Dance Pasión celebra su primera década con un festival colmado de talento
El Instituto dirigido por Cecilia García Montoya cumple 10 años y lo festejará el 6 de diciembre en La Pulpería con un espectáculo que reunirá a todos los grupos y estilos. En una entrevista con El Diario, la directora y profesora repasa sus inicios, la evolución de la escuela y el trabajo con niñas desde los 2 años, en una trayectoria marcada por la pasión y la construcción de un fuerte vínculo humano.
"DANCE PASIÓN ES UN SUEÑO CUMPLIDO"
Para Cecilia García Montoya, directora y profesora de Dance Pasión, la celebración de los 10 años del Instituto tiene un valor profundamente personal. "Dance Pasión para mí es un sueño cumplido. Siempre amé bailar, lo hago y estudié desde muy chica. Me encanta enseñarles y compartir la misma pasión con mis alumnas, hacer que se enamoren de la danza", afirma. En esta década, explica, hubo momentos hermosos, aprendizajes constantes y también episodios dolorosos, como la pérdida de una alumna en un accidente: "Conocí gente maravillosa y fuimos formando una gran familia donde compartimos mucho tiempo y experiencias nuevas. Cada año el Instituto crece más y las niñas disfrutan de esta disciplina tan hermosa".
UNA PROPUESTA QUE ABRAZA LA DIVERSIDAD
La formación en Dance Pasión abarca danzas clásicas, danza española, Pro Dance y ritmos más modernos, una decisión que responde directamente al recorrido artístico de Cecilia. "Desde muy pequeña -antes de los 3 años- estudié danzas españolas y clásicas. A los 13 comencé con jazz y después, ya más grande, viajé a Necochea para aprender reggaetón", cuenta. Esa diversidad, asegura, permite que cada alumna encuentre su propio espacio: "Hay danza para todos los gustos y para cada temperamento. Al que le gusta bailar siempre busca más y aprender otras disciplinas. La edad para empezar nunca es tarde, mientras uno tenga ganas, energía y quiera moverse, eso es lo importante".
APRENDER DESDE EL JUEGO, CONSTRUIR DESDE LA DISCIPLINA
Uno de los sellos del Instituto es el trabajo con niñas desde los 2 años. Allí la pedagogía se adapta al mundo infantil sin perder la esencia de la técnica. "Con las más chiquitas se trabaja desde el juego, pero siempre basándose en la disciplina y sus técnicas", detalla. En cada clase se utilizan elementos que las motivan: polleras, maquillajes, brillos y música acorde a su edad. "Así, con paciencia, van aprendiendo los bailes y llegan a hacer las coreos solitas", relata.
La profesora destaca además la construcción de un ambiente de compañerismo: "Busco la unión entre ellas, la ayuda. Por suerte lo he logrado. Cuando entra alguien nuevo, enseguida la integran al grupo". También resalta el rol de las familias: "Los padres siempre nos acompañan. Al ver a sus hijas contentas, disfrutando de lo que hacen, están ahí apoyándonos".
UNA VIDA ATRAVESADA POR LA DANZA
La historia de Cecilia con la danza comenzó incluso antes de que pudiera expresarlo con palabras. "Descubrí que me gustaba bailar antes de cumplir los 3 años. Mi papá estaba en la comisión de la Sociedad Española y me llevaron a ver un festival de fin de año en el Teatro. Estuve todo el espectáculo diciéndole a mi mamá que quería bailar con las nenas", recuerda. Desde ese día no se detuvo.
Se formó primero con las profesoras Adriana y Mónica Rodríguez y luego con Liliana Moschetto, donde también estudió jazz y obtuvo su título. Con los años comenzó a dar clases, primero junto a Moschetto y luego convocada por la Sociedad Española. "Cuando nació mi segunda hija formé mi propio grupo. Uno de los motivos es la pasión, me encanta transmitir esto tan hermoso y acompañar el crecimiento de las niñas", señala.
Además del valor emocional, destaca los beneficios concretos de la danza: "Mejora la salud cardiovascular, fortalece músculos y huesos, aumenta la flexibilidad y la coordinación, reduce el estrés y la ansiedad, mejora la memoria, la autoestima y fomenta la expresión corporal".
LO QUE VIENE: UN FESTIVAL PARA CELEBRAR LA HISTORIA Y EL FUTURO
Dance Pasión realizará su festival de fin de año el 6 de diciembre a las 20:30 en La Pulpería, donde se festejará formalmente el cierre del ciclo 2025 y el décimo aniversario del Instituto. La entrada cuesta $5.000, durante la velada participarán todas las alumnas de las distintas disciplinas, mostrando lo aprendido a lo largo del año. "Habrá diferentes danzas, mucho color, vestuarios y brillos. También contaremos con bailarines invitados de Balcarce y de Mar del Plata", adelanta Cecilia.
Y fiel a la identidad del grupo, el festejo seguirá después del escenario: "Al término del festival nos quedaremos bailando y disfrutando".
Como un condimento especial, Cecilia comparte un detalle íntimo que resume la esencia de este recorrido, su hija, que hoy tiene 11 años, forma parte del grupo desde los 20 meses. "Comparte la misma pasión y se baila todo, la enana", dice entre risas. Un reflejo perfecto de estos 10 años donde la danza, más que una disciplina, se convirtió en un lazo que une generaciones.
