Muestreos biológicos de plaguicidas en sangre y orina arrojaron números preocupantes

Muestreos biológicos de plaguicidas en sangre y orina arrojaron números preocupantes

Claudio De Francesco y Gabriela Hassan, participantes del muestreo biológico humano del proyecto SPRINT, expusieron diferentes muestreos biológicos de plaguicidas en sangre, orina y materia fecal, reflejando números alarmantes. Se trata de un proyecto Internacional sobre plaguicidas en el ambiente y su impacto en humanos que involucra a 11 países. Virginia Aparicio, representante de INTA, es la encargada de llevar adelante el proyecto SPRINT en Argentina y quien seleccionó a varios voluntarios para compartir diferentes estudios del impacto de agroquímicos. “Gabriela y yo somos dos voluntarios de Laguna “La Brava”. Además, participaron voluntarios de otras localidades cercanas como Balcarce, Necochea, Lobería, San Manuel y Tres Arroyos, entre otras”, señaló De Francesco a El Diario.

“De todas las localidades se seleccionaron personas que cumplieron distintos roles: consumidores que viven en ciudades y que no tienen contacto directo con la actividad agropecuaria; "Gabi" y yo que somos categoría vecinos, que viven en localidades chicas próximas a campos con diferentes cultivos. Productores convencionales, que aplican plaguicidas y los agroecológicos, quienes minimizan la aplicación de agroquímicos. De estas cuatro categorías había 73 individuos. De la totalidad de personas que se muestrearon, algunos compartimos libremente los resultados para armar una base de datos y llegamos a conseguir 22 muestras”, remarcó Claudio.

“Los muestreos se tomaron a fines de 2021, en algunos casos, se tomaron muestras de las comidas, como un seguimiento de cosas puntuales que los voluntarios consumían durante el día. A todos nos hicieron una encuesta previa para saber sobre nuestros hábitos alimenticios”, agregó De Francesco.

Se mostraron diapositivas de sus estudios de agroquímicos en sangre, orina, materia fecal, y del aire del lugar en el que viven. Las 22 muestras publicadas exponían que todas las personas muestreadas tenían plaguicidas en sangre, orina y materia fecal; como también gran carga de plaguicidas en el aire en el que reside cada participante.

“El número total de plaguicidas que se encontraron en sangre por cada persona oscilaba entre 2 y 8 compuestos diferentes de plaguicidas. En nuestro caso el muestreo reflejó entre 2 y 3 compuestos, lo cual en comparación es un número bajo. En orina, la cantidad de compuestos varió entre 6 y 13, no hubo una sola persona que tuviera menos que 6 plaguicidas. En cuanto a la materia fecal hubo variaciones amplias, desde 0 a un máximo de 13 compuestos. Por otra parte en el aire, el mínimo fue 7 y el máximo llegó hasta 30”, afirmó el voluntario.

También se mostraron la suma de las concentraciones individuales de plaguicidas, la cual arrojó números bastante llamativos. “No solo reflejamos cuantos compuestos diferentes tenemos sino qué concentración tienen esos plaguicidas. Los valores en sangre y orina se midieron en microgramos por litro, y la materia fecal y aire por microgramos por kilo. La concentración de plaguicidas en la sangre varió entre 0,16 y 6 microgramos por litro, en la orina entre 3 y 58 microgramos por litro, en la materia fecal entre 13 y 258 microgramos por kilo y por último en aire los valores se movieron entre 8,5 y 554 microgramos por kilo”, remarcó. “En nuestro caso, que formamos parte de la categoría vecinos, estamos entre los valores más bajos, pero de todas maneras son números preocupantes”, añadió.

Los agroquímicos que se repetían con mayor frecuencia en los muestreos eran herbicidas e insecticidas, que pueden provocar desde irritación de ojos hasta indigestión, dolores de cabeza o vómitos, dependiendo de la concentración. Al ser varios estudios publicados de vecinos de Balcarce, fue la disertación que más impactó al público, ya que lo más seguro es, que todos los presentes en la charla, como todos los pobladores de la ciudad, tengan en sangre, orina y materia fecal, resultados muy similares.

Por último, De Francesco mencionó que muchos de los que presenciaron la charla coincidían en la misma pregunta, qué efectos tienen este tipo de agroquímicos en nuestra salud. “Muchos se mostraron sorprendidos por la cantidad de compuestos, preguntándonos qué efectos tienen en la salud, pero la realidad es que hoy en día no se sabe a ciencia cierta cuan nocivos pueden ser. No solo un compuesto en particular sino en su conjunto”.

Uno de los objetivos del proyecto SPRINT es tratar de ver cómo funcionan estos compuestos en el cuerpo y de concientizar a la población por el uso y abuso de los agroquímicos, abogando por una reducción en la cantidad de plaguicidas que resultan nocivos tanto para la salud como para el medio ambiente.