Murió el polémico Carlos Regazzoni
A los 76 años murió el artista argentino Carlos Regazzoni durante la mañana, en el Hospital Italiano de la ciudad de Buenos Aires, donde estaba internado producto de una enfermedad con la que venía luchando los últimos meses. En redes sociales, su hijo, el médico y político (ex titular del PAMI) Carlos Javier Regazzoni, confirmó la noticia con un texto corto, pero sentido: "Se nos fue un grande! Abrazo Pa!"
SUS POLÉMICAS OBRAS EN BALCARCE
El escultor realizó en 2011 en el cruce de rutas 226 y 55 un monumental trabajo en homenaje a Juan Manuel Fangio, a quien admiró, el que fue inaugurado el 25 de junio de ese año
Las réplica de dos de los autos que condujera "el chueco" realizadas con chatarra rural, al igual que la presencia de Regazzoni en Balcarce dieron lugar, desde el primer día a una gran polémica suscitada entre los admiradores y los detractores del artista.
"Fangio fue un hombre que encontró la libertad a bordo de una máquina en una época en la que se decía que las máquinas generaban esclavitud", expresó Regazzoni cuando estrenó su creación, que quedó como legado en Balcarce.
En su momento, las mayores críticas surgieron desde el sector que hoy es gobierno en nuestra ciudad, mientras que la defensa era sostenida por el entonces jefe comunal José Enrique Echeverría contando con el apoyo del por ese tiempo ministro del Gobierno nacional Florencio Randazzo.
En 2015, ya retomada la tranquilidad, el artista volvió a encender la mecha cuando en una nota tildó a los balcarceños de "boludos" refiriéndose a quienes cuestionaban su obra.
Los repudios surgieron de inmediato incluso el bloque del Frente Renovador del Concejo Deliberante presentó un proyecto de resolución repudiando esas expresiones y pidiendo hacer una placa al lado de las obras diciendo que Ragazzoni es "persona no grata" para la ciudad, mientras en las redes sociales se pedía el retiro de los trabajos y la subasta de los mismos para donar lo recaudado a instituciones de bien público para la ciudad.
Lo concreto es que al día de hoy continúa abierta la grieta que generó el artista con su trabajo, su presencia y su verborragia entre admiradores y detractores. Mientras tanto el trabajo, con una total falta de cuidado, sigue siendo un atractivo (seguramente de ahora en más acrecentado) para muchos que en su paso por "El Cruce" no dejan de parar un instante para ver, tocar y fotografiar la obra homenaje de Regazzoni a Fangio.
SU HISTORIA
El escultor y pintor, padre de 7 hijos, nació en Comodoro Rivadavia en 1943, para luego afincarse en Longchamps en Almirante Brown, provincia de Buenos Aires. Además, vivió en Francia, donde se hizo conocido gracias al filme El Hábitat del Gato Viejo, del cineasta galo Franck Joseph.
El creador se destacó por su "arte de la chatarra", a partir de la cual recuperaba piezas en desuso de los ferrocarriles para convertirlas en esculturas de diferentes tamaños. Gracias a esta técnica, fue contactado por la SNCF (Ferrocarriles de Francia), quienes le realizaron encargos que le permitieron hacerse un nombre en París desde su atelier en un hangar desafectado en el 18eme Arrondisment.
Verborrágico, profundo, inconformista, Regazzoni era una rara avis en el mercado del arte, ya que su búsqueda nunca fue comercial, sino que buscaba liberar su propia creatividad como motor de vida
Declaradas de interés popular a nivel nacional, sus obras lo hicieron participar de la muestra por los 100 años de la historia aeronáutica francesa en Champs Elyssés,entre otras. Su última gran exposición pública fue en el Paseo de las Esculturas de Buenos Aires, donde rindió un homenaje al trabajo de la aeroposta francesa, que fueron pioneros en el correo aéreo en el continente americano.
En el 2015 fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires; recibió el Gran Premio del 28º Festival de Pintura de Cannes-sur-Mer, en Francia y sus obras se exhiben en museos, tanto en Buenos Aires como en París. Madonna y Diego Maradona son algunos de los famosos que adquirieron sus obras.
En su regreso al país tras la experiencia francesa, Regazzoni instaló su taller frente al barrio popular 31, en Retiro junto a un restaurante, El Gato Viejo, que donde además de cocinar atendía al público.