Para alcanzar una sociedad más justa

Para alcanzar una sociedad más justa

Se realizó un nuevo encuentro sobre “Desarrollo local con perspectiva de género y diversidades” en la sede del Centro de Extensión Universitaria (CEU), ubicado en calle 17 entre 20 y 22. La actividad es un curso presencial gratuito y se entregará un certificado de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Está organizado por la Colectiva “Julieta Lanteri”, la Facultad de Humanidades y acompañan APINTA, ATE, la escuela de gobierno y políticas “Proyectar”, la Facultad de Ciencias Agrarias INTA y CONICET.

En el taller se desarrolló la temática “Abriendo caminos”, fue presentada por la Secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Vivian Espejo; la coordinadora del Programa Educar para la Diversidad, Mirian Blanco; el director del Observatorio Juventudes y Familia de la Cámara de Diputados de la Nación, Federico Cermelo y Yanina Bustamante, árbitra de futbol de Balcarce. Además, Mariela Idiart, enriqueció la charla recitando el poema “La ceniza de sus miedos”, de la mano de “Las Cuenteras de la Cuadra”.

Vivian Espejo, en diálogo con El Diario, habló sobre la temática del encuentro, previo al inicio de la charla. “Hoy vamos a tratar la perspectiva de género, la importancia de incorporar la perspectiva de género y diversidad en el desarrollo local. Cómo podemos abordar la realidad para tratar de disminuir la violencia hacia las mujeres y diversidades a partir de incorporar en nuestra vida cotidiana, en nuestras prácticas profesionales la perspectiva de género para lograr una sociedad más justa. Cómo hacemos para mirar la realidad desde la inclusión.

La Secretaria comentó que la perspectiva de género es una política pública, no solo en la Argentina, sino en cualquier organismo internacional. “Para financiarte cualquier proyecto, cuando hablan en el G20 siempre dedican unas líneas para cuestiones de género. Lo que pasa es que es muy injusta la situación de desigualdad histórica que sufrimos, esto genera situaciones de violencia. Y como sociedad no lo podemos tolerar más, nosotros en Argentina tenemos una normativa muy avanzada en materia de género, es un tema de derechos humanos. Pero hay mucha distancia entre la letra escrita y la realidad. Si nosotros entendemos que la desigualdad genera violencia, por ahí tendríamos una sociedad que no tenga que estar gritando ‘ni una menos’”, afirmó Espejo.

Yanina Bustamante dialogó con El Diario y comentó acerca de su convocatoria en este tercer encuentro. “La idea de la charla es explicar cómo me fui abriendo camino desde el arbitraje en el género femenino dentro del género masculino acá en Balcarce, que no ha sido una tarea sencilla y a la colectiva les pareció interesante exponérsela a los participantes y dar este ejemplo de lucha y de mantenerla para lograr los objetivos”, sostuvo.

Bustamante confesó que llegar a categorías mayores le costó mucho sacrificio. “Uno de ellos fue el de bajar de peso, algo que me exigían para dirigir. Estar a la par de la fortaleza y capacidad física de un hombre, para correr a la par de ellos, me exigió mucho sacrificio mental. El entrenamiento me llevo muchos años, aún tengo una entrenadora que trabaja conmigo, si bien es una capacidad física que ya adquirí tengo que pensar en mantenerlo y me cuesta mucho. En cuanto a la alimentación tengo una licenciada en nutrición que me acompaña mes a mes, hacemos un trabajo en conjunto”, reveló la árbitro.

Yanina también señaló los motivos que la impulsan a seguir transitando este duro camino. “Ser mamá es una de las razones por las cuales nunca desistí y obviamente me empujan a luchar. En esto de abrir caminos tengo el agrado de tener tres compañeras más, somos pocas pero hacemos ruidos, es algo que siempre digo. Las chicas han llegado mucho más rápido que yo a las categorías mayores y a mí me llena de felicidad porque por más que a mí me costó pude decir “nosotras también podemos, también sabemos y tenemos la capacidad”, expresó la réferi.

Con respecto a la mirada del mundo del fútbol sobre su trabajo manifestó: “hoy gozo de un respeto dentro de la cancha que a veces ni mis colegas masculinos tienen con respecto al jugador. Eso me lo gané yo, es parte del trabajo, de no bajar los brazos, de seguir aprendiendo, entrenando y formándome como persona. Porque trabajo con personas, y sé que el fútbol es pasional y sanguíneo, porque alguna vez lo jugué y lo entiendo, pero no dejamos de ser personas. Un mal día de un jugador puede determinar una roja innecesaria si no logramos contextualizar. Las mujeres tenemos esa capacidad de contemplar lo que nos pasó en el día y decir: ‘bueno vamos a trabajarlo desde otro lado’. Por ejemplo, en divisiones infantiles, tratamos de no llegar a la roja, sino de dirigir a los chicos que están en formación”, puntualizó.

"El arbitraje le ha enseñado mucho a mi vida y yo le he podido enseñar mucho a mis hijos, a base de constancia y trabajo duro, todos los días aprendemos algo nuevo. Abrir caminos es una bandera que yo elegí portar hace nueve años, cuando arranqué en el arbitraje, y gracias a Dios me quedan trece más. Gracias a este movimiento que generan en Balcarce, también nosotras estamos empezando a movilizarnos con las compañeras de la seccional de Mar del Plata, Madariaga y Miramar. Tratamos de ser la minoría que se convierta en la mayoría en un futuro”, finalizó.