Néstor Pécora, el coleccionista de historias
Entre carpetas, fotos amarillentas y diarios de los años 30, Néstor Pécora conserva un tesoro histórico de la ciudad: imágenes inéditas de Juan Manuel Fangio como futbolista, publicidades de época, documentos del Club Amigos Unidos, anécdotas de los primeros colectivos a Necochea y hasta la primera sirena que tuvo Balcarce. Todo ese patrimonio, asegura, terminará en el Museo Histórico.
LOS COMIENZOS DE UN ARCHIVO ÚNICO
"Desde muy chico tuve contacto con Osvaldo Prada", recuerda Néstor. "Él me decía que cuando tuviera la posibilidad de conseguir algo de la historia local lo guardara, porque cuando La Opinión se quemó se perdió todo: fotos, diarios, recuerdos. Entonces yo empecé de a poco, juntando suplementos, recortes, fotografías. Con el tiempo fui armando una colección que hoy me permite tener casi la historia de Balcarce".
Ese archivo incluye ejemplares originales de los años 30 de La Opinión y el Diario El Liberal, material que permite viajar al pasado y redescubrir costumbres, personajes y acontecimientos que marcaron a la ciudad.
FANGIO CON LA PELOTA EN LOS PIES
Entre las fotos que conserva se encuentran imágenes de la formación de Rivadavia en la que aparece Juan Manuel Fangio en sus años de jugador de fútbol. Pero el archivo guarda otra sorpresa: registros de Fangio vistiendo la camiseta de otro club local.
"Según tengo registrado, Fangio también jugó en el club Alem", explica Néstor. "Hay una imagen de la formación en la que figura junto a uno de los Dúffard y Cavallotti".
ESCENAS DE LA CIUDAD EN LOS 30
Las páginas de aquellos diarios también conservan escenas cotidianas de Balcarce. Están las publicidades que anunciaban la llegada de Luis Sandrini a la ciudad para presentar dos piezas teatrales, y los avisos de las líneas de colectivos que unían Balcarce con Necochea y Lobería cuando los caminos eran todos de tierra.
"Uno de esos colectivos salía de la confitería La Perla. A veces no arrancaba, entonces lo guardaban en la estación de servicio de la Shell, en 18 y 15. Yo era joven y llevaba los diarios que iban a Lobería, así que me tocaba empujarlo junto con los muchachos de la estación. Era un armatoste grande y había que hacerlo rodar en la bajadita para que encendiera. Los días de lluvia era un drama, porque los caminos estaban intransitables", cuenta Néstor.
LA PRIMERA SIRENA DE BALCARCE
Otro de los objetos que conserva es la primera sirena que tuvo la ciudad. "La trajo don Cayetano Amadeo a fines del 39 o principios del 40. Se colocaba arriba del edificio del diario y se hacía sonar cuando había alguna noticia. Como no había ruidos de autos ni nada, se escuchaba fuerte y la gente se acercaba a leer la pizarra. Era parecido a lo que se hacía en los grandes diarios de Buenos Aires", relata.
Con los años, esa sirena quedó en desuso, pero Néstor la rescató. "Un día estaba tirada y uno de los dueños del diario, Raimundo Bustabád, me dijo que la llevara. Desde entonces la tengo guardada", cuenta.
AMIGOS UNIDOS Y PROMESA
El archivo también incluye recuerdos del Club Amigos Unidos, desde la primera comisión directiva hasta fotos de los primeros equipos. "Ese material está destinado al club", asegura Néstor. "Cuando pensaban hacer un salón para poner las copas, la idea era que todo lo que tengo fuera para allá".
UN LEGADO PARA EL MUSEO HISTÓRICO
Entre telas y tapicería -su oficio de todos los días- conviven carpetas, recortes, fotos y objetos que constituyen un verdadero tesoro de la memoria balcarceña. Néstor es consciente de su valor y ya tomó una decisión: "La idea mía es que todo vaya al Museo Histórico. Porque yo tengo una pasión bárbara por esto, pero sé que los chicos de hoy quizás no lo valoren igual. Esto no es solo mío, es de Balcarce".
Y concluye con humildad: "Cuando necesiten algo y yo pueda ayudar, encantado. Para mí no es un problema, al contrario. Lo importante es que la historia se conserve".