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Con el lema «La gloria de la medicina es que está en constante movimiento hacia adelante» la Clínica Mayo se convirtió en los últimos años en el mejor hospital del mundo, así lo clasificó la revista Newsweek en su edición de marzo. Destacándose en el uso de Inteligencia Artificial, y mediante el trabajo de distintos departamentos de investigación, para avanzar en los descubrimientos médicos. En uno de estos departamentos se encuentra trabajando una médica balcarceña, Manuela Oviedo, quien confesó sentirse «sumamente agradecida de trabajar en un lugar como la Clínica Mayo».

EL MEJOR HOSPITAL DEL MUNDO

Clasificado como el mejor hospital del mundo durante seis años consecutivos por su calidad ejemplar en todos los ámbitos, la Clínica Mayo tiene su sede en Rochester, Minnesota, con campus en Scottsdale, Arizona, y Jacksonville, Florida, y docenas de clínicas afiliadas en todo Estados Unidos.  En total, atiende a 1.300.000 pacientes por año y cuenta con 76.000 empleados.

«Me siento sumamente agradecida todos los días de trabajar en un lugar como la Clínica Mayo, yo la conocía desde hace tiempo, sobre todo desde la época de la facultad en donde hablamos mucho sobre los informes que reporta la clínica, se sabe que está muy avanzada con respecto a la investigación y atención a los pacientes».

Ademas de sus sedes, la Clínica Mayo cuenta con varios departamentos que funcionan como consultorios externos o dedicados a la investigación, además de una escuela de medicina. «Yo me encuentro en uno de los edificios que hacen investigación, allí se tocan muchos contenidos académicos en donde constantemente hay seminarios, es un placer poder caminar los pasillos y toparse con gente muy reconocida a nivel mundial», comentó Manuela.

Manuela desarrolla su investigación en el departamento de cirugía ortopédica, «yo estoy en el departamento que se encarga de estudiar la artrosis de rodilla. La balcarceña mencionó que se están estudiando muchos avances para la cura de la artrosis, «el tema es que la investigación es muy amplia porque se trabaja primero en animales, y es muy grande la diferencia cuando se trabaja en humanos. Para llegar a eso se trabaja mucho en tratamientos paliativos, porque el dolor hace que a la persona se le dificulte el día a día y lo que se busca es atenuarlo. Lógicamente lo ideal seria que en un futuro se encuentre la cura, pero en el camino se trata de buscar que el dolor sea lo mas leve en la vida cotidiana».

Por último, Manuela manifestó que en un futuro le gustaría especializarse y hacer una residencia clínica. «Todos los días trato de no olvidarme donde estoy, camino los pasillos todos los días y sigue siendo una sorpresa para mi y un constante agradecimiento», concluyó.