Obra social intervenida: afiliados sin atención médica en Balcarce
La situación de OSPRERA, la obra social de los trabajadores rurales, se ha tornado crítica tras sucesivas intervenciones estatales. En Balcarce, más de 2.000 afiliados directos y sus familias enfrentan un sistema paralizado. La delegada local, Lorena Gómez, denunció abandono y pidió a los afiliados "paciencia y acompañamiento".
UN SISTEMA QUE COLAPSA MIENTRAS CRECE LA INCERTIDUMBRE
La crisis que atraviesa OSPRERA (Obra Social del Personal Rural y Estibadores de la República Argentina) no es nueva, pero en las últimas semanas ha alcanzado un nivel alarmante. Los afiliados, muchos de ellos con tratamientos en curso, enfermedades crónicas o necesidades médicas urgentes, se encuentran sin cobertura efectiva. En Balcarce, la oficina local permanece abierta, pero sin acceso al sistema nacional, imposibilitada de emitir órdenes médicas o gestionar trámites básicos.
"Estamos sin atención. Cero. Nos bloquearon las claves a nivel nacional", relata Lorena Gómez, referente del gremio local, con evidente preocupación. "No podemos ni siquiera emitir un recetario. Y eso significa dejar a miles de personas completamente desamparadas".
UNA HISTORIA DE INTERVENCIÓN Y DISPUTAS INTERNAS
La obra social fue intervenida por la Superintendencia de Servicios de Salud en dos oportunidades durante los últimos meses. Según relata Gómez todo comenzó con denuncias internas que derivaron en auditorías. Aunque la primera auditoría no reveló irregularidades, la intervención fue ratificada tiempo después, lo que demuestra que detrás del conflicto hay mucho más que una cuestión administrativa.
"Esto tiene un trasfondo político. Hay movimientos internos y disputas dentro del sindicato que terminaron impactando directamente en los afiliados", explicó. La más reciente novedad llegó esta misma semana: la intervención se extenderá por 180 días más.
SIN PODER DE DECISIÓN Y SIN SERVICIO
En el pasado, la gestión de OSPRERA en Balcarce funcionaba en articulación con el sindicato y el RENATRE (Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores), compartiendo recursos y esfuerzos para brindar atención. Pero hoy, todo está paralizado. "Históricamente poníamos la oficina, los gastos, los insumos… Ahora ni siquiera nos permiten ingresar al sistema", lamenta Gómez.
La situación actual afecta directamente a unas 2.200 personas afiliadas en Balcarce y, considerando los grupos familiares, la cifra asciende a más de 10.000 personas. "Es un número significativo para la población de nuestra ciudad", enfatizó.
La respuesta desde el sistema nacional ha sido clara: llevar todo a la virtualidad. Pero en un sector como el rural, esa solución parece más un parche que una salida real. "Te vas de El Cruce y ya no tenés señal. ¿Cómo se va a atender por telemedicina una persona que no puede ni cargar una orden en PDF?", se pregunta la delegada, visibilizando el abismo entre el diseño de las políticas sanitarias y la realidad de los trabajadores.
Además del acceso deficiente a internet, la mayoría de los afiliados carece del conocimiento técnico necesario para manejarse con aplicaciones móviles o sistemas virtuales. "Descargué la app para probarla, para poder ayudar a los trabajadores, pero tiene muchas falencias", agregó.
LLAMADO A LA PACIENCIA Y LA ORGANIZACIÓN COLECTIVA
Ante el colapso del sistema, Gómez pide a los afiliados que se acerquen a la sede local para recibir al menos orientación y contención. "Mi compañero está trabajando solo, pero entre todos tratamos de asistirlos. Hay voluntad de buscar soluciones, aunque estemos atados de pies y manos", sostuvo.
En este sentido, llamó a la comunidad a mantener la calma y acercarse a la oficina en calle 21 número 549, para buscar juntos alternativas temporales. "Estamos al pie del cañón porque para eso nos pagan el sueldo los trabajadores", afirmó.
La situación de OSPRERA no es un caso aislado. Según confirmó Gómez, ya son cinco las obras sociales intervenidas por el Estado. "No sabemos qué intereses están detrás, pero con un simple decreto pueden hacer lo que quieren", denunció. Mientras tanto, las consecuencias las paga el afiliado que no recibe atención ni medicación.
El equipo jurídico del sindicato nacional está actuando con medidas judiciales en un intento por revertir la situación, pero la incertidumbre crece. "Desde Balcarce no podemos hacer más que esperar órdenes", explicó.
FUTURO INCIERTO, PERO COMPROMISO CON EL PRESENTE
La entrevista concluye con una mezcla de frustración, compromiso y esperanza. "No podemos dar solución ahora mismo, pero pedimos que los trabajadores confíen en nosotros. Vamos a seguir acompañando", subrayó.
En el cierre, la delegada aprovechó para enviar un mensaje en vísperas del Día del Trabajador Rural: "Quiero saludar a todos los trabajadores, especialmente a los rurales, que son quienes sostienen gran parte de nuestra economía. A pesar de todo, vamos a estar siempre para ellos".