Trato con personas mayores: palabras, pautas y estereotipos a derribar

Trato con personas mayores: palabras, pautas y estereotipos a derribar

A través de la promoción de la “cultura del buen trato”, se busca contribuir a la construcción social de una imagen positiva de la vejez.

Con motivo del Día Internacional sobre la toma de conciencia del buen trato a las personas mayores, se realizó a mitad de semana en la Sala “Dr. Victorio A. Tommasi” una charla taller, dirigida a la comunidad en general y a cargo de las licenciadas en Terapia Ocupacional, Patricia Torres y Gabriela Landa.

“A partir de esta fecha establecida en 2011 por la ONU, significó un paso importante a fin de visibilizar el maltrato que socialmente se propicia a personas mayores por su edad, tendiendo a generalizar, con la creencia errónea de considerar que a todas las que la atraviesan le pasan las mismas cosas, sin considerar que no todos vamos a tener la suerte, las posibilidades o la valentía de vivir muchos años”, destacó la primera de las citadas.

En dicha actividad se reflexionó acerca de cómo es el trato de la sociedad hacia esta población, la manera en la que se puede contribuir a que la vejez deje de concebirse como una etapa atravesada por estereotipos, en el hecho de poder pensar la vejez desde la perspectiva de la vitalidad, pasión, alegría y felicidad tal cual se asocia con estos aspectos a la juventud. Y un tema no menor fue el impacto que producen las palabras en la vida de las personas, ello orientado a cómo nos gustaría ser tratados en la etapa de adultez mayor.

“Se generó un intercambio entre los participantes, el lenguaje crea realidades, decirle persona a alguien es reconocerla como sujeto de derecho. Si le agregamos el término mayor (en cuanto a cantidad de años) la registramos entonces como ser humano con su personalidad y psiquismo.

Llamarlos por su nombre, no abuelo/a, lo cual enmascara una conducta de infantilización, constituyendo una forma sutil de maltrato, una ausencia de reconocimiento de la capacidad de autonomía”, añadió.

VARIOS ESTEREOTIPOS

A entender de las profesionales actuantes, los estereotipos de la categoría social “personas mayores” resultan especialmente intrigantes ya que presentan una particularidad, siendo que la vejez es la etapa social a la que todas las personas van a pertenecer en algún momento, ya que la única posibilidad de no llegar a la misma es la muerte en edades más tempranas.

Asimismo, lo que los sujetos de grupos más jóvenes perciben en las personas mayores es, de alguna manera, la percepción futura de ellos mismos. Y los aspectos negativos y peyorativos constituyen una amenaza para el “bienestar” futuro del sujeto.

A partir de diversos estudios, pueden describirse cuales son los estereotipos más frecuentes, de acuerdo a lo trabajado por las licenciadas Torres y Landa:

-Las personas adultas mayores no son independientes, no pueden manejarse por sí mismas.

El discurso social o cultural a menudo ha supuesto la idea o creencia en que la autonomía se va perdiendo en la adultez por diferentes factores y circunstancias que podrían ser modificables. Las personas mayores tienden a adoptar la imagen que prevalece socialmente con relación a la vejez y se comportan de acuerdo a esa imagen negativa.

-Las personas adultas mayores ven limitadas sus capacidades y son ineficientes.

El concepto de “autoeficacia percibida” se refiere a la incidencia que tienen las conductas negativas hacia las personas adultas mayores. Las personas que se perciben eficaces hacen el esfuerzo necesario para lograr los resultados que esperan. A mayor percepción de autoeficacia, mayor creencia en la propia idoneidad y, por ende, mayor autoestima. Las prácticas discriminatorias amenazan el rendimiento e integridad de las personas mayores, ya que desalientan la concreción de objetivos y metas con que orientan sus tareas. Las creencias negativas con relación a la vejez generan así pérdida de autoeficacia, ya que la sensación de incompetencia propicia el abandono de los objetivos proyectados y la renuncia a nuevos logros.

-Las personas mayores son pasivas e improductivas.

Las sociedades se estructuran en torno a la producción como eje principal. Las personas mayores, en general, están en desventaja a partir del retiro jubilatorio, ya que se integran al grupo de personas consideradas improductivas, enfrentándose a la desvalorización social por no cumplir con roles activo-productivos y de lucro. Esta visión socialmente instaurada conduce, en muchos casos, a la pérdida del sentimiento de sí y al quiebre de la identidad social de las personas mayores.

-Las personas adultas mayores no tienen actividad sexual.

La sexualidad se expresa a lo largo de toda la vida y cada individuo la vive de forma particular y subjetiva. Esta creencia está relacionada al hecho de justificar la sexualidad de acuerdo a fines reproductivos. No todas las personas viven del mismo modo su sexualidad. Se registran diferencias en el modo de vivir el proceso y los cambios que conlleva el envejecimiento, que no necesariamente implican el fin de la actividad sexual. Por otra parte, estos cambios no inciden en el sentimiento subjetivo de placer y disfrute. El interés sexual está determinado más bien por la historia de vida de cada persona y sus vínculos.

