El pianista balcarceño que recuperó más de 100 años de historia tanguera
Hace ocho años, un músico balcarceño comenzó un trabajo minucioso de recuperar y transcribir a partituras diferentes tangos grabados en piano. Poniendo a prueba sus conocimientos en composición, arreglos musicales e interpretaciones en piano, logró llevar al papel a representantes de la música popular argentina de diferentes etapas de la historia del tango. Manuel Campoamor, Roberto Firpo, Mariano Mores, Enrique Delfino, Sebastián Piana, Osvaldo Tarantino y Osvaldo Berlingieri fueron los pianistas elegidos. Las partituras fueron publicadas en 2019 en el primero de dos libros “Los pianistas del tango. Volumen 1”.
El autor balcarceño, Martin Jurado, junto a su colega Adrián Enríquez, llevaron adelante una transcripción de grabaciones de tangos en piano interpretados durante el siglo XX. Una obra puesta a disposición de músicos y docentes actuales y de las generaciones venideras. A pocos meses de la publicación del segundo tomo “Los pianistas del tango 2. Milongas”, El Diario dialogó con Martin Jurado para conocer un poco más acerca del trabajo detrás de estas obras.
Martin Jurado es pianista y compositor, trabaja como profesor de piano, guitarra y dirección de orquesta en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata y como docente en Música Popular Argentina del Ciclo Superior del Conservatorio de Música “Manuel de Falla” de la ciudad de Buenos Aires. El autor balcarceño explicó que el proceso de trabajo del primer tomo comenzó en 2015. “La inquietud por transcribir estas partituras surgió porque sabíamos de la existencia de grabaciones de tango que datan del año 1911. Contábamos con las grabaciones pero no con las partituras, entonces con Adrián Enríquez decidimos ponernos a desgrabarlas”, indicó Jurado.
“Al ser obras de muchos años no suenan bien, en esa época se grababan en cilindro, ni siquiera en disco de pasta, por lo que el trabajo era complejo. Hicimos una selección de grabaciones desde 1911 hasta el año 2000. Este tipo de obras no solo tienen un valor histórico, sino también académico, que nos sirven tanto a nosotros como a los demás docentes que quieran interpretar y enseñar sobre la música popular, algo que no se da con mucha frecuencia en los conservatorios”, agregó.
“MILONGAS”
El segundo tomo, que representa la continuación de la obra “Los pianistas del tango 1” indaga en cómo la milonga, aún siendo parte de la tradición del tango, a la vez puede ser analizada con autonomía propia. “En este segundo tomo nos centramos en dos pianistas referentes en la milonga, Pintín Castellanos y Sebastián Piana. El libro fue publicado y presentado en el Mundial de Tango en la Academia Nacional del Tango. A fin de año tendremos otra presentación en el Conservatorio “Manuel de Falla”.
El pianista balcarceño remarcó que el libro “Los pianistas del tango 2. Milongas” tiene una particularidad. Hay una parte escrita, bastante extensa, en las primeras páginas. “La milonga puede ser vista como un género independiente, como un subgénero, o como uno de los géneros que integran el repertorio clásico del tango”, apunta el investigador Omar García Brunelli en el prólogo del libro. Brunelli es un investigador del Instituto de Musicología “Carlos Vega”. “En este tomo incluimos la primera milonga ciudadana que fue tocada por una orquesta típica, la milonga de Pura Cepa. Que fue creada por José Ceglie, y grabada en 1935 por Juan D’Arienzo”, agregó Jurado.
El autor balcarceño sostuvo que las primeras grabaciones fueron recopiladas por el Insituto Nacional de Musicología. “Las demás las fuimos recopilando de entrevistas con coleccionistas, que se interesaron en nuestro trabajo y nos fueron pasando grabaciones. Después vino un proceso más técnico, de escuchas, en donde sacamos lo que nos servía más a la hora de interpretar y enseñar, teniendo en cuenta que además de músicos somos docentes. Encontramos en estas transcripciones un valor agregado, que era de utilidad para profesores o estudiantes de piano que están más vinculados a la música académica y no tanto a la popular”.
