Protección a la Infancia busca hacer pie entre su situación económica y los últimos temporales sufridos

Protección a la Infancia busca hacer pie entre su situación económica y los últimos temporales sufridos

La Sociedad de Protección a la Infancia atraviesa, como gran parte de las instituciones de nuestro medio, una difícil situación.

A la cuestión económica, que ya es preocupante, se le sumó la evacuación que se debió realizar la semana pasada, producto del temporal y que inundó las instalaciones del Hogar, ubicado en calle 28 esquina 35.

Es que en ese marco, la entidad busca hacer pie en todos sus frentes. Actualmente Protección a la Infancia alberga 21 niños de localidades de la zona, menos uno que es oriundo de nuestro medio. Pero, el dinero aportado por Provincia es cada vez más insuficiente y el fantasma de un desenlace fatal para la institución, por momentos, parece acercarse.

La presidenta de la comisión de la Sociedad de Protección a la Infancia, Marisa Benaduche, dio detalles de lo vivido con uno de los últimos temporales que afectaron a la ciudad y que motivó la evacuación del edificio de la institución.

Benaduche describió el impacto que vivió al llegar al hogar durante la tormenta: «Fue un momento de mucha tristeza, más que de desesperación. En cuestión de minutos el agua había cubierto todo; veíamos cómo flotaban los juguetes y las piñas que arrastraba el agua desde el patio inundado». Según relató, el agua, mezclada con barro, alcanzó hasta 30 centímetros de altura en algunas áreas del edificio.

Ante esta emergencia, las cuidadoras del hogar mantuvieron la calma y trasladaron a los niños a un lugar seguro. Sin embargo, el proceso no fue sencillo. «No había energía eléctrica, los bomberos hicieron lo que pudieron, pero el caudal de agua era enorme. Tuvimos que evacuar rápidamente, pero tampoco había lugares disponibles para llevar a los niños. Finalmente, una persona que administra cabañas ofreció un espacio, y trasladamos a los chicos en autos particulares», explicó Benaduche. Los 21 menores, de entre 2 y 12 años, pasaron la noche en este alojamiento improvisado, mientras el personal intentaba restablecer las condiciones en el hogar.

SIN APOYO MUNICIPAL

A pesar de la gravedad de la situación, Benaduche lamentó que no recibieran ningún tipo de contacto ni apoyo del Municipio: «No hemos tenido señales de vida del Municipio ni durante ni después de la emergencia. Entendemos que había muchas situaciones críticas ese día, pero hasta hoy no hemos recibido ni una llamada». Por otro lado, destacó la solidaridad de los bomberos, también de Aguas de la Ciudad, que destaparon bocas de tormenta, y de la Cooperativa de Electricidad, que revisó el sistema eléctrico del hogar y ayudó a reponer pequeños daños como los arbolitos navideños.

Además del impacto inmediato del temporal, Benaduche puso en evidencia los problemas económicos estructurales que enfrenta la institución: «Siempre hemos estado al límite. Dependemos exclusivamente de las becas de la Provincia, pero estamos atrasados con sueldos y aguinaldos desde julio. Las empleadas, que son monotributistas, han mantenido su compromiso a pesar de todo, y nosotros seguimos respetando los aumentos salariales y demás derechos como si estuvieran en relación de dependencia, pero la situación es insostenible».

RESIDENTES ZONALES

En el hogar residen actualmente niños provenientes de diferentes localidades bajo medidas de abrigo dictadas por la Justicia, con sólo uno de ellos oriundo de Balcarce. «Esto no depende de nosotros, sino de las decisiones del Zonal que supervisa la zona valga la redundancia, desde Mar del Plata. Siempre hemos estado dispuestos a recibir niños de Balcarce, pero las circunstancias han hecho que la mayoría provengan de otros lugares», aclaró.

INCERTIDUMBRE

De cara al futuro, las perspectivas son inciertas. La presidenta de la comisión teme que los problemas económicos se agraven a principios de año, cuando las becas se demoran aún más debido al período de feria administrativa: «Llegamos siempre al límite, y ya no sabemos hasta cuándo podremos sostenernos sin recibir los fondos que nos corresponden».

ESPÍRITU NAVIDEÑO

A pesar de las adversidades, el espíritu solidario y el compromiso del equipo del hogar han sido claves para garantizar el bienestar de los niños. Benaduche destacó que, incluso en estas circunstancias, se esfuerzan por transmitirles alegría y mantener vivo el espíritu navideño: «Para ellos, la evacuación fue como un paseo, y ahora estamos trabajando para que puedan disfrutar de una Navidad como se merecen».

RECAUDACIÓN DE FONDOS

Como parte de los esfuerzos para recaudar fondos, la institución organizará una venta de pizzas durante los días 24, 25 y 26 del corriente. Las pizzas se ofrecerán frías, con queso y listas para hornear, a un precio de $7.000 cada una. Los tickets para la preventa ya están disponibles, y la entrega se realizará en la plaza Libertad en esos días. Los fondos recaudados serán a total beneficio de la Sociedad de Protección a la Infancia y otra institución local, compartiéndose en un pozo común.

Asimismo, Benaduche anunció que próximamente realizarán la rifa de una moto donada por un vecino. «Estamos esperando terminar algunos trámites con la Municipalidad para poder lanzarla. La rifa tendrá un costo de $2.000 y se sorteará el 1 de marzo», sostuvo. La presidenta invitó a la comunidad a colaborar adquiriendo las pizzas o participando de la rifa para ayudar a la institución a superar estas dificultades.