Un grupo de emprendedores cumplió su sueño
Se llevó a cabo en la sede APINTA, ubicada en calle 25 entre 34 bis y 36, el cierre del entrenamiento laboral “Producción y manipulación de alimentos. Seguridad y soberanía alimentaria con perspectiva de género”. Estuvieron presentes: la referente de Género y asistente de Investigación, Desarrollo y Planificación de INTA Balcarce e integrante de la Colectiva Julieta Lanteri, Claudia Palioff; Daniel Di Bártolo, responsable de la Agencia Territorial del sudeste bonaerense del Ministerio de Trabajo de la Nación; Mónica Forgia y Paula Gómez Gundin, integrantes de dicho nucleamiento y Nahuel Rodríguez Monti, Licenciado en Alimentos y coordinador del entrenamiento laboral.
El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación y el INTA desarrollaron un convenio a nivel nacional que se aplica en distintas regiones del país. En Balcarce, particularmente, hubo una iniciativa muy fuerte. En articulación con la Colectiva Julieta Lanteri, el Ministerio ha logrado desarrollar estos programas de empleo independiente (PEI) que son unas de las principales herramientas para fortalecer y promover la empleabilidad.
“Se trata de herramientas concretas que resuelven los problemas de desempleo en nuestro país. Y los resultados de estos proyectos se pueden observar acá, en los emprendedores y en los productos que elaboran. Estos convenios tienen que ver con acuerdos estructurales, la política pública tiene su efecto cuando se concreta”, sostuvo a El Diario, Daniel Di Bártolo.
Además, el funcionario manifestó que “no vinimos a Balcarce a hacer unas visitas, vinimos a comprometernos, y esto lo demuestra. Hay posibilidad de desarrollar otros programas de empleo independientes y trabajos autogestionados. Los programas de empleo no son una baldoza, sino un camino, y en base a eso seguimos construyendo”.
SUEÑOS QUE SE VUELVEN REALIDAD
Nahuel Rodríguez Monti, quien coordina el entrenamiento por parte de la Colectiva, se mostró muy satisfecho y apenas pudo contener la emoción cuando se proyectaban en la sala los diferentes testimonios de sus alumnos, hablando de sus experiencias durante el curso. “Llegó el día, después de ocho meses, veinticuatro ilusiones se concretan. Es gratificante ver los resultados después de tantos meses, y sobre todo, conocer este grupo humano”, expresó Monti frente al aplauso de los presentes.
Por su parte, Paula Gómez Gundin, integrante de la Agencia Territorial del Ministerio de Trabajo de la Nación, sostuvo: “estos sueños son posibles gracias a las políticas públicas. El Estado permite acercar las herramientas necesarias para cumplir sueños. Hay un sector de la economía que está en constante crecimiento, y esto es prueba de ello. El que hace un emprendimiento es un trabajador. Es importante destacar que nadie se sienta solo, sino parte de un gran movimiento en el mundo”.
Los contenidos diseñados para el entrenamiento laboral abarcan: procedimientos de Buenas Prácticas de Manipulación de Alimentos y Seguridad Alimentaria; rotulados de alimentos conforme al Código Alimentario Argentino (CAA); elaboración segura de conservas vegetales y animales. Aspectos tecnológicos y microbiológicos; educación alimentaria, nutricional y revisión de rotulados; alimentación saludable y dietas especiales. Turismo rural, tips para emprender, marco regulatorio y metodología de inscripción de establecimiento elaborador de alimentos en el Municipio, entre otros.
“ENTRE AMIGOS”
“Entre Amigos” es un emprendimiento familiar de conservas artesanales. Está conformado por Marta Pardo, Isidro Pardo, Susana Valdez y Brenda Ramírez.
“Este emprendimiento arrancó a raíz de una reunión con Andrea Iturria, una de mis compañeras en el entrenamiento laboral. Y mediante charlas entre las chicas de la Colectiva, Claudia nos convocó para hacer un proyecto relacionado a la manipulación de alimentos. En el curso tuvimos la posibilidad de elegir entre varios talleres, y nosotros optamos por el que más nos gustó hacer, las conservas”, indicó Marta a El Diario.
