Vianna: «Hoy más que nunca la intermediación de los martilleros va a ser necesaria"
El Decreto de Necesidad y Urgencia firmado por el presidente Javier Milei, significó una desregulación en importantes sectores de la economía, entre ellos, el mercado de alquileres. La derogación de la Ley de Alquileres implica que los contratos que se lleven a cabo a partir del 29 de diciembre, fecha en que entra en vigencia el DNU, se firmarán bajo la normativa del Código Civil y Comercial, con algunas modificaciones. En este contexto, El Diario habló con Carolina Vianna, delegada local del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Mar del Plata, para conocer su opinión acerca de las repercusiones que puedan traer este decreto una vez que entre en vigencia.
«Hasta el 29 de diciembre, en los contratos de alquiler se aplica la ley vigente. Pero, ¿qué pasa si este decreto se aprueba? De esos 13 puntos, hay cuatro que son muy importantes a tener en cuenta: el libre pacto entre las partes del plazo, la moneda, el índice y la actualización. Lo que me parece que va a pasar es que va a haber una regulación natural, tanto el propietario como el inquilino van a buscar los plazos y precios que se ajusten a sus necesidades. Creo que hoy más que nunca la intermediación de los martilleros va a ser necesaria, porque de esa manera se llegan a acuerdos. Las personas que se acerquen a la inmobiliaria van a querer conseguir un alquiler de mínimo un año. Y yo voy a tener que consensuar con un propietario que quería alquilar su propiedad a cuatro meses, a que lo extienda por un año, diciéndole cuáles van a ser los beneficios. Tanto por el cuidado, la permanencia, la estabilidad o la confianza que nosotros ya tenemos con los clientes», indicó Vianna.
La martillera sostiene que la opción de acuerdo entre partes, como funcionó la norma hasta 2020, ofrece una vía para aliviar la presión en el mercado de alquiler. «Hay que empezar a mostrarle al propietario dónde están los beneficios. Estuvimos regulados y estructurados en una situación en la cual no había beneficios, ni para uno ni para otro. Ahora nos dicen que somos libres y muchos no saben qué hacer. Entiendo que es un cambio brusco pero podemos encontrar la forma de regularlo de forma natural. Hacerle entender a las personas que se puede encontrar un precio razonable entre las partes. Empezamos a mostrarle a los clientes referencias, estadísticas de nuestras oficinas y qué sería lo mejor para nuestros clientes».
«Balcarce tiene una comunidad que ya se conoce mucho y hay confianza, y creo que al propietario le interesa un cliente estable, teniendo en cuenta que el índice de inflación aumenta cada mes. En ese afán, cada uno tendrá que administrar los recursos para sostenerse en lo que viene y ser cautelosos para cumplir nuestros compromisos y empezar a acomodarnos como país. Entiendo que lo que estamos transitando nos va a llevar a mejorar, además no es algo nuevo este cambio. Hay que recordar que antes del año 2015 el mercado de alquileres también tenía estas libertades, no tantas como ahora, pero era libre. Si vos tenías un inmueble para alquilar lo hacías en 24 meses, ahí estaba tabulado el plazo mínimo y máximo».
DESAFIO A NIVEL PERSONAL Y PROFESIONAL
«Los aumentos siempre estuvieron, también hay que ser claros con esto, para viviendas familiares estaban establecidos en un 20% o 25% anual. La posibilidad de la libertad estaba dada conforme a los ingresos del inquilino y se pactaba entre las partes un precio razonable. A partir de la regulación del 2020, esa libertad se cortó y de golpe te la devuelven pero con más opciones. Es un desafío muy grande a nivel profesional pero también personal, porque hay que escuchar la historia de cada una de las personas, tanto del locador como del locatario. Un locatario va a pensar que cada un año se va a tener que mudar de casa, también hay que ver que le pasa a un locador, con la posibilidad de alquilar por menos tiempo. Eso va a depender de la capacidad de gestión de los martilleros y la capacidad humana de la persona que tengamos delante. Vamos a tener que empezar a manejar situaciones de un lado, que son muy delicadas y que involucran a familias, y de un propietario que nos va a preguntar cuál es nuestra sugerencia, cual es el beneficio y los contras de tener un cliente por dos años o por algunos meses», afirmó Vianna.
REFORZAR LA CONFIANZA
«Hemos pasado experiencias de vida, como por ejemplo alquileres temporales, y sé el esfuerzo de un propietario por entregar una unidad arreglada, pintada y equipada y en seis meses, en un alquiler de temporada, ver deslucido todo tu esfuerzo. Por eso es importante el diálogo, acordar y sugerir qué es lo mejor para todos. Sé que hay propietarios que están enojados desde el año 2020 a esta fecha, porque quedan con contratos largos, desactualizados, y con alquileres que no te alcanzan para cubrir las compras del mes. Y todavía quedan vigentes muchos contratos que se celebraron en esa época, por eso hay que escuchar todas las historias, y darle la confianza de que su propiedad puede volver a entrar en el circuito de alquiler y que toda situación va a regularse de alguna manera con valores más actualizados. Si la confianza está debilitada, es un momento para volver a reforzar ese lazo, ir para un lado más humano que comercial, y sobre todo más justo. De esa confianza van a salir nuevas transacciones, y ojala todo esto sea un inicio de, además de una medida económica que nos permita crecer como país, una oportunidad para que las relaciones de las personas cambien», concluyó.