Abrazo a la guardería Pulgarcito: «Si el Municipio no termina las obras, los padres trabajarán para recuperar el lugar»
El próximo lunes, si el Municipio de Balcarce no da inicio a las obras de reparación del jardín maternal Pulgarcito, el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) y los padres de los niños afectados comenzarán con los trabajos de forma independiente. La advertencia se produce en medio de la falta de respuesta por parte del Intendente Municipal, Esteban Reino y la secretaria de Desarrollo Social, Paola Moreno.
El reclamo comenzó a gestarse este jueves, cuando Xoana Martínez e Inés Lines, coordinadora del jardín, encabezaron un abrazo simbólico en el que participaron padres, alumnos y trabajadores del establecimiento. La acción tuvo como objetivo visibilizar la problemática que enfrentan los niños y sus familias debido al cierre de la UDI Pulgarcito hace ya seis meses por reformas, las cuales aún no se completaron.
Martínez expresó con firmeza: “Mientras se hacen arreglos de albañilería y pintura en el Concejo Deliberante de Balcarce, hay chicos sin comer y sin poder asistir a la guardería. Si el lunes no empiezan las obras, nosotros mismos las haremos. Que se dé por avisado Reino”.
Desde el cierre de Pulgarcito, los niños fueron derivados a la UDI Evita, ubicada en el Barrio Hipólito Yrigoyen, pero la matrícula de alumnos se redujo al 50%. Esto se debe, en gran parte, a las condiciones económicas de las familias, muchas de las cuales atraviesan situaciones de vulnerabilidad social y económica. A pesar de ello, el Municipio continúa cobrando las becas, mientras que los trabajos de reformas avanzan lentamente y con pocos avances concretos.
El STM y los padres han manifestado que, en caso de que las autoridades municipales no inicien los trabajos este lunes, estarán dispuestos a aportar dinero y mano de obra para poner en marcha las reparaciones necesarias en el lugar.
El futuro de la UDI Pulgarcito depende ahora de la pronta respuesta de las autoridades locales. De no ser así, el conflicto podría escalar con consecuencias aún inciertas para la comunidad educativa y los niños que dependen de este servicio.
