Sandra Di Luca: «Transformé las imágenes en palabras»
La balcarceña Sandra Di Luca, periodista y licenciada en comunicación social radicada en La Plata, cumplió con un objetivo fijado: la presentación de su propio libro que lleva por título «Salir al aire» en el cual relaciona la historia colectiva de distintas etapas de su vida personal y profesional. Lo hizo a través de un formato de crónica novelada.
Fue durante la realización de un taller de escritura con José Supera, le contó Sandra a El Diario, que se le generó la idea de escribir un libro, coincidiendo con sus veinticinco años como cronista y conductora del noticiero platense más visto como lo es Somos Noticia.
«Retomé cosas que había escrito para el formato audiovisual porque quería reflejarlas en el papel, con palabras. Esto me resultó un desafío profesional muy interesante ya que el espectador es diferente al lector y en algún punto hacen foco en aspectos distintos. En definitiva, transformé las imágenes en palabras».
El libro, que ha cosechado elogiosos comentarios, narra la historia personal de la balcarceña que en 1984 dejó su Balcarce natal para estudiar en la Escuela Superior de Periodismo y Comunicación Social. «Lo que le sucede a uno no deja de representar las historias colectivas de una generación. Es el caso de Miguel Bru y la lucha de su madre Rosa y la Facultad de Periodismo que marcó una época e impactó fuerte a los periodistas de mi generación», comentó.
ENTRELAZANDO HISTORIAS
Tomando palabras del profesor, historiador y ensayista especializado Sergio Pujol, autor del prólogo, el libro está escrito «de modo sencillo y al mismo tiempo virtuoso, que entreteje al menos dos historias: la de la propia escritora y la del periodismo».
Sandra cuenta cincuenta y una historias que no quiere olvidar. Lo hace a través de una mirada particular y con palabras que pugnan por salir al aire.
La primera historia que cuenta es cuando con tres años y medio, en Mar del Plata, se sacó una foto en blanco y negro en los brazos de Pelé. Sus tíos «Lito» y «Lita», recuerda emocionada, eran quienes contaban la historia de esa imagen a quien los visitara.
La siguiente evoca otro momento de su niñez. Tiene que ver con la historia de la emblemática y céntrica confitería Savoy que perteneció a la familia Franganillo. La narración se centra en la figura de Luis (hijo), quien a principios de la década del 70 decidió ir a estudiar Ciencias Económicas a La Plata. «No lo conocía pero escuchaba las historias de mi tío ‘Lito’, quien cada tanto traía noticias que, por lo general, no eran buenas», escribió.
«Luisito» era militante sindical de Montoneros y delegado de ATE. Una mañana de noviembre de 1974, algunos meses después de la muerte de Perón, la Policía lo detuvo. Estuvo un día desaparecido y un par de semanas preso. Sandra repasa lo que vivió este balcarceño, quien fue detenido en Rawson, donde se había radicado. Fue liberado en 1981 en Comodoro Rivadavia. Cuenta también lo que fue su regreso a esta ciudad y su continuidad en la política dentro del justicialismo.
OTROS RELATOS
La historia personal que narra Sandra también incluye otros capítulos por demás interesantes. Por ejemplo la conexión Balcarce – Mar del Plata – La Plata, la petisa azabache que le regaló su papá, su iniciático viaje a Perú, sus amores y sus pérdidas, su paso por la Escuela Superior de Periodismo y Comunicación Social o el encuentro con sus raíces itálicas.