Nora Sangiorgi: «El 8M es la reflexión de muchísima lucha»

Nora Sangiorgi: «El 8M es la reflexión de muchísima lucha»

Nora Sangiorgi de amplia trayectoria en la educación, también forma parte de la comisión de la Asociación Amigos del Riel, que lleva «sobre rieles» el Vagón Cultural, un espacio de arte, expresión y educación, donde se brindan cursos, pero que además alberga la historia ferroviaria de nuestra ciudad.

Teniendo en cuenta el recorrido educativo de Nora, además del que emplea en el Vagón Cultural El Diario, charló con ella sobre el rol que tiene en este momento la mujer en la sociedad, el famoso «techo de cristal», derechos y más.

¿CÓMO SE ATRAVIESA EL 8 DE MARZO COMO FECHA?

- El 8 de marzo siempre me atravesó de una manera especial porque sirve para la reflexión. Desde el origen histórico del 8 de marzo, con el ejemplo que nos dejaron esas trabajadoras textiles que salieron a defender sus derechos como mujeres en el ámbito laboral. Desde ahí en adelante hubo muchos movimientos que lucharon por la reivindicación de sus derechos. Habiendo trabajado 34 años en educación y además en Amigos del Riel desde hace 20 años, trabajando con otro grupo de mujeres, viendo cuánto nos cuesta ser reconocidas y valoradas con los mismos derechos que los hombres, esta fecha me atraviesa de forma muy particular.

Es la reflexión de tanta lucha, de la que me involucró a mí también y a mis compañeras, fue toda mi vida así. Desde que comencé a involucrarme en grupos comunitarios siempre me atravesó ese tema. Y no quiero bajar los brazos, a pesar de que aún hoy en el siglo XXI en el año 2024, todavía tenemos que seguir plantándonos fuerte y claramente para que nuestros derechos sean reconocidos.

En esta fecha particular que se conmemora nuestro día, uno se pone a pensar de qué manera puede luchar.

¿HUBO QUE, DE ALGUNA MANERA, ROMPER CON UN «TECHO DE CRISTAL» DEL QUE TANTO SE HABLA?

- Particularmente a mí no me sucedió, pero he visto a otras mujeres que les pasó. Por mi personalidad, trato de tomar los desafíos y los límites que se imponen, con cierta calma y argumentando por qué no los quiero o por qué los quiero traspasar. Porque los necesitamos traspasar.  Y me ha ido bien con esa estrategia. No me ha costado demasiado, pero me involucro en el conjunto de mujeres que nos ha costado y mucho. Pagamos precios muy altos: la violencia contra la mujer ha sido terrible, es terrible. A veces la gente no se da cuenta que no solamente uno habla de violencia física, sino también de lo que consumimos a través de los medios, lo que leemos.

Concretamente sobre «el techo de cristal» a mí no me ha costado demasiado, pero quisiera que a las demás mujeres tampoco les suceda.

EN LA CONQUISTA DE DERECHOS POR PARTE DE LAS MUJERES, DE UN TIEMPO A ESTA PARTE ¿SE LAS HA

ESCUCHADO MÁS?

- Se nos ha escuchado y en distintas voces porque no todas las mujeres pensamos lo mismo. En este sentido, apuesto firmemente a la educación, no sólo en referencia a los derechos. Creo que si no apostamos a educar en valores, no vamos a salir nunca de estos pozos sociales y feos en los que no queremos estar».

¿CUÁL ES EL MENSAJE EN ESTE 8M?

- Hay mucho para decir en este año tan particular. El mensaje sería que no perdamos la calma, no perdamos la alegría. Si las mujeres perdemos la calma, la alegría, la ternura, la contención que somos capaces de dar, no le vamos a aportar nada bueno a la sociedad. Desde ahí creo que esas actitudes que también las tienen los hombres, pero que nos caracterizan a las mujeres no las podemos perder especialmente en este momento.

Difundir las realidades que vemos, que nos atraviesa a todos, decirlo claramente, socializarlo, participar más, mucho más. Las mujeres tenemos que participar, hay un montón de grupos comunitarios, donde las mujeres podemos estar.

Hablar, debatir, a esta sociedad en este momento le falta un debate en serio, donde haya interpelación, donde haya preguntas, donde nos planteemos qué estamos haciendo, qué estamos avalando, qué estamos permitiendo, cómo podemos hacer para que los derechos no se avasallen, que la Constitución sea respetada, que nadie nos falte el respeto ni con una mínima palabra, ni el Presidente de la Nación, ni un vecino. A nadie hay que permitirle eso. En este momento el rol de la mujer es esencial, fundamental. El hombre y la mujer, están en el momento ideal para ir juntos, pensar juntos, cada uno desde su perspectiva y desde su percepción aportando para mejorar lo que tanto nos preocupa.

Y por último, participar. Las mujeres podemos participar. En estos momentos hay muchas necesidades sociales, comunitarias y hay que atenderlas porque el hambre no tiene mucho tiempo para esperar, a los niños se les va hasta la alegría a veces y hay que ayudarlos. Si podemos dar una mano, para eso estamos.