Cristina condenada, un debate que generó tensión en el recinto
Previo a la séptima sesión ordinaria del Concejo Deliberante, se vivió un encendido debate de más de 15 minutos en torno a la condena firme a la expresidente Cristina Fernández de Kirchner. La primera en referirse fue la concejal Viviana Erreguerena (Unión por la Patria), quien leyó un documento del peronismo local que denuncia la proscripción y la persecución judicial. Luego respondieron la edil oficialista Florencia Martínez (Juntos por el Cambio) y Enrique Guillén, de La Libertad Avanza. Cerró la discusión la concejal del Frente de Todos, Graciela Pilone, reafirmando el planteo de los bloques opositores. El cruce exhibió una grieta profunda y dejó en evidencia la carga simbólica que todavía tiene la figura de Cristina en el escenario político nacional.
"NO SE TRATA SOLO DE CRISTINA, SE TRATA DE LA DEMOCRACIA”
Con esas palabras culminó su intervención la concejal Viviana Erreguerena, quien fue la primera en tomar la palabra durante la séptima sesión ordinaria del Concejo Deliberante. La edil hizo uso de una cuestión de privilegio para referirse a la situación judicial de la expresidente Cristina Fernández de Kirchner, a raíz del reciente fallo de la Corte Suprema que dejó firme su condena en la causa Vialidad.
“Bueno, muchas gracias, señor presidente. Agradecerle. Ante los hechos que ocurrieron en estos días, con la condena firme que establece la detención de la expresidente Cristina Fernández de Kirchner, nosotros, a partir de un encuentro que hubo con muchos compañeros peronistas, hicimos un documento que nos representa”, comenzó diciendo Erreguerena.
Acto seguido, leyó el texto completo en el recinto: “Puede repetirse mañana con cualquier dirigente o fuerza política que incomode al poder. Cuando la Justicia deja de actuar con imparcialidad y se convierte en instrumento de persecución, no solo se vulneran derechos individuales: se debilita el pacto democrático que sostiene a toda la sociedad. Si el voto puede ser condicionado por fallos sin fundamentos, ninguna democracia está a salvo.”
“Defender el derecho de Cristina a participar no solo es una causa peronista. Es una defensa del sistema democrático en su conjunto. El Partido Justicialista enfrentó proscripciones, dictaduras, fusilamientos, desapariciones y bombardeos. No será esta la primera vez que nos quieran arrodillar.”
“No solo se trata de Cristina. Se trata de la democracia, del voto, de la soberanía popular. Se trata del proyecto colectivo que encarna justicia social, independencia económica y soberanía política. Cristina es inocente, entonces esta condena es injusta. Y nos condena a todos a no poderla votar.”
“Creemos firmemente que la democracia está en riesgo y por eso convocamos a cada militante, a las organizaciones políticas, sociales, sindicatos, estudiantiles, culturales y a cada ciudadano comprometido con la democracia a organizarse, movilizarse y dar respuesta. Es nuestro deber histórico: defender los derechos conquistados y construir colectivamente un país más justo, libre y soberano.”
“ES JUSTICIA. NO PROSCRIPCIÓN”
En respuesta, la concejal Florencia Martínez (Juntos por el Cambio) fue la siguiente en intervenir. Con firmeza, sostuvo que la condena a la expresidente es un hecho histórico y legítimo:
“Por primera vez, la Corte Suprema de Justicia dejó firme una condena contra un presidente constitucional. Es un fallo sin precedentes, que además de cerrar el debate, respalda a todos los fiscales y jueces que trabajaron en esta causa y a las pruebas recogidas en la investigación.”
Martínez enfatizó: “En un momento de bajísima credibilidad de la Justicia, este fallo marca un camino para recuperarla. Está probada la intención de Cristina Kirchner de beneficiar económicamente a Lázaro Báez y a ella misma con 51 licitaciones de la obra pública en Santa Cruz. Se probó que Cristina tuvo la intención de defraudar con sus decisiones al Estado.”
