Manos solidarias frente al cáncer

Para muchos es habitual el término ONG. Tienen una ida aproximada de la labor que llevan adelante en forma solidaria. En tiempos de crisis, el rol que cumplen estas organizaciones es primordial para sustituir al Estado en algunas cuestiones al no llegar en tiempo y forma con la ayuda necesaria.

Hace cuatro años, una iniciativa impulsada por un par de adolescentes, Agustina y Guadalupe, respaldada por su madre, permitió el nacimiento de una Organización No Gubernamental (ONG) que se llama «Quiero ayudar», constituida legalmente y que es presidida por Jorge Guzmán.

En los primeros tres años, la tarea de los voluntarios priorizó la ayuda con la entrega de alimentos, prendas de vestir y otros elementos a familias vulnerables. Para ello, los recursos económicos reunidos a través de donaciones y del propio aporte de quienes forman parte de la ONG tenía como objetivo único la adquisición de diversos artículos que luego eran distribuidos según la demanda. Llegaron a asistir a unas 400 familias.

Pero como explicó Stella Pernía, vicepresidenta de la ONG, en una extensa charla con El Diario, la necesidad alimentaria estaba siendo cubierta por el área de Desarrollo Social de la Comuna por lo que de común acuerdo los voluntarios decidieron, a partir de las demandas que llegaban a sus oídos, continuar con la acción solidaria aunque ahora volcada a ofrecer ayuda en cuestiones relacionadas con la salud.

«Observábamos que había necesidad de medicamentos, derivaciones y otras cuestiones relacionadas con la salud humana. Entonces fue cuando cambiamos el destino de la ayuda que lográbamos y la actividad se centró en la búsqueda y obtención de medicamentos oncológicos para acercárselos a los pacientes que nos planteaban sus necesidades», explicó Pernía.-         

- ¿Por qué decidieron canalizar la ayuda a pacientes oncológicos, principalmente?

-Porque observábamos un ausencia del Estado. Los pacientes deben esperar hasta tres meses para que les llegue la medicación de la obra social. Incluso hay casos en que no llega. El cáncer avanza por la burocracia y la indiferencia. Así comenzamos a gestionar la obtención de la medicación para acercarla a quien pide ayuda. En algunos casos la tenemos a disposición en nuestro banco de drogas y cuando no es así, la buscamos a través de distintos canales, entre ellos las redes sociales.

- ¿Cómo se genera el banco de medicamentos?

- Antes invertíamos los integrantes de la ONG en la compra de alimentos. Hoy en día ese dinero lo destinamos para los gastos de funcionamiento de la ONG, para alguna derivación de pacientes o bien ayudar a familias que deben contener a pacientes con la enfermedad. En tanto, los medicamentos provienen de donaciones de los propios vecinos. Son muchos los que acercan medicamentos porque ya no los usan y de esa manera colaboran para mejorar la calidad de vida los enfermos.

- ¿La ayuda llega a pacientes sin obra social o también a quienes la tienen y no pueden acceder a tiempo y forma a la medicación?

- No hacemos distinción en este aspecto. Ayudamos a quien tiene una necesidad porque en el caso de los mutualizados o con prepaga, el trámite para obtener los medicamentos tarda entre dos y tres meses. Mientras el tiempo pasa, la enfermedad avanza. Procuramos que el paciente, ante una urgencia, pueda empezar el tratamiento. Después, si llega la medicación al finalizar el tratamiento puede donarla, si así lo considera, para ayudar a otro enfermo.

- ¿Hay un seguimiento o acompañamiento del paciente desde la ONG durante el tratamiento?

- Si. A veces no solo es la entrega del medicamento sino que también necesitan ayuda para trasladarse a hacerse estudios o bien contención. También estamos detrás de estas cuestiones como en el asesoramiento si es necesario.

- ¿Colabora algún profesional de la salud en la ONG?

