, es algo muy importante".
APORTES QUE MARCAN LA DIFERENCIA
La campaña de socios continúa abierta y cualquier persona puede sumarse. "Todo sirve: tiempo, dinero, difusión. A veces la gente piensa que si no puede donar plata no puede ayudar, pero el tiempo ya es muchísimo", subrayó.
También se espera la colaboración en un evento organizado por la Escuela Primaria "República Argentina", donde Carlos Cachón dará una charla sobre Malvinas en el Teatro Municipal el próximo miercoles. La entrada será un alimento no perecedero o un artículo de limpieza, y lo recolectado se dividirá entre Arco Iris y otra institución local.
Mientras tanto, el equipo del Centro ya planifica tareas de mantenimiento durante el receso de invierno, como pintar los salones. "Queremos que el lugar se mantenga digno, como corresponde a las personas que asisten", concluyó Troppiani.