“La Corte y todos los tribunales intervinientes se basaron en pruebas, en la ley y en el respeto al debido proceso. Por eso dejó firme, por primera vez, una condena por corrupción contra un presidente constitucional y lo mandó a prisión. Era corrupción o justicia. Es justicia.”
“ACÁ HUBO UN DELITO EN PERJUICIO DE TODOS LOS ARGENTINOS”
El concejal Enrique Guillén (La Libertad Avanza) también se sumó al cruce. En su intervención, intentó desmitificar la idea de proscripción y remarcó que la condena responde a una causa judicial legítima:
“Primero que nada, quiero aclarar que no hay ningún tipo de proscripción. Hay una condena por la comisión de delitos, porque la justicia determinó que se han cometido hechos ilícitos, hechos que son reprochados por el Código Penal, que han sido juzgados por un tribunal federal.”
Guillén subrayó que el proceso judicial fue legítimo y con todas las garantías: “Todos los imputados han tenido la posibilidad de defenderse, de aportar sus pruebas, de utilizar todos los mecanismos que da la Constitución. Acá lo que hubo es una condena judicial por un delito. Y el delito se comprobó. Si no hay pruebas, ningún juez condena.”
“No hablemos livianamente de proscripción. Si uno está libre de culpa y cargo, no tendría necesidad de andar anunciando candidaturas ni queriendo ser candidato. Acá hubo un delito en perjuicio de todos los argentinos y esas personas fueron condenadas por la justicia. Nadie más que la justicia.”
“LA CONDENA ES UNA FARSA”
La concejal Graciela Pilone (Frente de Todos) fue quien cerró el debate. Su intervención fue extensa, apasionada y cargada de datos y argumentos. Acusó al sistema judicial de haber vulnerado derechos básicos de la exmandataria y cuestionó el accionar de los jueces intervinientes:
“A raíz de todo esto, nos pusimos a revisar la cronología de las imputaciones a Cristina Fernández y las irregularidades del juicio. No solo son de conocimiento nacional, sino también internacional. De hecho, se están llevando las denuncias ante el Comité Interamericano de Derechos Humanos”, introdujo.
Pilone apuntó directamente contra la parcialidad de los magistrados y las conexiones con el expresidente Mauricio Macri: “Los jueces que intervinieron se reunieron en múltiples oportunidades con Macri. Algunos fueron designados sin concurso. Luciani, el fiscal, jugaba al fútbol en la quinta presidencial. Es el titiritero del 'lawfare'. Se juzgó con una sentencia escrita de antemano.”
“Se la acusó por 51 obras en Santa Cruz, de las cuales muchas se auditaron y estaban bien. Lázaro Báez fue juzgado por lavado de dinero, que es otra causa. Ella pidió revisar todas las obras y no lo permitieron. Porque estaban involucrados grupos económicos vinculados a Macri.”
Pilone finalizó con una dura denuncia de proscripción: “La condena es una farsa. La Corte también dejó firme la inhabilitación perpetua. Cristina no podrá ser ni candidata a diputada. Es la única dirigente política con ese nivel de persecución. A ella le temen. Porque no solo puede presidir la Nación, puede organizar un movimiento.”
“La condena no fue jurídica, fue política. Y eso nos condena como sociedad. Es proscripción. Es una injusticia que daña la democracia.”
UNA GRIETA CADA VEZ MÁS MARCADA
El intercambio dejó expuestas las posturas irreconciliables entre los bloques. Para los bloques opositores, la condena a Cristina Fernández representa un ataque directo a la democracia y una persecución orquestada. Para el oficialismo local y La Libertad Avanza, en cambio, es una señal de fortaleza institucional y del funcionamiento del Estado de derecho.
El recinto fue testigo de un momento de alta tensión política. Más allá de las diferencias, el debate puso de manifiesto la centralidad que aún ocupa Cristina Fernández de Kirchner en la agenda pública, incluso desde fuera del poder. Y también, el modo en que la política nacional se cuela, inevitablemente, en los debates locales.