- Hay un médico al que consultamos en forma particular cuando es necesario. Se trata de Gabriel Petruccelli. Pero ningún otro médico se contactó con nosotros. En el caso de los pacientes oncológicos, hay quienes le cuentan a su profesional que consiguieron la medicación a través de la ONG. Tampoco se han acercado los representantes políticos locales para conocer de nuestra labor. Nos hubiera gustado que la Comisión de Salud del deliberativo se interiorice de nuestra tarea. Contamos también con la ayuda ‘ad honorem’ de un abogado. La realidad es que en la ONG ‘Quiero ayudar» hemos formado un equipo muy lindo. Ayudamos con lo que tenemos y le ponemos mucho tiempo, ganas y amor. Nos respalda el área social de la Cooperativa de Electricidad.

- ¿Hay otras ONG que abordan esta temática? ¿Existe un trabajo en red a partir de que se detecta una necesidad?

- Existe un trabajo en red con otras ONG, alrededor de 15, la mayoría de ellas de esta provincia. Cuando aparece una urgencia se empieza a intercambiar información para tratar de llegar con la ayuda. Por ejemplo, en nuestro caso ayudamos a tres niños enfermos en el Hospital Garrahan.

- En lo personal, ¿qué te moviliza a ser parte de una acción solidaria de esta naturaleza?

- Cuándo se entrega ayuda con mercadería a quien la necesitaba, nos producía una satisfacción muy grande. Vimos con el paso del tiempo que esa necesidad la cubría Desarrollo Social, otras entidades o vecinos. Pero quien necesita un medicamento oncológico, no puede ir a pedírselo a un vecino Notamos, entonces, que podíamos lograr a través de un trabajo en equipo acercar soluciones. Esta acción me gratifica y mucho. A diario recibimos mensajes de pacientes que, incluso hasta llorando, te agradecen por hacerlos sentir un poco mejor. Y eso te llena el alma. Hay veces que hemos viajado con algunos pacientes a centros de salud fuera de Balcarce para que sean tratados. Recuerdo un caso de una paciente terminal. Acompañamos antes de la pandemia a la joven a Capital Federal, que no conocía, a una sesión de quimioterapia en un instituto. Al terminarla, estuvimos junto a Sebastián Berenguer, secretario de la ONG, acompañándola por distintos sitios porteños. Ibamos todos con barbijos para que ella no se sintiera incómoda. Uno se involucra y trata de acompañar en lo que puede. Para la ONG, los pacientes son un integrante más de esta familia. Lo que estamos haciendo es mucho más de lo imaginado. Insistimos en educar a la gente para que no deje vencer los medicamentos que no utiliza, que los conserven para así acercárselos a quien realmente los necesita, claro está con prescripción médica. Esto último es fundamental para acercar la ayuda.

- ¿Cuál sería tu mensaje final?

- Todos podemos ayudar en la salud del otro. Nosotros, por ejemplo, con nuestro trabajo en la ONG y otros donando medicamentos. También es importante la difusión para poder intervenir. Este es un equipo que encabeza Jorge Guzmán, el creador de la ONG junto a mis hijas Agustina y Guadalupe. También participan Susana Herrada, Sebastián Berenguer y Rosa Ferrari, entre otros, en distintas tareas. Fue Jorge quien puso el objetivo a cumplir y a partir de ahí todos buscamos la manera de llegar a él. Estamos comprometidos.

LA AYUDA EN NÚMEROS

De acuerdo a los registros estadísticos que maneja la ONG «Quiero ayudar», unas 600 personas están recibiendo distintos medicamentos según la necesidad. Hay enfermos cardíacos, hipertensos, diabéticos, etc. En lo que hace a la ayuda a enfermos oncológicos, la cifra llega a 40.

«Nos llena de orgullo a todos los miembros de la ONG el banco de medicamentos que armamos. Significa que la gente confía en nosotros haciendo las donaciones. Es maravilloso. Me atrevo a decir que el costo de los medicamentos reunido va entre los 8 y 10 millones de pesos. Insisto, todo esto es fruto de la solidaridad de la gente», afirmó Stella Pernía, vicepresidenta de la ONG.

Mencionó también que Joaquín Pedro colabora desinteresadamente con la entidad trayendo y llevando medicamentos a personas que los necesitan y viven fuera de Balcarce.

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