Un referente de la comunicación que deja una huella imborrable
Juan Ferreyra, reconocido por haber sido la cara visible de la señal de noticias más importante de nuestra ciudad, dialogó con El Diario a días de haber finalizado su último programa de televisión en Somos Balcarce. «Juancito», como todavía lo llaman con cariño los vecinos de Balcarce, se destacó a lo largo de sus 46 años de carrera como locutor y periodista. Trabajó en dos de los más reconocidos medios de comunicación, desde la mítica Radio Balcarce hasta el canal de noticias de Cablevisión, la que fue su casa durante casi 37 años. Su dedicación y constante trabajo, lo llevaron a convertirse en una figura importante en el medio.
«Comencé mi carrera en los medios de forma impensada, mi idea no era hacer una actividad relacionada al periodismo, sino a las ciencias económicas. Cuando sos adolescente vos ya tenés en la cabeza irte de tu casa y empezar tus estudios pero no estás al tanto de la situación económica que pasan tus viejos en tu casa», comentó Juan. Su padre Juan Bautista era dueño de «Gomería Balcarce» junto a su socio Raúl Castaño, ubicada en aquel entonces en calle 11 y 18, «la situación económica era delicada, por lo que me dijo que tenía que olvidarme de los estudios y empezar a trabajar», relató.
PRIMEROS AÑOS EN RADIO BALCARCE
En 1978 Juan comienza a trabajar en Radio Balcarce, Cristóbal Cortés, uno de los dueños se contacta con la familia de Juan y les manifiesta. «‘Quiero que mañana Juancito venga a la radio porque quiero darle una oportunidad’ fue lo que le dijo Cortés a mi mamá por teléfono. Cuando me lo comunica mi vieja le digo que ni loco voy a la radio, me daba mucha vergüenza. Al otro día Cortés llama de nuevo a mi casa insistiendo en que tenía que ir, esa vez sí me presenté, fue en los primeros días de enero del 78 cuando comencé a trabajar en Radio Balcarce. Me convertí en poco tiempo en el mejor cebador de mates de la radio», comentó Juan con una sonrisa.
«Al poco tiempo, luego de pasar algunas pruebas de dicción y entonación, comienzo a trabajar porque Oscar Spognardi había dejado una vacante. En esa época en la radio trabajaban Olga Colella, Osvaldo Localzo y se estaban quedando sin gente, por lo que me piden que empiece a trabajar. El 1 de febrero, luego de cumplir 18 años, empecé a trabajar como empleado, hacía tareas de programación, una hora por día y los fines de semana anunciaba canciones y publicidades. En aquella época Cortés nos decía, ‘una vez que pasaste la tranquera tenés que olvidarte de tus problemas. Te pueden pasar mil cosas pero vos tenés que arrancar la transmisión alegre’. Lo mismo en televisión, que encima es mucho más complicado, porque tenés que mantener una actitud positiva, sino del otro lado de la pantalla lo van a notar».
«En junio de 1979 tuve que cumplir con el servicio militar, por lo que estuve unos cuantos meses sin volver a la radio. Cuando terminé el servicio no sabia que hacer, en ese ínterín hay otro éxodo de empleados de la radio y, sabiendo mi situación, me llaman. Yo no pensaba volver, hasta ese momento la radio era un trabajo más para mí, yo quería seguir estudiando, pero al final tomé la decisión de regresar, y trabajé hasta que se cerró, en abril de 1983». Hasta el 17 de agosto del 84, fecha en que se inaugura la LRI 235 Radiodifusora San José de Balcarce, Juan trabajó en Delta Publicidad, agencia de publicidad de Eduardo Bagazette y Jorge Durand.
VOCACIÓN
Juan tuvo la fortuna de entrevistar a grandes figuras nacionales, tanto del rubro de la política como del deporte, la música y el espectáculo, entre ellos Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Sandro o Luis Landriscina. Su paso por Radio Balcarce marcó su carrera, y fue en aquel momento en donde sintió que estaba llamado a ser un comunicador. «En mi segunda etapa en la radio empecé a trabajar mucho más tiempo y ya sentía que eso era lo mío, tuve compañeros como «Beto» Vuotto, Marclo Uribe, Abel Guariste, toda gente que conocía mucho del periodismo y a la cual yo respetaba, aprendí mucho de ellos. Aprendí a redactar para radio, que es distinto a la gráfica, en donde hay lugar para desarrollar más, ahí teníamos que usar las palabras adecuadas para que la noticia impacte. Trabajé como locutor informativista hasta 1988, año en que la señal de Cablevisión empezaba a probar gente para acompañar en la conducción a Mariano Oveja Smith y Laura Bazán. Al principió lo dudé, no sentía que la televisión fuese lo mío pero de todas formas me anoté para dar un examen en la señal. Nos hicieron pruebas, entre ellas leer noticias en cámaras, y de todos los que nos anotamos me eligieron a mí. El problema era que tenia que avisar a Radio Balcarce, que en ese momento era su competencia directa, que iba a sacrificar horas para trabajar en televisión, estaba al borde de que me echaran de la radio».
