Un aniversario acompañado por un único deseo: que el autódromo vuelva a brillar
Innumerable cantidad de recuerdos sobrevolaron ayer el autódromo Juan Manuel Fangio, escenario que cumplió las "bodas de oro". De aquella jornada inolvidable que significó su inauguración, con la presencia del Sport Prototipo Mundial, a hoy se ha transitado por infinidad de momentos, agradables la mayoría y tristes otros en un deporte de alto riesgo.
Aquel sueño que persiguió Juan Manuel Fangio a fines de la década del 60 y que se hizo realidad un 16 de enero de 1972 durante la gestión del intendente, capitán Juan José Mare, elevó a Balcarce a un lugar privilegiado en cuanto a la consideración de los pilotos y del público, especialmente, por disfrutar de los espectáculos en un escenario natural cargado de belleza.
Hoy el autódromo busca recuperar el protagonismo perdido. Después de aquel fatídico domingo 13 de noviembre de 2011 cuando un accidente en la final del Turismo Carretera terminó con la vida del piloto Guido Falaschi, comenzó a escribirse otra historia. El trazado fue cuestionado por considerarse que no reunía las condiciones de seguridad exigidas por lo que se dejó de escuchar el ruido de motores.
El asfalto se conservó intacto pero el resto de las instalaciones se deterioraron y/o fueron víctimas de hechos vandálicos.
A partir de 2015, la creada Asociación Autódromo Balcarce asumió el compromiso de reflotar el escenario con el respaldo de la Municipalidad. Incluso la gestión que encabeza Esteban Reino contrató al ingeniero Ricardo Salazar, quien confeccionó los planos y proyectó las obras que se necesitan para que el circuito nuevamente vuelva a cobijar al automovilismo nacional según las normas vigentes.
A paso lento pero firme se fueron consiguiendo algunos logros. El primero de ellos, dejar en condiciones el circuito chico y de esa manera empezar a recibir al automovilismo zonal, y más recientemente la construcción y habilitación de la variante “Juan Manuel Bordeu” para ofrecer otro dibujo alternativo, de unos 2 mil metros, mientras se piensa en avanzar hacia obras de mayor magnitud en la curva 1.
LA EMOCIÓN A FLOR DE PIEL
Fue precisamente la Asociación Autódromo Balcarce, que preside Edgardo Alloco, la que impulsó la realización de una ceremonia para recordar y homenajear a los pioneros de esta obra como también reconocer a pilotos locales que triunfaron en ese escenario en categorías nacionales. Concurrieron el intendente Esteban Reino; el presidente de la Fundación Museo del Automovilismo, Juan Jose Carli; el presidente de la Federación Regional de Automovilismo Deportivo, Oscar Milani; dos de los hijos del “Chueco”, “Cacho” y Juan Rodríguez, y Javier Giuliano, presidente del Auto Club Balcarce, entre otros. También participó Peter Nygaard, uno de los mejores fotógrafos de la Fórmula Uno con más de 40 años siguiendo a la categoría, llegando a cubrir más de 600 competencias.
La figura de Fangio fue exaltada por haber sido el mentor de la idea que luego proyectó el ingeniero Petrini, con el absoluto respaldo de la gestión municipal encabezada por el capitán Mare y su equipo de trabajo, más el apoyo de Provincia y Nación, la Comisión Pro Autódromo, empresas y los socios fundadores, entre otros.
PLACA Y RECONOCIMIENTOS
Como testimonio de estos 50 años de la creación del autódromo, la Asociación Autódromo local descubrió una placa junto al busto que evoca la memoria del “Chueco”. Lo hizo el presidente de la entidad, Alloco, acompañado por Mariano Mare, hijo del recordado intendente; Héctor Galella y Norberto Mateos, de la comisión Pro Autódromo; los hermanos Juan y “Cacho” Fangio y el intendente Reino.
Posteriormente se entregaron plaquetas a Mare, Galella, Mateos; a Carlos Alberto Bianchini y Atilio “Cholo” Bibbó, por su activa participación en el Auto Club Balcarce y a Sergio Andrade por su desinteresada colaboración con entidades ligadas al automovilismo.
Luego se vivió otro de los momentos emotivos con la entrega de una estatuilla con la imagen de Fangio a los privilegiados pilotos balcarceños que disfrutaron de la máxima alegría ganando en su tierra.
Osvaldo Germino ganó el 9 de abril de 1973 en una competencia de Turismo Nacional a bordo de un Renault Gordini; Pedro Dimattía lo hizo en el mismo auto de la Clase A el 18 de noviembre también de 1973; Eduardo Crovetto no solo debutó en Balcarce en la Fórmula 2 el 24 de febrero de 1974 sino que triunfó y Mariano Alberto Calamante lo hizo el 12 de octubre de 1986 en el Turismo Carretera, jornada en que se logró el récord de público en la historia del circuito.