UNA OBRA INSPIRADORA
“La idea es que la trascripción sea lo más pura y fiel posible de lo que escuchamos en la grabación. Para hacerlo tenés que tener oficio en el género, tocar solo, con orquesta y además lleva su tiempo. La selección del material, limpieza y ecualización mediante software nos llevó un promedio de dos y tres años en cada libro”.
La primera publicación sentó un antecedente, las partituras sirvieron de inspiración para otros colegas pianistas que tenían intención de expandir la obra. “Fue muy lindo lo que pasó después que publicamos ese primer tomo, porque otros músicos empezaron a poner en valor a pianistas u orquestas y empezaron a aparecer publicaciones de libros parecidos al nuestro. Tomaron autores de nuestro libro para desgravar discos. Es un plus, porque nos sirve a nosotros, ya que interpretamos esta música en lo cotidiano y además te dan ganas de seguir con el trabajo porque sirve para otra gente”. Los tomos no solo tuvieron éxito en nuestro país, sino que sus ventas fueron superadas en otros países. “Afuera parece que interesa más, sobre todo porque no es tan fácil el acceso a este tipo de material, es más difícil que llegue, por eso los dos tomos están traducidos al inglés”, agregó Jurado.
INICIOS EN LA MUSICA
Jurado se inició en la música desde muy joven, a los 10 años empezó a estudiar tango con Lorenzo Carlón, músico y profesor de jazz de nuestra ciudad. De adolescente comenzó a estudiar, en paralelo con la secundaria, en el Conservatorio de Música "Luis Gianneo" de Mar del Plata. Años después, en La Plata, cursó el profesorado en composición musical en la Facultad de Artes. “Arranqué por la música popular, sobre todo porque mi primer profesor se dedicaba a ese género, el vínculo con el tango se dio con el tiempo, escuchando a otros autores. Cuando me metí en los conservatorios y en la universidad tuve más contacto con la música clásica”.
“Cuando me recibo, en 2002, me muevo a Buenos Aires y empiezo a tocar de todo, salsa, rock, en banda de covers. En aquella época, un trompetista que tocaba conmigo me comentó que una casa de tango estaba buscando músicos. Estaban conformando un quinteto de tango con bailarines. Yo veía que en La Plata había mucha gente que le gustaba el tango como a mí, lo vi como una salida laboral. Tocábamos todas las noches con bailarines y músicos para turistas. Dos años después pasé a una compañía de músicos y bailarinas a trabajar para el canal de cable ‘Solo Tango’. Con esa compañía viajé mucho, hicimos muchas giras”. Entre 2003 y 2015, Martin recorrió diferentes países junto a su compañía, entre ellos Rusia, China, Japón, Taiwan, Líbano, Brasil, Colombia, Venezuela, Alemania y Suiza. “El tango es totalmente opuesto a la música que se consume en Asia por ejemplo, tienen una cultura muy diferente. La danza llama mucho la atención por esto del contacto entre los bailarines. Son países más estructurados, el tango y la danza llama mucho la atención y además gusta mucho”.
EL TANGO, UN FENÓMENO DE OTRA ÉPOCA
“Hoy la cultura del tango está más arraigada en Capital que en el resto del país. Creo que el tango no deja de ser una música local, es como el folclore de la ciudad de Buenos Aires. Te alejás de la ciudad y la cultura del tango se pierde, pasó de ser una música popular a un género más de nicho. En el exterior sí se consume más la cultura del tango. Si voy a Corrientes no sé si tengo milonga todas las noches, pero voy a Berlín y Tokio y sí lo encuentro. Allá es común encontrar festivales de tango, son una réplica de los festivales de la ciudad de Buenos Aires. El fenómeno del tango en Argentina perteneció a otra época, hoy hay más variedad de géneros. Por eso para nosotros, que estas transcripciones sean de utilidad y tengan ese valor agregado hoy en día resulta gratificante”.