Hubo buenos negocios en el remate de Inambú
Fue un día soñado, desde lo climático y también por la concreción de buenos negocios por parte de aquellos ganaderos que no quisieron perder la oportunidad de acceder a genética Angus de excelencia en el decimosegundo remate anual -el quinto consecutivo en sus propias instalaciones- de la cabaña Inambú, propiedad de Martín Tinello.
El sol brilló a pleno en una jornada que disfrutaron clientes y amigos de la cabaña en un predio que lució impecable, sumado a la exquisita gastronomía.
Una vez más, Inambú colocó todo lo que puso en venta, desde los toros y hembras PP hasta los PC y vaquillonas MAS.
El anfitrión destacó en la previa al inicio de la subasta a cargo del martillero Juan Wallace, de la firma Wallace S.A., que contó con la colaboración de Aicega y Cía. SRL., el desempeño de todo el equipo de trabajo para presentar el resultado de muchos años de inversión en genética de punta.
EL VALOR DE LA
GENOMICA
Un punto sobre el que puso el acento Tinello fue que los ejemplares que salieron a venta tenían sus correspondientes DEPs, enriquecidos con genómica, "que es información. Creo que hay que trabajar muchísimo con el biotipo y fenotipo y también en la toma de decisiones para producir mayor cantidad de kilo de carne por cada animal que estemos mandando a faena".
No dudó luego en afirmar que "la ganadería argentina tiene un futuro terrible, enorme, con los millones de personas que se suman a consumir proteína vacuna cada año en los mercados asiáticos. A seguir trabajando en ese sentido".
Por su parte, Patricio Aicega, de Aicega y Cía. SRL., agradeció a Tinello por seguir confiando en la firma al momento de la subasta, junto a Wallace S.A. Aconsejó a los criadores a "aprovechar este momento espectacular de la ganadería. Mejor, imposible. No recuerdo, desde que soy chico, que las vacas hayan tenido el valor actual y el futuro es inmejorable para la actividad. Y a esto se le suma que creo que vamos a entrar en la mejor primavera de los últimos años".
Y su consejo parece que prendió en los compradores que se llevaron genética de punta para los rodeos.
Con un trámite ágil y una puja interesante a la hora de levantar la mano para mejorar el precio -muchos lotes ya tenían preofertas aunque esos valores fueron mejorados- se concretó el remate.
Las hembras de pedigree abrieron el camino en la hermosa tarde. La calidad se pagó a buen precio con un máximo de 10.200.000 pesos por una hija de Escorpión. El promedio logrado por fue de 7.240.000 pesos.
Luego se registró la venta de cuatro lotes de embriones, con garantía de dos preñeces como aliciente para invertir a futuro, que fueron adquiridos por cabañas reconocidas.
Le siguieron los toros de Pedigree, de padres reconocidos de la raza. Hubo elecciones luego de que el martillo fuera y viniera de un lado a otro por el interés que despertaron los animales ofrecidos.
El valor máximo fue alcanzado por un ejemplar hijo de Rufián por el que desembolsaron la suma de 12 millones de pesos mientras que el promedio fue de 7.244.444 pesos.
La subasta continuó con los toros PC, hijos de Furai, Escorpión, Pamperito, Anicetto y Necio, con un valor máximo de 5.900.000 pesos y un promedio de 4.270.192 pesos.
El cierre fue con los lotes comerciales, tanto PC MAS y generales, tanto paridos como preñados. El interés quedó demostrado en la rapidez con que estos animales encontraron compradores.