Agustín Corral fue ordenado diácono en Necochea y este domingo celebra sus primeras misas en Balcarce
Este viernes a las 19, en la parroquia Santa María del Carmen de Necochea, el obispo diocesano Ernesto Giobando ordenó diácono a Agustín Gabriel Corral, un joven de 27 años que inició su camino vocacional en su ciudad natal y lo consolidó en el Seminario Mayor “San José” de La Plata.
Corral cursó allí seis años de formación, distribuidos en un año inicial llamado “propedéutico”, donde recibió una preparación básica en la vida religiosa, y luego cinco años de estudios intensivos de Filosofía y Teología. En 2023, concluyó esa etapa académica para comenzar su tiempo de formación pastoral en la parroquia San José de Balcarce, donde permaneció durante un año y medio como seminarista, integrándose activamente a la comunidad local.
Este domingo, Agustín celebrará sus primeras misas como diácono en Balcarce. La primera será a las 11:30 en la parroquia Santa María, y la segunda a las 19:00 en la parroquia San José. Al finalizar esta última misa, se realizará un festejo comunitario para acompañar y celebrar este importante paso en su camino vocacional.
QUÉ PROMETEN LOS DIÁCONOS
La ordenación diaconal marca un compromiso profundo con Dios y con la comunidad cristiana. En esta nueva etapa, Agustín asume públicamente su voluntad de vivir una vida dedicada al servicio, inspirada en el ejemplo de Jesucristo.
Las promesas que realiza un diácono al momento de su ordenación se estructuran en torno a tres ejes centrales: la Palabra, el Sacramento y la Caridad.
En el servicio a la Palabra, el diácono tiene la responsabilidad de proclamar el Evangelio, predicar homilías, presidir oraciones y celebrar liturgias de la palabra, especialmente en velorios o funerales.
En el servicio al Sacramento, colabora estrechamente con el sacerdote en la Eucaristía, asistiendo en el altar y preparando los elementos litúrgicos. También puede presidir bautismos y matrimonios, aunque no consagra la misa.
Por último, en el servicio a la Caridad, el diácono se compromete con los más necesitados: visita a enfermos, acompaña a personas en situación de vulnerabilidad y promueve la acción social de la Iglesia, buscando movilizar a la comunidad para brindar ayuda concreta.
UNA VOCACIÓN QUE FLORECE EN COMUNIDAD
La ordenación de Agustín Corral no sólo es motivo de alegría para su familia y la comunidad de Necochea, sino también para Balcarce, donde vivió un año y medio de intensa vida parroquial como seminarista. Su testimonio de vida y entrega fue reconocido por los fieles, con quienes compartió celebraciones, visitas y actividades pastorales.
La comunidad lo acompaña ahora en este nuevo paso, con la certeza de que su vocación seguirá creciendo al servicio de los demás, guiado por la fe, la entrega y la esperanza.