«Mi padre era una persona que hacía para los demás»

«Mi padre era una persona que hacía para los demás»

El 1 de octubre de 1990, la muerte sorprendió cuando tenía aún muchos sueños que cumplir a Ismael Milán.

El dirigente balcarceño del Sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata, al que había ingresado en 1986 invitado por el recordado José Rigane a partir de su accionar en el ámbito de la Cooperativa de Electricidad «General Balcarce» Limitada, precedido por su militancia en el Partido Justicialista, perseguía varios sueños pero uno de ellos lo desvelaba: la construcción de viviendas para los afiliados.

«Era una persona que hacía para los demás». Así lo recordó Marcelo, uno de sus hijos, al cumplirse treinta años de su partida física y en una jornada cargada de emoción ya que en el barrio que lleva su nombre, en la avenida Dorrego (40) entre 43 y 45, se inauguró la pavimentación de las calles internas, la construcción del cordón cuneta, el nuevo acceso y las mejoras en la plaza, además de la extensión de la red cloacal.

El esfuerzo fue conjunto: el Gobierno municipal se hizo cargo del personal y el aporte del cemento y la maquinaria, y los vecinos de pagar los trabajos.

La justicia social y su vocación de servicio eran valores que Ismael abrazaba con fuerza y que marcaron su personalidad.

«Si bien papá era militante justicialista, nunca mezcló su ideología política con la amistad», afirmó Marcelo, aún sensibilizado por el homenaje que se le rindió a su padre. El propio intendente Esteban Reino lo recordó y elogió su accionar. «Ismael fue el hacedor de este barrio. Los valores que atesoraba Milán son los que hacen falta en los tiempos que corren para sacar adelante este país», dijo.

El recordado dirigente lucifuercista integró la hoy desaparecida Comisión Intersectorial de la Vivienda, que impulsó la construcción de los barrios Avenida I y II.

Contó Marcelo que «papá, viendo la necesidad que tenían muchos afiliados de tener la casa propia, se puso a trabajar con ese objetivo. Nosotros también alquilábamos pero él pensaba en los afiliados».

Dejó en su memoria un sueño

Fue entonces como a principios de la década del noventa comenzó a gestionar la construcción de un barrio para lo cual se adquirió el amplio terreno en avenida Dorrego.

«Lamentablemente no pudo ver concretado su sueño en realidad. La vida le jugó una mala pasaba hace treinta años. Dejó en su memoria un sueño que finalmente se hizo realidad el 16 de diciembre de 1994, cuya construcción había comenzando catorce meses antes», añadió Marcelo.

La obra se consiguió con esfuerzo, dedicación, unidad y solidaridad de adjudicatarios y no adjudicatarios del gremio. En definitiva, como lo había soñado Ismael Milán.