Una historia detrás de cada moneda y billete
Desde la niñez Pedro Mansor mostró inclinaciones por las monedas, quizás algo común en esa etapa de la vida para muchos, pero que no imaginaba que en su adultez lo tendría como integrante de un grupo interesado en recopilarlas durante años. Mucho menos que compartiría su lugar de trabajo con otra persona, en este caso Rubén Pascual -popularmente conocido como "Pascualito"-, quien también mostraría su afición por este rubro y con el que conformarían una aceitada dupla para armarse de una colección destacada, con el agregado de la incorporación de billetes, reuniendo a través de ese material una serie de datos históricos, anecdóticos, viajes, intercambios y muchos otros aspectos que despierta este atrapante mundo.
PEDRO MANSOR: "ES UN CAMINO DE IDA"
Muchas veces los primeros pasos, ejemplos o atenciones recibidas pueden marcar un camino, en cualquier ámbito que sea. Y para muestra, sobran los ejemplos.
"Esto es un hobby. De un abuelo o de alguien, desde chiquito siempre tuve alguna monedita. En un momento desparecieron de mi casa, cuando tenía 11 ó 12 años, era un montón de monedas que tenía en un tarro. O me las robaron o alguien se las llevó y no las trajo más. Después ya más grande me encontré con mi primo Ariel Bilbao y me dijo si me habían quedado algunas monedas, entonces le pedí a mi padrastro, me dio una bolsa y ahí pensé: si a mí siempre me gustaron, ¿por qué no empiezo a coleccionar? Entonces le di algunas a él y otras me las quedé yo. Así empecé y es como dicen todos: una vez que te metés, es un camino de ida", dijo Mansor.
Se inició con sendas monedas de dos centavos de patacón, una de 1883 y otras de 1885, las cuales por otra parte aún conserva en su poder como verdaderas reliquias. Transcurrido un tiempo fue agregando billetes a su pasatiempo, primero todos de Argentina de diferentes épocas y posteriormente recibiendo otros como regalo, estos de Uruguay y también consiguió de Brasil. Así, fue ampliando su producción y hoy en día tiene de muchos países: Uzbekistán, Austria, Italia, Francia, Alemania, Paraguay, Vietnam, Japón, China y Corea, por nombrar sólo algunos.
"Es casi todo por intercambio con gente de grupos de Facebook y Whatssap, donde yo estoy y participo. Y también hice algunas compras, pero prácticamente es todo por intercambio, yo mando y ellos me mandan. También en su momento viajaba mucho a Mar del Plata, a la plaza Rocha, donde hay una feria y me hice conocido de varios. Además me hice socio del Centro Filatélico y Numismático de Mar del Plata, hasta que dejé de ir y después acá con Franco Colella y otro amigo empezamos a viajar a Tandil y ahora soy miembro del Centro Numismático de las Sierras de Tandil", señaló.
En aquella ciudad, cada dos años se realiza un encuentro de coleccionistas que no se basa solamente en el intercambio, sino que contiene en su programación una serie de charlas para los distintos rubros y por supuesto la tradicional compra y venta.
RUBROS Y CANJES
En lo que concierne a su actividad, siempre fue coleccionista de monedas y billetes, si bien tiene un pasado con latas de gaseosa, cuando las mismas eran un furor.
Es uno de los tantos que cumplen este pasatiempo. "Hay gente que colecciona específicamente monedas (Numismática), otros coleccionan estampillas (Filatelia) y también billetes (Notafilia). Hay algunos que se dedican a monedas con errores, otros a billetes con errores. Yo todo lo que he encontrado con errores se los di a un conocido de Entre Ríos, hice un intercambio y él me mando otras cosas".
Con relación a este aspecto, ha llevado adelante canjes con personas de Chile, Perú y México, siempre vía encomienda. "No me he estirado más allá porque no he querido, pero es toda gente conocida del Facebook. Hasta ahora nunca me ha pasado nada raro a mí, muchos dicen que mandan cosas y a ellos no les envían. Pero es como todo, se hacen comentarios de los que no mandan y se les cierra todo".
