Nutrición para que la ganadería vuelva con todo
Cerca de mil personas siguieron con atención la disertación de la ingeniera agrónoma María Alejandra Marino (INTA Balcarce - Facultad de Ciencias Agrarias) durante el desarrollo del Simposio Fertilidad 2017, que organizaron en forma conjunta Fertilizar Asociación Civil y el IPNI Cono Sur, bajo el lema "Más allá de la próxima cosecha", en Rosario.
Marino habló acerca de la vuelta de las pasturas. Destacó que las mismas regresan a formar parte de los planteos, con nuevos techos productivos y beneficios sistémicos de la rotación donde se evidencia que las pasturas utilizan más eficientemente los recursos disponibles.
Como limitante de nuestro sistema, destacó la profesional los niveles productivos actuales están por debajo de los esperados. En países como Australia y Nueva Zelanda, con condiciones ambientales semejantes a las nuestra, se alcanzan niveles de productividad muy superiores.
Aquí Marino explicó que lo que define la menor productividad en nuestras pampas es el manejo de la pastura.
Aún en ambientes con severas limitaciones se puede triplicar la producción solo con consumir el forraje disponible. "Para poder intensificar y aprovechar al máximo es necesario trabajar con suplementos y verdeos para la época de menor productividad", señaló.
LAS GRAMINEAS, CLAVES
La especialista explicó que las gramíneas son clave como base forrajera debido a que la mayor exploración de raíces hace que se pueda aprovechar más eficientemente los recursos disponibles. En años como el actual, donde los excesos hídricos son comunes, cabe destacar que bajo una pastura la profundidad de la napa es mucho mayor a la condición bajo monocultivo. Se encuentran diferencias en la profundidad de hasta 2m
Bajo un manejo intenso las pasturas perennes se pueden cosechar de 8 a 10 veces por año produciendo así 1 tn de MS/ha por pastoreo que puede lograr hasta 500- 600kg carne /ha año de productividad.
"La fertilización es un tema crucial en este manejo, ya que se debe considerar la demanda del cultivo, el aporte del ambiente, la fijación biológica, el abono por deyecciones y el aporte por fertilización", añadió Marino.
Cuántos nutrientes se deben aplicar dependerá de las especies elegidas, los ambientes y los rindes esperados. Para ambientes sin limitación, indicó, se pueden esperar rindes de 15-20 tn MS/ha, mientras que los limitados entre 10-12 tn. Como ejemplo planteó que una pastura de Festuca/Trébol blanco necesitará entre 20-30 kg P/ha y 200-300 kg N/ha que es poco probable que el ambiente pueda cubrir por lo que habrá que aplicar fertilizante necesariamente.
"Es fundamental diagnosticar los lotes, en fósforo hasta 20ppm hay respuesta mientras que por encima dependerá del rinde esperado. En cuanto al manejo, hay que fertilizar a la siembra y refertilizar periódicamente según el ambiente, especie, manejo, etc.", subrayó.
Por último, Marino enfatizó que la respuesta a la fertilización fue mucho mayor cuando se realizaron aplicaciones balanceadas de nutrientes. Así es que el momento resulta clave, tanto en otoño como en invierno es un buen momento, debido a la menor mineralización del suelo.