La biblioteca «Pizzurno» celebró el aniversario de su centenario
No es para cualquiera y tratándose de una institución tampoco lo es. Festejar 100 años, un siglo, más que un desafío, es un logro mayúsculo, de un calibre hasta impensado para aquellos maestros fundadores de la biblioteca pública «Pablo Antonio Pizzurno», que este miércoles 13 de marzo festejó su centenario con un acto protocolar, para luego dar paso al ágape y al disfrute de una porción de torta.
El acto propiamente dicho tuvo reconocimientos, palabras alusivas a la fecha, interpretaciones artísticas, el descubrimiento de placas conmemorativas entre otras cuestiones.
Para dar inicio al acto, se entonaron las estrofas del Himno Nacional, interpretado por Francisco Butzonitch en el violín y Leandro Blanco en el piano.
Posteriormente, se llevó a cabo el descubrimiento de las placas: una de ellas por parte de la Municipalidad de Balcarce que fue descubierta por el propio Intendente Municipal y el senador provincial Ariel Martínez Bordaizco que estuvo presente en la oportunidad, otra de las placas conmemorativas descubiertas fue aportada por la Asociación de Bomberos Voluntarios.
INVOCACIÓN RELIGIOSA
Más tarde, se concretó la invocación religiosa ecuménica, a cargo del Padre Pablo Etchepareborda, párroco de la Iglesia «San José» y por Claudio D’Amico, presidente del Consejo Pastoral de Balcarce.
En primer término, el Padre Pablo, expresó: «se habrá escuchado alguna vez que ‘el saber no ocupa lugar’ y cuando veo a la biblioteca digo: ‘qué contradicción’, porque todos los libros que de alguna manera manifiestan la sabiduría del pueblo, ocupan espacio, pero lo tenemos para nuestra mente porque hace bien estudiar. Es muy lindo pedirle al Señor esa gracia para que ilumine a las personas que trabajan en la biblioteca, a aquellos que se acercan a leer, estudiar a prepararse en algún área del conocimiento y también, por qué no, a las que utilizan el libro como un hobbie, como un entretenimiento para hacer crecer el espacio en la mente y en el corazón».
En segundo término, el pastor D’Amico, manifestó: «cien años implican tiempos de permanencia, de continuidad frente a los distintos desafíos que nos presenta nuestra Nación, nuestra sociedad, los cambios profundos que se dan de manera tan vertiginosa.
Así que entendemos que hoy hablar de un libro, no es solamente hablar de la hoja escrita sino también de lo digital, lo cual implican otros desafíos».
UNA DECLARACIÓN DE AMOR
Quien tomó la palabra a la hora de brindar testimonio sobre la biblioteca, fue en primer lugar, Marisol Moreno, directora de la institución, que se desempeña allí desde 1997. En prinicipio, Moreno visiblemente emocionada, expresó: «hoy estamos celebrando ni más ni menos que el centenario de una de las instituciones más antiguas y queridas de nuestra ciudad: la biblioteca ‘Pablo A. Pizzurno’. Pongo en evidencia que es un honor y un privilegio para mí poder participar de este festejo. Las siguientes palabras, no solamente serán un discurso, sino una declaración de amor y agradecimiento forjado desde lo más profundo de mi corazón y que a través de los años comenzó a nutrirse en esta biblioteca».
A continuación manifestó: «en este día celebramos los 100 años de ‘la Pizzurno’ y el cariño, compromiso y voluntad de toda la comunidad balcarceña en especial de quienes habitaron y habitan esta biblioteca, lograron con todo su esfuerzo, que la institución alcanzara el centenario. Deseo destacar que este festejo no sólo es una recordación de fechas, sino también una cálida rememoración de los momentos y las personas que vivieron».
En referencia a la biblioteca, Moreno puntualizó: «si bien una biblioteca es un lugar donde se guardan libros desde el punto de vista estrictamente etimológico, es un escenario de importancia sustantiva para el desarrollo de toda la sociedad: por su vocación de servicio, su intención comunitaria y su compromiso educativo y cultural. El espacio bibliotecario donde nos desempeñamos todos los días, es un lugar mágico, único y acogedor. Que catapulta al maravilloso mundo de las letras, que es tutor del conocimiento y que motiva el amor a la sabiduría. Que los socios, todos, son fundamentales para la biblioteca, pero también para el corazón de sus bibliotecarios. La biblioteca no se compone sólo de un conjunto de libros leídos, sino de una compañía y un refugio para muchas personas, que a pesar del implacable avance tecnológico y virtual somos resilientes y seguimos vivos siendo muy importantes para la comunidad».