RAREZAS, VALORES
Al ser un ambiente muy particular, existen algunos ejemplares que por un motivo u otro despiertan atracción, ya sea por tamaño, antigüedad, colores e historia también.
En ese sentido, Pedro Mansor hizo referencia a dos de ellos: "tengo un billete chino bajo ocupación japonesa de poco más del 1930. También de Austria, de la época de la hiperinflación, son unos billetes inmensos".
Y en torno a ello, cuando tiene la posibilidad de observar un billete o moneda que no posee, comienza a analizar la manera de conseguirlos. Y si no es por intercambio, la intención pasa a poder adquirirlos directamente. "Hay algunas monedas que son incomprables, muy caras. Por ejemplo dos iguales pero de diferente año, de una salieron cincuenta millones y de la otra hicieron solamente mil. Entonces esas últimas son muy caras", añadió.
En términos meramente económicos, hay unidades que pueden tener un valor de compra de unos 10 dólares y otras pueden llegar a los 3.000 de la misma divisa, especialmente aquellas que por la característica que sea, se tornan difíciles de obtener en el mercado.
RUBÉN PASCUAL: "CONOCÉS Y TRATÁS A MUCHA GENTE"
"El coleccionista y el que sabe es Pedro, creo que es una de las personas que más sabe en Balcarce. Yo lo ayudo, colaboro con él y entré porque detrás de cada moneda y billete hay una historia. Me gusta saber de todo un poco, para no estar fuera del tema en una charla con cualquier persona. Por curiosidad es que empecé".
Así se presentó el popular "Pascualito", conocido por su labor como bicicletero y también un gran interesado en el arte de la numismática. Pero no sólo eso, sino también un colaborador para que otras personas también puedan iniciarse en esta actividad: "ha venido mucha gente, a muchos chicos les regalamos monedas y billetes para que empiecen, como un incentivo. De esos algunos han dejado y otros siguen y tienen un futuro muy grande en esto de la colección. Es una cosa linda, un pasatiempo".
En su caso particular, no tiene preferencia por el billete o la moneda, ambos le despiertan atractivo. "En realidad me llama la atención lo raro, hay billetes que son transparentes, otros que son plastificados, hay billetes y monedas actuales muy lindos. Y lo antiguo también me gusta, entonces investigo y le pregunto mucho a Pedro, que lo tiene todo mucho más claro y así voy aprendiendo. Y en la medida que pueda voy a seguir ayudándolo y acompañándolo en todo lo que se pueda".
Para él, tiene un alto significado ser coleccionista, ya que además de atesorar piezas con una gran historia en algunos casos, esta labor le ha permitido relacionarse con mucha gente y, además, lo entretiene. "Esto es muy importante para mí. El balance es que conocés y tratás a mucha gente, a nivel del país. El va a reuniones de numismática, eso te da un conocimiento muy amplio, vas aprendiendo y enterándote de cosas que por ahí parecen insignificativas, pero detrás de cada billete o moneda hay cosas muy importantes. Es muy atrapante, te ponés a mirar y se te pasan las horas sin darte cuenta".
Otro tema al que hizo mención fue a la intromisión de lo tecnológico en la vida diaria y la posibilidad que ello haga peligrar la continuidad de este rubro a través de las próximas generaciones, sobre lo cual respondió que "hoy en día la tecnología ha absorbido prácticamente un ciento por ciento a los chicos, pero si uno le brinda apoyo, les enseña y los ayuda, si de diez se dedican dos o tres, es importante. Nosotros hemos ayudado a varios y de todos ellos, hay uno que va muy bien, lo que pasa que todo tiene un costo: carpetas, folios y demás, que por ahí un chico no tiene de donde sacar los importes para manejarse. Pero siempre va a seguir esto, porque es historia y te muestra un montón de cosas".