LA TELEVISIÓN Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
«Durante dos años acompañé en la locución a Laura , mientras que Mariano se encargaba de toda la parte periodística. A partir del 90, empecé a tener más horas de aire repartidas con Mariano, medio día conducía él y medio día yo. En aquel momento comencé a hacer notas y a cumplir un rol más de periodista que de locutor, eso me dio la posibilidad de arrancar un programa nuevo que se llamó Convicciones. Cuando Mariano se desvincula y comienza con su propio canal de aire, me hago cargo del noticiero e ingresa Olga Colella, quien me acompañó durante muchos años», relató Ferreyra. Juan pasó 46 años de su vida vinculado al periodismo, con cinco años en la primera Radio Balcarce, 24 en su segunda etapa en radio y casi 37 años en la señal de televisión. Siendo el primer locutor en jubilarse en nuestra ciudad.
«La señal nos dio la posibilidad a todos los que trabajamos ahí de ir formándonos como profesionales, cada dos años teníamos capacitaciones de periodistas, con figuras como Nelson Castro o Mario Massaccesii y muchos otros periodistas reconocidos. Sobre cómo lograr el impacto en la gente con los títulos, los videographs, cómo hacer las entrevistas, donde te parás, qué cosas pueden salir en cámara, que cosas no. En el ambiente del periodismo siempre tuve gente que me ayudó a crecer, Oscar Spognardi fue un maestro para mi, me decía como tenía que pronunciar las palabras, dónde poner énfasis y demás».
«La tecnología fue agilizando los tiempos de trabajo, antes para hacer un móvil usabas el teléfono de un comercio para llamar a la radio y cubrir un accidente por ejemplo, hoy lo tenés todo al alcance de tu celular. Si querías transmitir necesitabas estar acompañado de varias personas para mover los aparatos que usábamos en aquella época, lleno de cables, antenas y demás. En los interiores costaba mucho transmitir y ni hablar el autódromo, la sierra tapaba la señal . En ese caso se compraba una línea telefónica y se transmitía la carrera por teléfono».
«Hoy cambió todo, se apuesta más a lo inmediato como un reel de Instagram por ejemplo, porque sino la gente se aburre. Muchas de las noticias quedan viejas, porque ya vieron el incendio desde la cuenta de un usuario que la subió a las redes, entonces le tenés que buscar la vuelta, contar algo que no se haya dicho sobre determinada noticia. Por eso entiendo que la televisión y los medios tradicionales se queden un poco atrás con la llegada de las redes sociales. Hay un público que sigue fiel a esos medios tradicionales, pero las generaciones nuevas van por otro lado.
FINAL ABRUPTO
El pasado viernes 13 el noticiero Somos Balcarce emitió su último programa, si bien había trascendido que el canal local seguiría hasta el 31 de diciembre, la medida se precipitó. «Yo sabía que el final mio se venía, porque tarde o temprano tenía que jubilarme, pero pensando que la señal seguía, esto no lo es peraba nadie. Nunca se habló de cierre y además no tuvimos oportunidad de cambiar la situación, en una compañía tan grande no hay un interlocutor con el cual dialogar. Ellos nos ofrecen firmar un retiro voluntario, a partir de ahí no hay nada que hacer».
«Es doloroso, más que nada por lo abrupto del cierre. No hubo tiempo de reaccionar, a principios de diciembre una autoridad de Mar del Plata nos llamó para comunicarnos que se hablaba de un retiro involuntario. Pensábamos que el noticiero iría hasta el 31 al menos pero ni eso. Es un golpe duro, uno está tan acostumbrado a la actividad continua del periodismo, pensando en qué hacer mañana y toda la semana, que cuesta asimilar que ya no lo vas a hacer. Por suerte el apoyo de la gente ha sido reconfortante para sobrellevar todo esto, y también el reconocimiento, estoy muy agradecido por eso».