“Se trata de un emprendimiento hecho en familia, lo integran mis padres, mi cuñada, lo lindo de esto es integrar a la familia y hoy poder hacer lo que alguna vez vimos lejos, la posibilidad de trabajar. Estamos agradecidos por la compañía y el apoyo fundamental de Claudia (Palioff) y de Nahuel (Monti)”, concluyó Marta.
“BETHEL BALCARCE”
Bethel Balcarce surgió hace nueve años, se trata de un servicio gastronómico que cuenta con servicio de lunch, decoración, staff de mozos, bacheros y seguridad. También se dedica a decoraciones de salones de eventos, armado de suvenir y centros de mesa. El emprendimiento está conformado por Andrea y Lorena Iturria, Débora, Ramón, Camila y Gerónimo Baiz, Lujan Valdiz, Jorge Santillán y Ezquiel y Jackeline Pereyra.
El entrenamiento para la producción y manipulación de alimentos les permitió abrir el horizonte hacia distintas variedades de comidas. Ofreciendo alternativas para personas que padecen de diabetes o celiaquía. “Después de la pandemia empecé a trabajar con las chicas de la Colectiva Lanteri, ellas nos hablaron sobre los microemprendimientos, al día de hoy sigo trabajando para progresar y aprender más sobre el rubro”, manifestó Andrea Iturria.
Andrea fue la elegida por la Colectiva para que contactase con las personas interesadas en arrancar el entrenamiento laboral. “Siempre traté de buscar a las personas que realmente necesitan una mano, y a la vez para que las mujeres puedan lograr hacer algo fuera de sus casas y se proyecten”.
“LA TRINIDAD” PANES Y PIZZETAS
“La Trinidad” es un micro emprendimiento que comprende la elaboración de pizzas y pan casero. Está conformado por Lorena Iturria, Lujan Baldis y Eduardo Miranda.
“Siempre tuve el deseo de tener mi propio negocio de comidas rápidas. En este momento estamos haciendo pizzetas, pizzas y pan casero, pero la idea es seguir avanzando y hacer cosas nuevas. Como por ejemplo churros y otras comidas dulces, para que la gente reciba más variedad”, comentó Lorena.
“Me han ayudado mucho en el aspecto emocional, porque durante el curso tenemos caídas, y ahí estuvieron ellos para levantarnos. Para mí la parte humana es importante, sin ese apoyo se hace difícil continuar”, agregó.
“ANGIE’S”
“Angie’s” se trata de un micro emprendimiento dedicado a la elaboración de cupcackes, tortas dulces y viandas caseras conformado por Ángela Vázquez y Nadia y Macarena Aguilar.
“Esto nos cambió la vida, arrancamos con mucha expectativa. Aprendimos no solo a cocinar, sino a diferenciar que es sano y que no. Esta bueno empezar algo nuevo, siempre estamos renovándonos y le ponemos pilas a esto”, manifestaron.
“MANOS A LA MASA”
Por su parte, Brenda Amaya, Andrea Aguilar y Sandra Herrera son las encargadas de darle vida a “Manos a la Masa”. Un emprendimiento que lleva adelante la elaboración de panes caseros, saborizados y prepizzas. “Éramos desempleadas y esto nos dio una posibilidad, en el camino hicimos muchos amigos, gracias a todos por esta oportunidad”, expresaron.
“AQUELARRE”
“Aquelarre” es el nombre que lleva el microemprendimiento que iniciaron Paola Balbuena y Agostina Oliva. Ambas se dedican a elaborar licores artesanales y próximamente aceites vegetales sin conservantes. Paola se mostró muy emocionada durante la entrega de certificados y recordó lo difícil que resultó transitar el curso, pero que finalmente dio sus frutos: “no fue fácil, porque somos mamás que tenemos familias, pero en estos ocho meses nos apoyamos entre todos. Empezamos con miedo e incertidumbre, pero tuvimos acompañamiento. Esto nos dio un propósito en la vida, el mensaje es que se puede salir adelante y se puede soñar a lo grande”.
Todos los emprendimientos son llevados adelante, en su mayoría, por mujeres que se encontraban desocupadas y hoy tienen la posibilidad de concretar sus sueños. Finalmente, luego de meses de entrenamiento laboral, veinticuatro participantes ya tienen en sus manos sus certificados de Manipulación de Alimentos. Una oportunidad única que les ofrece la posibilidad de desarrollar su capacidad laboral y emprendedora para lograr una vida mejor.