Martínez: "Hubo momentos en que pensé que no daba más"
Era martes por la mañana cuando Gustavo Martínez, con más de 40 años de experiencia en la planta de silos de San Agustín, quedó atrapado en un silo cargado con trigo.
"Estábamos haciendo un trabajo en el silo, pasábamos el grano a otro silo y, por distracción mía o pensando que estaba en otro lugar, me fui corriendo y caí donde caía el cereal por pendiente. Me llevó para abajo y me quedé justo a la altura de la boca a la nariz. Ahí empezó todo", relató a El Diario Gustavo, todavía conmocionado.
Su compañero reaccionó de inmediato, corrió y llamó a los bomberos. "Llegaron los bomberos de San Agustín primero. Trabajaron muchísimo los chicos más jóvenes de 18, 19 años y los mayores también. Como vieron que faltaban elementos y que la situación estaba complicada, llamaron a los bomberos de Balcarce, que llegaron en varias dotaciones más tarde", recordó.
LA LABOR INCANSABLE DE LOS BOMBEROS
El operativo se extendió por más de tres horas. Gustavo valoró la profesionalidad y la entrega del equipo: "fue muy largo, muy cansador".
"Lo que han hecho los bomberos es una cosa de locos. Trabajaron con profesionalismo, con entrega, cuidándome, hablándome y conteniéndome. Es espectacular", dijo.
Finalmente, después de tres horas de trabajo lograron liberarlo y trasladarlo al Hospital local. "Hoy me encuentro bien, con algún dolor en el cuerpo, por haber estado tanto tiempo enterrado", describió.
GRATITUD Y RECONOCIMIENTO
Agradecido, Gustavo destacó la colaboración de todos los involucrados:
"Quiero agradecer sin dar nombres, porque hubo mucha gente y no quiero olvidarme de nadie. Sobre todo a los bomberos de San Agustín y Balcarce, a la gente de la sala de San Agustín, a Marita y su equipo, a la delegada y los chicos. Toda la gente de San Agustín y Balcarce trabajó mucho. Conocidos y desconocidos, todos se pusieron a ayudar", dijo.
También recordó el respaldo del sindicato y la ART: "Hace 43 años que estoy en una planta de silo, hice miles de cursos. Me dijeron, 'de 10.000 uno solo se salva'. Lo que me pasó a mí es un testimonio de eso", aseguró.
REFLEXIÓN DE VIDA
Gustavo remarcó cómo la experiencia y el apoyo de los rescatistas fueron fundamentales para superar el accidente:
"Me entregué un par de veces, hubo momentos en que pensé que no daba más. Pero los bomberos te hablan, te hacen ver cosas y a los dos minutos cargás pila de nuevo.
Sobre el final reconoció que su experiencia y su estado físico jugaron un papel importante en su supervivencia.
"Me dijeron que no entendían cómo aguanté tres horas y media respirando en esa situación. Y la respuesta está en el deporte, yo nado dos o tres veces por semana. Mientras estaba atrapado, pensé que no iba a aguantar, pero el entrenamiento me ayudó a mantener la respiración y resistir. Los médicos dijeron que me salvé, entre otras cosas, por eso", confesó.