-Las personas mayores siempre tienen alguna enfermedad, su tema principal son las enfermedades.

Al llegar a edades más avanzadas, se hace evidente la disminución de algunas capacidades y esto opera limitando la independencia, pero también muchas personas mayores presentan un buen estado de salud. Por otra parte, no es parte del envejecimiento el hablar de enfermedades, sino que pueden estar presentes en cualquier momento del ciclo vital, y el hecho de padecer una enfermedad no implica el poder seguir realizando actividades y participar de la vida social.

-Las personas mayores tienen trastornos cognitivos.

No se debe confundir el deterioro patológico de los cambios propios del proceso de envejecimiento, ni asociar declinación, deterioro o trastornos, a la vejez. El potencial de aprendizaje se encuentra relacionado con el concepto de neuroplasticidad, de reserva cognitiva es decir los recursos que la persona ha logrado acumular en su vida.

-Los adultos mayores se comportan como niños.

La infantilización es una práctica de maltrato psicológico frecuente. Este maltrato es tolerado socialmente y se hace evidente a través de comentarios descalificatorios hacia sus opiniones o ideas, así como en la actitud de sustituirlos en la toma de decisiones por considerar que no tienen capacidad de autonomía, sustentado en parte en la idea tradicional errónea de la U invertida por la que a partir de una etapa marcada por el desarrollo de capacidades, se concebía la existencia de un declinar inexorable en el sujeto, sin tener en cuenta las pérdidas y progresos propios de cada sujeto en el transcurso de su ciclo vital.

-Las personas mayores se aíslan, buscan la soledad.

Hay una imagen social negativa que identifica a las personas mayores como personas que viven en soledad y tienden a ella, se aíslan, carecen de vínculos sociales y motivaciones. La soledad es una percepción subjetiva. Las personas mayores pueden mantener o reiniciar nuevos vínculos en la vejez, integrarse a nuevos grupos sociales, desarrollar diferentes tipos de actividades, tanto recreativas, culturales, etc, que favorecen no solo el intercambio y apoyo social. Son rígidas y estructuradas. Cuentan con recursos de afrontamiento para adaptarse a distintas situaciones, recursos adaptativos y de acomodación.

-Las personas mayores son resistentes a los cambios.

Muestran la posibilidad de ser flexibles y adaptarse a nuevas situaciones. La motivación y los proyectos son fundamentales para realizar cambios en la vida. Si una persona está motivada, es probable que implemente los recursos necesarios para alcanzar las metas deseadas. Las personas mayores no están exentas de desear cambios que le permitan alcanzar un mayor bienestar. Como todas las personas, muestran la posibilidad de ser flexibles y adaptarse a nuevas situaciones cuando saben que el cambio los llevará a encontrar mejores condiciones de vida.

-Las personas mayores no tienen capacidad de aprendizaje.

Cuando se encuentran motivadas y confían en sus capacidades y potencialidades, tienen la posibilidad de aprender, como en todas las etapas. Hay una imagen social de aprendizaje que relaciona esta posibilidad con una finalidad productiva. Estas ideas no contemplan la relación del aprendizaje con el placer y gratificación hacia el conocimiento, ya que hay personas mayores que obtienen grados académicos en la vejez.

-La depresión es más común entre personas mayores.

No hay diferencias significativas en cuanto al padecimiento de trastornos depresivos.

Las personas mayores presentan características uniformes.

Cada persona es única e irrepetible. Cada sujeto otorga a sus vivencias una significación personal según la propia historia, su manera de interpretar las experiencias y el momento en que éstas se producen.

-Las personas mayores se llevan mal con las más jóvenes.

Las relaciones intergeneracionales son muy importantes para el crecimiento, desarrollo emocional y procesos de aprendizaje. Ambas partes se benefician de esta relación bidireccional y se logra un enriquecimiento mutuo, desarrollando aprendizajes como la responsabilidad compartida, reciprocidad, respeto, etc.

-Las personas mayores están más propensas a tener accidentes de tránsito al conducir.

En general, son más prudentes, tienden a evitar situaciones que las expongan a accidentes.

-Las personas mayores no realizan actividad física.

La actividad física constituye un beneficio significativo, y en términos sociales, ayuda a sostener y crear nuevos vínculos, evitando el aislamiento. En las últimas décadas se ha promovido e impulsado con mayor énfasis la práctica de actividades físicas y deportivas, a partir de sus grandes beneficios para la salud. Las personas mayores no son ajenas a estos procesos y se organizan muy frecuentemente en grupos destinados a realizar diversos tipos de actividad física.