Y prosiguió: «esta institución cultural y centenaria cuenta en su haber con momentos de tropiezos, renacimientos, refundaciones, pero sobre todo está nutrida por el acompañamiento de toda la sociedad. Por estas enumeraciones y muchas más, este festejo es un agradecimiento a todas aquellas personas que estuvieron y que están, que ayudaron y ayudan y que formaron de alguna u otra manera la larga vida que tiene esta biblioteca».
Por último, manifestó: «voy a recitar una frase de Jorge Luis Borges: ‘siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca’. Feliz cumpleaños a todos, porque la biblioteca nos pertenece a todos».
LA HISTORIA
Por otra parte, también brindó su palabra la presidenta de la comisión de la institución, Herminia Ridao, que se encuentra en esa posición desde el año 2021 y se refirió a la historia de la institución y al impacto en la comunidad: «celebramos los 100 años de la biblioteca pública y popular ‘Pablo A. Pizzurno’. En realidad, el germen de esta institución se remonta a comienzos del siglo XX, pues en 1905, cuando el 60% de la población de Balcarce era analfabeta, la Asociación de Maestros con apoyo del vecindario, abrió una biblioteca denominada ‘Bernardino Rivadavia’ en la Sociedad Española. Diversas circunstancias interrumpieron este servicio y los bienes de la biblioteca se trasladaron a la Escuela Primaria N°1, funcionó durante un tiempo en el Colegio Parroquial ‘Emilio Lamarca’ y en la Escuela de Educación Secundaria N°1. Finalmente en diciembre de 1923, un grupo de docentes se separó de la Asociación de Maestros, elaboró un estatuto e impuso el nombre del ilustre maestro argentino, el profesor Pablo Antonio Pizzurno. Así se solicitó la personería jurídica».
Continuando con su relato, prosiguió: «el gobierno de la Provincia de Buenos Aires aprobó la personería jurídica el 13 de marzo de 1924. Así funciona desde entonces nuestra institución, de manera ininterrumpida y habiendo estado presente en su inauguración, el mismísimo Pablo Pizzurno».
En relación al edificio que hoy en día ocupa la biblioteca en la intersección de las calles 15 y 20, Ridao explicó: «desde 1955 la biblioteca funciona en su local propio gracias a la donación del vecino José Astelarra y la suscripción de la comunidad para la construcción del mismo y que se ha ido ampliando con el correr de los años».
Remarcó además el valor de la lectura, así como también la adquisición de los conocimientos mediante los libros: «hago hincapié en los libros como una tecnología y dinámica perdurables. Es nuestra biblioteca una entidad sin fines de lucro y de bien público, debemos fortalecer su estructura profesional, técnica y administrativa, sólo así se podrá mejorar la misión que por ley la biblioteca tiene: garantizar el ejercicio del desarrollo y el derecho al acceso a la información, fomentar la lectura y demás técnicas aptas para la investigación, consulta y recreación. Además promover la cultura y la educación permanentemente en el pueblo».
Para finalizar, Ridao realizó la invitación de diferentes entidades a la biblioteca en el marco del centenario de la institución: «invito a entidades culturales, educativas y sociales a continuar celebrando estos 100 años de vida y esperanza junto a la biblioteca durante todo este año. Expresiones artísticas, jornadas de lectura, talleres y debates, desafíos que promuevan el pensamiento crítico, la lectura y la escritura. La educación hace libres a los pueblos. No cabe duda que serán los docentes como quienes fundaron esta institución, los que con una firme convicción, podrán continuar sosteniendo esta biblioteca», cerró.
Finalizado el acto protocolar, los presentes se dirigieron a la entrada que se ubica en la esquina de las calles 15 y 20, para cantar el feliz cumpleaños a una de las instituciones más longevas de Balcarce y estandarte de la alfabetización de la ciudad.