Jubilados Unidos, una gran familia que mantiene viva una sana costumbre
Con el motivo de juntarse a pasar la tarde con amigos y familiares, el Club de la Tercera Edad «Jubilados Unidos» logró a través de los años sumar una gran cantidad de hombres y mujeres que hoy conforman una gran familia. El Diario habló con Roque Luna, vicepresidente y socio de toda la vida del club, que todavía mantiene la sana costumbre de visitar todos los días el club, colaborando desde el lugar que le toque para que la institución siga vigente.
UN POCO DE HISTORIA
El Club de Tercera Edad «Jubilados Unidos» nació el 23 de julio de 1988 a raíz del deseo y el esfuerzo de un pequeño grupo de vecinos. Se reunían en la dependencia de una antigua casona de Avenida Kelly, que era cedida amablemente por sus dueños solo por unas horas. Luego se alquiló un local en 21 entre 18 y 20 en donde se realizaban comidas y chocolates. Con mucho trabajo comenzaron a incrementar el patrimonio del club, fue así que se comenzó a soñar con un edificio propio hasta que al fin llegó.
El 23 de julio de 1996 se inauguró, en el viejo galpón de Gastaldi y Cía. ubicado en calle 15 entre 20 y 22, la Asociación de Jubilados Unidos de Balcarce. Su primer presidente, Rodolfo Déramo, logró, junto a la Comisión Directiva de aquella época, comprar el edificio y reformarlo. Desde su fundación hasta la fecha, las comisiones que pasaron por el club han trabajado y mantenido el edificio acorde a sus necesidades.
Uno de los ámbitos que alberga a representantes de la tercera edad, el Club «Jubilados Unidos», está llegando al 36° aniversario de su fundación. A los iniciadores de este emprendimiento, con el correr del tiempo se le fueron sumando otros nombres y muchos de ellos todavía se mantienen, colaborando desde el lugar que pueden para que la institución siga vigente.
HÉCTOR BELLATTI
Todo lo que hay de nuevo en el club fue construido por Héctor Bellatti, que hasta sus 96 años siguió trabajando como carpintero. «Héctor tenía su carpintería enfrente al Colegio Santa Rosa, llegó en 1996 al club y trabajó en todo el frente del salón, el cielorraso, la cocina y el gran salón», mencionó Roque. Bellati falleció a los 101 años, tan importante fue su paso por el club que el gran salón lleva su nombre. En el año 2000, la Comisión Directiva y los socios de aquella época colocaron en una de las paredes del salón una placa y un retrato en su memoria.
EN CONSTANTE CRECIMIENTO
Luego de la pandemia, la frecuencia con la que los socios visitaban el club había mermado, sin embargo se las arreglaban para armar jornadas de truco y bochas. Mucha gente había dejado de ir, algunos por el COVID, otros por la edad. «Todos los días del año todo el mundo venía religiosamente a jugar al salón, desde las 17 hasta las 20. Después de la pandemia se perdió un poco de gente pero tratamos de manejarnos. Lo que más se mantiene son las bochas, no solo vienen los más grandes, sino también gente joven», señaló Roque. El club cuenta con una cancha de bochas reglamentaria, la única que aún se mantiene en pie en Balcarce.
Hoy, los más de 300 socios trabajan para que Jubilados Unidos vuelva a ser ese lugar de encuentro que lo hizo tan especial. En los años de pandemia la familia que conforma el club estuvo abocada al mantenimiento, siempre haciendo cosas. Revistieron parte de la pared del salón con durloc y lo pintaron. «El club nunca estuvo abandonado, siempre estuvimos manteniendo el edificio», afirmó Luna.
Roque es socio hace más de 25 años y reveló cómo vivieron los inicios del club. «Todo esto no existía», relató mientras miraba hacia el techo del gran salón, y agregó: «con el esfuerzo de todas las comisiones que pasaron se fue construyendo todo lo que se ve hoy. En los primeros años nos calefaccionábamos con un cañón cargado con kerosene, cuando lo prendías producía una explosión, y no era solo el ruido sino el humo del kerosene, te mataba», expresó entre risas.
LA CANCHA DE BOCHAS, EL GRAN PUNTO DE ENCUENTRO
La cancha de bochas fue construida por el primer cantinero, Roberto Mucili. En un principio era más corta, después se amplió y hoy tiene las medidas reglamentarias. Roque Luna ha ganado muchos campeonatos de bochas junto a sus hermanos, inclusive dos premios Fangio y varias menciones. «Hoy en el único lugar donde se juega a las bochas es acá, no hay otro lugar. La mantenemos y gracias a Dios todavía viene gente a participar, incluso nenes, hay uno de nueve años, nuestro socio más joven, que también juega con nosotros», contó Roque.
Para Roque es saludable que la gente joven se acostumbre a participar de este tipo de eventos. «Está bueno que eso pase, la gente joven por lo general es bastante reacia a formar parte de este tipo de clubes, pero acá no pasa», sostuvo. «Este siempre fue un club familiar, encontrás chicos de 3 años en adelante. Acá vienen personas con sus hijos que venían al club cuando eran unos nenes, es una cosa linda de ver», añadió.
Este lunes se va desarrollar el primer torneo de bochas del año, con un formato libre. «Los torneos los hacemos de dos categorías porque somos muchos inscriptos, para este torneo llegamos a 18 participantes, es un muy buen numero».
ACTIVIDADES VARIADAS
El club Jubilados Unidos cuenta con instalaciones de amplias dimensiones, y por lo tanto puede albergar múltiples actividades recreativas. En el salón se organizan cenas y almuerzos, en abril vamos a hacer la primera del año del club. También alquila el salón para cumpleaños, tertulias o fiestas. El salón principal tiene una capacidad de hasta 200 personas, además del salón chico que puede albergar hasta 100. En este último se desarrollan clases de yoga, El club también cuenta con una habilitación de enfermería y la asistencia de una pedicura.
El taller de folclore se da los días lunes y sábado, de 18 a 20. Los días martes y jueves el taller de Yoga se desarrolla en dos turnos, desde las 20 a 22 y de 14.30 a 18. El taller de Memoria se realiza los lunes, de 20 a 21.30. «Hay otras actividades en camino que se estarán agregando más adelante», mencionó Roque.