Balcarce volvió a decir "Nunca más"
El 40° aniversario del golpe militar del 24 de marzo de 1976 fue recordado como cada año con un par de actos, uno de ellos convocado por el Departamento Ejecutivo en el Museo Histórico Municipal y el restante por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos Regional Balcarce junto al monumento al general Félix Uriburu, quien en 1930 derrocó a Hipólito Yrigoyen.
Hace cuarenta años comenzó en el país una dictadura que se prolongó por poco más de siete años, cobrándose la vida de muchos argentinos y desmantelando la estructura democrática del país.
En el Museo Histórico
El intendente Esteban Reino encabezó anteayer, poco después de las 11, un breve acto para evocar el "Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia" junto al Museo Histórico Municipal. Estuvo allí acompañado por el secretario de Gobierno, Ricardo Stoppani; el subsecretario de Cultura y Educación, César Gustavo Di Gerónimo; la inspectora Jefa Distrital, Viviana Domínguez; concejales, consejeros escolares, demás integrantes de la gestión de gobierno, miembros de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y María Esther Conti, hermana de Luis, el balcarceño desaparecido durante el período de la dictadura.
Tras entonarse las estrofas del Himno Nacional, José Luis Cuenca, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, dio lectura a un escrito a modo de reflexión sobre dicha fecha.
Posteriormente, el intendente Reino expresó que "entre las cenizas de la dictadura estaba el pueblo argentino que sufría las consecuencias, pero poco a poco fuimos avanzando. Después de cuarenta años no se ha vuelto a repetir, algo habremos hecho bien".
Luego dedicó un párrafo para recordar a quienes padecieron directamente el flagelo de esta parte oscura de la historia nacional. "No quiero dejar de recordar a quienes por sus ideales fueron castigados y a sus familias vaya el reconocimiento", agregando que "el Estado se hizo parte del terrorismo quitándoles la vida".
Asimismo, señaló que "debemos mirar hacia adelante y buscar en el horizonte la hermandad que nos permita con la democracia soluciones a los innumerables problemas que afrontamos".
En la parte final de su alocución, manifestó que "Memoria, verdad y justicia debe ser la consigna de quienes debemos llevar el legado de los que no están".
En el cierre de la ceremonia, el intendente, el titular de Cultura, miembros de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y María Ester Conti plantaron un olmo como símbolo de fortaleza, rectitud y perdurabilidad. Luego descubrieron una placa con la frase "NUNCA MÁS".
En avenida
Favaloro y calle 18
El restante acto se concretó cuando caía la tarde en la intersección de la avenida Favaloro y calle 18, junto al monumento del general Uriburu. También allí el Intendente dijo presente.
Juan Fraiz, integrante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos Regional Balcarce, recordó a los 30 mil argentinos desaparecidos. Asimismo, dos integrantes de la APDH, José Luis Cuenca y Ana María Pérez, dieron lectura a una declaración por medio de la cual expresaron lo que generó en el país el golpe de Estado, lo que trajo el período democrático iniciado en 1983 y plantearon lo que se requiere a futuro.
Recordaron además a los balcarceños Luis Conti, Lidia Manuela Ridao y Jorge Stoppani, víctimas del terrorismo de Estado y también a aquellos "que sufrieron el horror de la dictadura genocida". En el final señalaron: "Sí al Estado al servicio del pueblo argentino, sí a la plena vigencia de los derechos humanos, y NUNCA MAS al golpe duro o blando y a la represión".
Otro de los momentos emotivos del acto fue cuando Fraiz recordó a Henry Octaviano, quien el 24 de marzo de 1976, estuvo desaparecido durante algunos meses "por ser un luchador incansable y querer una Argentina distinta y más justa". También mencionó a otras personas que sufrieron las consecuencias de aquellos terribles días como por caso Jorge D´Agata, Luis Franganillo, Martino y Miguel Molinari, entre otros ciudadanos.
D'Agata tuvo a su cargo una reflexión. Dijo que "la memoria no puede perderse, que es un ejercicio meramente humano. Eso de que somos dueños de nuestro destino, es bastante relativo. En el año 70 tenía veinte años. El país era rico pero había muchas desigualdades…No importa si los desaparecidos fueron 8.000 ó 30.000. Estamos hablando de jóvenes, en su mayoría, entusiastas, sanos de pensamiento".
Contó luego que "yo jamás ví un arma. La conocí en el servicio militar cuando tiré dos tiros, y la mayoría de los 30 mil desaparecidos tenían el mismo contacto que yo, o sea ninguno. Lo que nos hermanaba era el ideal, y ese ideal sigue vivo, de pensar una sociedad donde no haya chicos y viejos que se mueran de hambre, o que sufran por no comer dignamente, o que no tengan atención médica por una simple cuestión de dinero".
Agregó que "se han hecho cambios en el país pero quedan muchas cosas por hacer. El mejor homenaje a ellos será poder decir que lo conseguimos algún día, quizás con ideas políticas distintas a las que uno defendía. Ojala se pueda decir en el país que la pobreza ha desaparecido casi totalmente, y que hay educación y salud para todos".
Posteriormente hubo una serie de intervenciones artísticas alusivas a la recordación por parte de Pablo Ferreyra, Federico Alegre y Luciano Cristaldo, entre otros.
Luis Conti, el balcarceño que fue arrancado del escenario
Antonio Luis Conti tenía pasión por la lectura, admiraba a Julio Cortázar y disfrutaba al escribir poesía. Los actos de fechas patrias en las escuelas de nuestra ciudad fueron acaso las primeras funciones que dio.
Su vida la dedicaría a la actuación y hoy integra la extensa lista de argentinos desaparecidos en manos de una dictadura que sólo pudo balbucear el discurso de la muerte.
El 19 de junio de 1976 fue secuestrado junto a Gregorio Nachman en Mar del Plata, y otras ocho personas más.
Se sabe que todos ellos fueron llevados al GADA 601, cuyo jefe era Alberto Barda, y por la noche, trasladados en camiones al centro clandestino de detención conocido como el Pozo de Banfield. Allí fue visto con vida por última vez.
Antonio Luis Conti dejó como legado el compromiso de quienes subían a escena desafiando, desde un guión teatral, el terror dictatorial de aquellos años, y defendiendo la libertad.
"A pesar de haber transcurrido cuarenta años del golpe, es como el primer día. Te recuerda todo lo feo pero ahora con más esperanza ya que hay libertad más allá del gobierno que esté. Uno tiene la esperanza y la ilusión de que mis nietos no tengan que vivir lo que pasó mi familia", dijo María Esther, hermana de Luis, a El Diario.
Recordó a su hermano como un chico con muchos sueños, que le gustaba actuar y un defensor a ultranza de la libertad. "En sus obras teatrales, Luis hablaba de libertad. Ese fue el único delito que cometió en su vida por lo que hoy está desaparecido. Mis padres murieron al poco tiempo de tristeza pensando que estaba vivo. Ojala se sepa algún día donde está su cuerpo para recuperarlo y darle cristiana sepultura", expresó conmovida.