“Hay una necesidad muy grande de renovar la esperanza”
En la jornada del domingo, se efectivizó la toma de posesión del padre Pablo Etchepareborda como párroco de la Parroquia “Santa María”. Dicha celebración contó con la presencia del obispo de la Diócesis de Mar del Plata, Monseñor Ernesto Giobando, quien dialogó con El Diario para brindar sus sensaciones por este nuevo comienzo para la parroquia. “Es una responsabilidad linda la que va a afrontar Pablo a partir de ahora”, expresó el obispo, y al mismo tiempo destacó el trabajo del padre David Ochoa a lo largo de estos años de su estadía en Balcarce.
“Tenemos pocos sacerdotes y hay que atender varias parroquias, hay varias parroquias que no tienen párroco, por eso es que el padre David ha sido destinado al Santuario de la parroquia San Cayetano de Mar del Plata que tiene varias capillas y aquí le hemos pedido al padre Pablo si puede asumir como párroco. Va a desempeñar todas las funciones de párroco, tanto en la Parroquia ‘Santa María” como en la “San José’”, indicó el obispo”.
“Tanto el, como el padre Juan Marcos van a llevar la tarea sacerdotal en toda esta zona de Balcarce junto con el diácono y con todos los laicos que tienen distintos ministerios en esta zona de la diócesis. Es importante que la comunidad también apoye todas las iniciativas de la iglesia, la gente ya conoce el trabajo pastoral que viene desarrollando el Padre Pablo, y a Juan Marcos le van a tomar cariño enseguida, es un muchacho muy bueno”.
LA SINGULARIDAD DEL AÑO JUBILAR
“Hemos comenzado la gracia del Año Jubilar que se llama así porque cada 25 años la Iglesia celebra recordando el nacimiento de Jesucristo y la salvación que Él nos ha hecho y nos hace y que se renueva. Nace de una tradición del pueblo de Israel que celebraba el Año Santo cada 25 años, en ese Año Santo se perdonan todas las deudas. Además descansa la Tierra durante un año, ahí no se cosecha, no se siembra, para dar lugar al tiempo también de la creación. Es un año en que se ponen en contacto todas las fibras, las ondas del ser humano y en lo que se refiere a la reconciliación fraterna que eso también tiene un sentido en el Año Santo Jubilar, hay una gracia que se concede que es la indulgencia plenaria”.
Para los católicos, la indulgencia plenaria significa el perdón por todos los pecados cometidos si realmente está arrepentido de corazón. “Esa indulgencia también va unida a la confesión de los pecados, uno confiesa los pecados personales y la absolución, es el sacramento de la Reconciliación. Lo que hace la indulgencia es liberar un poco el peso que traen todos nuestros pecados y que pueden ser una carga en nuestra conciencia. La indulgencia levanta lo de la misma palabra, su significado es darle un beneficio al reo, y es así como quedamos liberados de todo peso, de toda esa carga que llevamos en la conciencia”, señaló el obispo. “Es una gracia muy particular que te es brindada”, agregó.
Originalmente el Año Jubilar lo iniciaba el Papa en el Vaticano, porque es el lugar donde se festeja el Año Santo. Por eso se peregrinaba en Roma y luego el Papa lo ha habilitado a toda la Iglesia Católica. Y se fue expandiendo a distintos lugares, iglesias, templos, como por ejemplo la catedral de Mar del Plata y aquí en la Parroquia “San José” de Balcarce. La inauguración del Año Jubilar es una celebración, el Papa abre la Puerta Santa que está en la Basílica de San Pedro y otras puertas más que se abren en cada iglesia particular, en cada localidad. Este año Santo tiene una particular connotación en la esperanza cristiana".
“LA ESPERANZA ES UNA VIRTUD”
Para el obispo Giobando la esperanza es una virtud, junto con la fe y la caridad. “Allí es donde el Papa quiere a la Iglesia, nos invita también a ser peregrinos de la esperanza. Ese es el lema de este Año Santo y creo que eso es algo que nos hace bien y mucha falta, sobre todo en este momento que está atravesando la humanidad. Las relaciones entre los países están muy tensas, vivimos muchas injusticias todos los días. Hay una necesidad muy grande de renovar la esperanza”, remarcó.
SU VISITA A BALCARCE
Giobando tuvo palabras de elogio hacía la comunidad de Balcarce, que desde hace un año, cuando asumió como obispo de la Diócesis, lo recibió con los brazos abiertos. “Es gratificante, estoy con mucho deseo de poder ayudar y colaborar, me han recibido muy bien todos las capillas y parroquias a las que he visitado”.
El 12 de diciembre de 2024, el Papa Francisco nombró Obispo de Mar del Plata a monseñor Ernesto Giobando, hasta ese momento administrador apostólico de la misma sede episcopal. El nombramiento del Santo Padre se hizo público durante la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, de manera simultánea en Roma y en Buenos Aires. En nuestro país hizo el nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk, a través de la agencia AICA.
“Quiero acompañar y estar cerca del ministerio pastoral, como el pastor que ayuda a las ovejas. Se trata de acompañar, fortalecer y animar a la evangelización que es lo más importante de nuestra tarea como Iglesia”, concluyó.