Daniel Eymann, una vida entre tijeras, desfiles y compromiso solidario
A los 15 años empezó a estudiar peluquería; a los 16 ya trabajaba. Hoy, con 56, celebra 40 años de trayectoria marcados por la formación constante, los grandes eventos, el trabajo con colegas y una vocación solidaria que nunca abandonó.
Hay oficios que se aprenden con el tiempo y otros que, además, se construyen con identidad. La historia de Daniel Eymann pertenece a ese segundo grupo. No es solo la crónica de un peluquero con cuatro décadas de experiencia, sino la de alguien que hizo del trabajo una forma de estar presente, de acompañar procesos, de crear belleza y, también, de devolver a la comunidad parte de lo recibido.
"Tengo 56 años y empecé a los 16 a trabajar en esta profesión. Este año cumplo 40 años", resume a El Diario Daniel. Con sencillez, pero sabiendo que detrás de esa cifra hay decisiones tempranas, constancia y una pasión que se sostuvo en el tiempo.
LOS PRIMEROS PASOS Y LA FORMACIÓN
El recorrido comenzó incluso antes de lo que marca su primer trabajo formal. "Arranqué a los 15 a estudiar peluquería en Mar del Plata, en la academia de Estela Guerisoli", recuerda. No fue una elección al azar ni una experiencia pasajera: fue el inicio de un camino que se consolidaría rápidamente.
Tras la formación, llegó el ejercicio del oficio en su versión más cercana y artesanal. "Me desarrollé después como profesional a domicilio acá en Balcarce", cuenta. Durante cinco años recorrió casas, llevando sus herramientas, adaptándose a cada cliente, construyendo confianza y aprendiendo algo que ninguna academia enseña del todo: el trato humano.
Ese período fue clave. Cuando decidió abrir su primer salón, ya tenía una base sólida. Con el tiempo, el recorrido lo llevó por distintos espacios: "Pasé por cinco salones", dice, como quien enumera estaciones de una misma travesía.
EXPERIENCIA,
ESCENARIOS Y
REFERENTES
La carrera de Daniel no se limitó al ámbito local. Mar del Plata aparece como un punto central en su crecimiento profesional. "Trabajé en Mar del Plata con Humberto Mejías", señala, actual peinador de Mirtha Legrand, un nombre con peso en el mundo de la peluquería. Esa experiencia lo acercó a eventos de mayor escala y a una dinámica de trabajo exigente y profesional.
"He trabajado en muchos laboratorios, Silkey y actualmente estoy con la línea Question", agrega, marcando también su vínculo con la industria y la actualización permanente, una constante a lo largo de los años.
Entre pasarelas, hoteles y desfiles, hubo escenarios emblemáticos en donde peino a muchos famosos. "Estuve en el Costa Galana, en el Mar del Plata Moda Show, que se hace todos los años a principio de enero, con desfiles en la calle y distintos eventos", enumera .
REINAS, EQUIPOS Y TRABAJO COLECTIVO
Si hay un capítulo que se repite en su relato es el de los concursos y eventos vinculados a la comunidad. "Estuve más de 20 años peinando a las postulantes a la Reina de Balcarce", destaca. También formó parte de equipos que trabajaron con las postulantes a Reina del Mar y a la Reina de los Pescadores, siempre desde el trabajo colectivo.
"Con un equipo de peinadores que me acompañan siempre", aclara, porque nada de esto fue en soledad. Daniel subraya una y otra vez el valor del grupo, de los colegas, de los vínculos que se sostienen en el tiempo y que hacen posible los grandes desafíos.
LA SOLIDARIDAD COMO HILO CONDUCTOR
Más allá de los escenarios y los nombres propios, hay un aspecto que atraviesa toda su trayectoria. "Desde hace 40 años hago eventos solidarios para un montón de instituciones", dice con una convicción profunda.
En los últimos años, esa vocación tomó una forma concreta y sostenida. "Hace cuatro años seguidos estamos haciendo Moda en Movimiento en el Palacio Municipal, con un grupo de colegas y amigos que nos juntamos a hacer eventos solidarios", explica. No se trata solo de moda o estética, sino de poner el oficio al servicio de una causa mayor.
UN RECORRIDO QUE SIGUE ABIERTO
Daniel es consciente de la extensión de su propia historia. "40 años no es poca cosa", admite. La cuenta sin exageraciones, como quien mira hacia atrás con gratitud y también hacia adelante con ganas de seguir.
Cuatro décadas después de aquel primer curso en Mar del Plata, Daniel Eymann sigue siendo el mismo que eligió un oficio y lo convirtió en camino. Entre tijeras, desfiles, salones, e-ventos solidarios y trabajo en equipo, construyó una trayectoria que no necesita adjetivos grandilocuentes. Le alcanza con la constancia y el reconocimiento sincero de quienes lo conocen y lo acompañaron a lo largo de estos 40 años.
