Frente a la Estación de Policía Comunal, Balcarce vivió una ceremonia atravesada por el respeto institucional y el reconocimiento público al conmemorarse el Día de la Policía de la provincia de Buenos Aires. Autoridades, jefes policiales, efectivos en actividad y en retiro, familiares e invitados especiales se reunieron para poner en valor una vocación que, como se repitió a lo largo del acto, no se impone: se siente y se elige.

La jornada comenzó con el ingreso de las autoridades y la formación policial, seguido por la entonación del Himno Nacional. Luego, un minuto de silencio en memoria de los efectivos caídos en cumplimiento del deber marcó uno de los momentos más conmovedores de la mañana, recordando que detrás del uniforme hay historias de vida, compromiso y sacrificio.

El acto fue presidido por el jefe de la Policía de Seguridad Comunal, comisario Catriel Lemmo, acompañado por responsables de las distintas dependencias con actuación en el distrito. También participó el presidente del Concejo Deliberante, Agustín Cassini, en representación del cuerpo legislativo local.

UNA INSTITUCIÓN CON HISTORIA Y PRESENTE

Durante su mensaje, Lemmo repasó los orígenes de la fuerza bonaerense, creada en 1821 y puso el acento en el rol que cumple hoy la institución en un contexto social complejo y cambiante. “Se escucha hablar de vocación, de servicio y el término vocación se refiere a un llamado. Ustedes han respondido a un llamado que nadie hizo: un llamado interior a prestar servicio a la comunidad, a ayudar al prójimo”, expresó.

El jefe de policía remarcó que los reconocimientos entregados buscan trascender lo simbólico: “Para que puedan presentarlos con orgullo a sus familias y para que sientan que el esfuerzo vale la pena”. En ese marco, subrayó una idea que atravesó todo el acto: la responsabilidad profesional debe ir de la mano del cuidado personal y colectivo. “Tenemos otra obligación, una obligación moral con nosotros mismos, que va más allá de lo legal y es la de regresar a nuestras casas”, afirmó, destacando el compañerismo y la solidaridad dentro de la fuerza.

RECONOCIMIENTOS AL COMPROMISO COTIDIANO

Uno de los momentos centrales fue la entrega de distinciones a efectivos de distintas áreas —Seguridad Comunal; Comisaría de la Mujer y la Familia; Comando de Prevención Rural; SubDDI; Destacamento Vial; Drogas Ilícitas y Policía Científica— que se destacaron a lo largo del año por su desempeño, profesionalismo y dedicación.

Cada reconocimiento puso en valor tareas muchas veces silenciosas, desarrolladas en contextos de alta exigencia, donde la vocación se traduce en presencia constante, decisiones difíciles y compromiso con la comunidad. También se realizaron homenajes especiales por trayectorias y servicios destacados, incluyendo a personal próximo al retiro y a efectivos que cumplieron funciones clave en áreas técnicas y de investigación, resaltando años de entrega sostenida a la institución.

ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL Y MEMORIA

La ceremonia incluyó una invocación religiosa a cargo del capellán policial, presbítero Juan Marcos Degl’Innocenti, quien pidió por la protección y la fortaleza de quienes integran la fuerza. “Bendice, Señor, a quienes con vocación y entrega asumen cada día la responsabilidad de cuidar la vida, proteger la paz social y servir al pueblo en medio del riesgo y la incertidumbre”, expresó.

El sacerdote tuvo palabras especiales para los heridos en cumplimiento del deber y para quienes perdieron la vida sirviendo a la comunidad, así como para el personal retirado y las familias policiales. “Que encuentren siempre gratitud por el servicio que dieron y fortaleza para acompañar las ausencias que impone esta vocación”, señaló.

Desde la recientemente creada Capellanía Evangélica, Verónica Visconte compartió un mensaje de cercanía y reconocimiento, destacando que cada policía ocupa un lugar con sentido. “Cada uno de ustedes tiene un llamado. Más allá de la jerarquía, la antigüedad o la experiencia, hay un policía que Dios levantó para este tiempo”, expresó, alentando a la fuerza a continuar su tarea con convicción y esperanza.

MÁS QUE UN UNIFORME

El acto concluyó entre aplausos, saludos y abrazos, en una jornada que dejó en claro que el Día de la Policía es mucho más que una fecha en el calendario. Es una oportunidad para reconocer a quienes, desde distintos roles y responsabilidades, eligen todos los días ponerse al servicio de la comunidad, afrontar riesgos y sostener una vocación que también se construye con el acompañamiento de sus familias.

En Balcarce, el homenaje fue colectivo y sincero: un reconocimiento a la historia, al presente y, sobre todo, a las personas que detrás del uniforme hacen del servicio una forma de vida.