Cruz del Sur: una aventura que no se detiene
El Grupo Scout Cruz del Sur inició un nuevo año de actividades en el Prado Español. Con más de sesenta integrantes y un fuerte compromiso educativo, solidario e inclusivo, las referentes del grupo destacan la importancia de formar en valores y convocan a nuevos voluntarios adultos para seguir ampliando su labor.
HACE 11 AÑOS NACIÓ UN SUEÑO
Hace más de una década, en un rincón de Pueblo Nuevo, nació un sueño que hoy reúne a decenas de niños, jóvenes y adultos en torno a una misma vocación: la vida al aire libre, la solidaridad y la formación en valores. Se trata del Grupo Scout Cruz del Sur, que comenzó sus actividades en la capilla San Cayetano y que hoy encuentra su lugar de encuentro en el Prado Español, cada sábado de 14:30 a 17:30.
Allí, rodeados de naturaleza, el grupo inicia un nuevo año con renovadas energías. "Nuestro lema es casi, casi, la vida en la naturaleza", dijo "Cookie" -nombre con el que todos conocen a Isabel, una de las referentes del grupo junto a Marta-. Ambas forman parte del equipo de educadoras que sostiene esta experiencia comunitaria con dedicación y constancia.
DE LA INFANCIA A LA ADULTEZ UN CAMINO DE APRENDIZAJE
El Grupo Scout Cruz del Sur cuenta actualmente con unos 60 integrantes, entre chicos y adultos. Los participantes atraviesan diferentes etapas de formación divididas en cuatro ramas: Manada (de 7 a 11 años), Unidad (de 11 a 14), Caminantes (de 14 a 16) y Rover (de 17 a 21). Al cumplir los 21, los jóvenes pueden tomarse un año sabático y luego volver al grupo como educadores.
"Muchos de los chicos que comenzaron en Manada hoy son parte de Caminantes o Rover. Se genera un sentido de pertenencia muy fuerte. Crecen con nosotros y nosotros con ellos", destacaron las referentes.
APRENDER HACIENDO: JUEGOS, SUPERVIVENCIA Y VALORES
Las actividades del grupo son tan variadas como formativas. A través del juego, los niños y jóvenes aprenden a cocinar, manejar distintos tipos de fuego, realizar nudos con sogas y aplicar conocimientos de supervivencia. Pero también -y sobre todo- se trabaja sobre valores fundamentales como el compañerismo, el respeto y la solidaridad.
"No se trata de prohibir, sino de enseñar desde la confianza y el ejemplo. La pedagogía scout no es formal, es vivencial. Se aprende haciendo y compartiendo", explicó "Cookie". En ese marco, la consigna de "siempre listo para servir al prójimo" sigue siendo una guía cotidiana.
UN GRUPO INCLUSIVO Y SIN BARRERAS
Lejos de cualquier tipo de discriminación, el grupo scout de Balcarce abre sus puertas a todos y todas, sin importar edad, religión, género o capacidades diferentes. "En algún momento se hablaba de los Boy Scout, pero eso quedó atrás. Hoy somos todos scout, sin distinción entre varones y mujeres. Incluso hay ramas mixtas", enfatizan.
Esa mirada inclusiva se refleja también en la bienvenida a adultos mayores que quieran colaborar. "Nos hace falta sumar adultos. Hay muchos niños interesados en sumarse, pero a veces no podemos asumir el compromiso si no contamos con más adultos para acompañar", explican Isabel y Marta, haciendo un llamado abierto a quienes quieran ser parte.
UNA HERMANDAD QUE NO CONOCE FRONTERAS
El movimiento scout es mundial, y el grupo Cruz del Sur no está aislado. Participa regularmente en campamentos distritales y nacionales que reúnen a grupos de ciudades vecinas como Tandil, Mar del Plata y otros puntos del país. Esas instancias de encuentro permiten a los jóvenes hacer amistades, conocer otras realidades y reforzar el sentido de pertenencia a una comunidad global.
CÓMO SUMARSE: UNA INVITACIÓN ABIERTA
Las reuniones se realizan todos los sábados por la tarde en el Prado Español. "Cualquier persona puede acercarse. Los esperamos con los brazos abiertos. No hay límite de edad ni condiciones especiales. Solo hacen falta ganas de compartir, de aprender y de disfrutar en grupo", destacan las referentes.
Para integrarse al grupo, los nuevos miembros deben realizar una única afiliación inicial que incluye un seguro para cubrir cualquier eventualidad durante las actividades. Además, quienes deseen convertirse en educadores pueden formarse a través de cursos de capacitación que se dictan en Mar del Plata.
Tanto los niños como los adultos que se incorporan al grupo toman una promesa, ser scout hoy y siempre. "Es un compromiso para toda la vida. Esa frase, scout hoy, scout siempre, no es solo un lema. Es una forma de estar en el mundo", concluyen Isabel y Marta.
Así, desde un rincón de Balcarce, el Grupo Scout Cruz del Sur sigue forjando vínculos, sembrando valores y construyendo comunidad. Con cada sábado que pasa, renuevan su promesa de estar siempre listos, con el corazón abierto y los pies firmes en el camino del servicio.