Pasión en miniaturas
El hobby y la pasión por coleccionar automóviles en escala nunca pasa de moda. Todo lo contrario: a medida que se conoce la existencia de coleccionistas que muestran sus "tesoros", se van sumando nuevos adeptos.
Balcarce fue epicentro anteayer de una exposición de maquetas de colección en el Museo del Automovilismo Juan Manuel Fangio bajo la organización de Encuentro de Coleccionistas de Autos a Escalas y Modelistas (ECAEM).
Algo más de cuarenta coleccionistas de autos a escala y modelistas, que siguen apostando a lo coleccionable, causaron verdadero asombro en aquellos visitantes que disfrutaron intensamente de la recorrida por el "hall" central de esta muestra en adhesión al trigésimo aniversario del Museo. Era como tener en la repisa de una habitación los autos de la Fórmula 1 de todas las marcas, años y modelos; automóviles sport, colecciones de Mercedes Benz y del "Chueco", de autos que manejaron pilotos argentinos en competencias internacionales, la colección de Matchbox, autos de la infancia, los denominados "gigantes del camino", etc. En síntesis, hubo de todo: desde autos de las marcas más famosas hasta los que tienen un lugar en la historia.
RECUERDOS DE LA INFANCIA
Poder presenciar esos modelos trajo a la mayoría recuerdos de la niñez que se mantienen latentes, que dejaron una marca. Son esos tipos de recuerdos que quieren ser revividos porque despiertan algo en lo más profundo. Y afortunadamente, existen personas que se encargan de hacerlos reales como quienes participan en cada una de las ediciones de ECAEM, que cumplió en Balcarce su octava edición.
Entre quienes comparten este hobby en común están aquellos que lo sienten como una pasión de niños, que revivió con el correr del tiempo, mientras que para otros es una actividad que nunca fue dejada de lado. Eso sí: ya no juegan como cuando eran niños, sino que lo hacen de otra manera, igualmente lúdica, mirándolos, apreciando los detalles y también investigando. Es, en definitiva, otra forma de jugar también.
Parece una exageración, pero no lo es: los cientos de autitos que poseen la mayoría de ellos no alcanzan para saciar la sed de coleccionistas. Por eso se consideran adultos adictos a la niñez.
Orgullosos, los integrantes de ECAEM cuentan que la exposición que llevan a cabo -dos por año- no sólo cautiva a los niños, sino que parece despertar -o revivir- la pasión de los más grandes, quienes se acercan con la excusa de acompañar a sus hijos. Y más de uno de ellos luego termina siendo parte del grupo.
Hoy la realidad impone PlayStation, videojuegos o la Scalextric. Pero sin embargo existe una generación que sigue apostando a lo coleccionable y, dentro de esta actividad, están los autos a escala. Cuando uno escucha hablar a algunos de los que lleva adelante esta pasión, da la impresión de que se trata de niños encerrados en cuerpos de adultos, o bien de adultos que decidieron anclar parte de su vida en la niñez. Es que el tiempo les dejó intacto un detalle: las ganas de jugar con autitos.
Marcelo Cheroni (ECAEM)
"Fue un orgullo el haber estado en el Museo Fangio"
La felicidad invadía los rostros de cada uno de los que hicieron posible la octava realización del Encuentro de Coleccionistas de Autos a Escalas y Modelistas (ECAEM), esta vez en "el templo del ruido en silencio".
"Fue un orgullo el haber estado en el Museo del Automo-vilismo Juan Manuel Fangio. Más de cuarenta coleccionistas de nuestro país como también de Uruguay y Chile mostraron sus colecciones", expresó Marcelo Cheroni, miembro de la organización, a El Diario.
El espacio en que se concretó la muestra le dio un toque distintivo, íntimamente relacionado con los objetos en cuestión. "El encuentro fue un éxito total", acotó Daniel Cappelani, quien recogiendo la invitación que le realizó el vicepresidente de la Fundación Museo del Automovilismo, Carlos Alvarez, admitió que se evaluará cuando regresan con otra muestra a esta ciudad porque, como bien dijo, "cada exposición es distinta porque las temáticas también así lo son".
Un balcarceño que sorprendió
Un hecho significativo para los balcarceños, de manera particular, y para los visitantes, en general, resultó la participación de un artesano balcarceño: Hugo Belén. Causó verdadero asombro la calidad de los autos de TC construidos a escala que exhibió, convirtiéndose en una de las principales atracciones. Tanto entusiasmo generó en Belén esta participación que ya está pensando en estar en los futuros ECAEM.
"Lo bueno que tienen estos encuentros que pueden intervenir aquellos coleccionistas que adquirieron sus autitos en comercios; los que adquirieron los kits y los armaron manualmente pieza por pieza; aquellos que modificaron los autos comprados, y también, como en el caso de Belén, los que los construyen con madera o metal a escala y en forma artesanal. Todos, en definitiva, están convocados a participar", acotó Cheroni.