Hugo Elizalde mantiene encendida la llama de la tradición
«Fue una noche inolvidable la que me tocó vivir. Nunca pensé que me iban a otorgar semejante distinción», dijo Elizalde
Durante algo más de cuarenta años, Hugo Elizalde, con su voz le dio vida a las jineteadas en muchos rincones de la provincia de Buenos Aires.
En cada una de sus participaciones, este balcarceño nacido en 1942 en su Ramos Otero querido, hacía gala de su humor campero con dichos y versos, muchos de ellos de su autoría, relatos en los que no faltaba además la ironía, la picardía criolla y la aguda observación de las cosas del campo.
Fue un testigo privilegiado de estas fiestas criollas en la llanura pampeana que incluían por lo general pruebas de bastos y encimera, la grupa o las clinas, o las pialadas o pruebas de riendas entre las destrezas más emparentadas con las tareas rurales.
Fue en 1970 cuando debutó en la conducción de una jineteada en Lobería, junto a Alberto Merlo y presentado por Víctor Abel Giménez, entre otros.
Trabajó para mantener bien arriba las banderas del tradicionalismo, formando parte en 1981 de la primera comisión directiva del Centro Tradicionalista «General Balcarce». Tres años más tarde se alejó de allí por una causa noble: crear la Agrupación Tradicionalista «Ramos Otero».
Organizó en esa localidad la Fiesta del Reencuentro Criollo, en cuya primera edición se recordó a Fausto Guridi, Juan Erbity, Juan Angel Rúa, Felipe Pereyra y Angel Viglianchino, quienes en 1929 representaron al país en California. También en ese ámbito se realizó la primera payada entre dos mujeres: Marta Suin y Liliana Salvat.
También editó los recitados «Balcarce¡quién no te quiere!», «Recuerdos de un paisano» y «Verseando con mis amigos».
Incursionó con su arte tradicionalista en Canal 4 y desde 1990 en radio. Actualmente, desde hace 12 años, por Radio Balcarce emite su programa «Atardeciendo entre amigos» que es escuchado en un amplio sector del Sudeste bonaerense.
Por si fuera poco, Elizalde también editó su libro de versos titulado «Mi vida a través de la décima».
RECONOCIMIENTO
Este es un resumen de la rica historia de este balcarceño que recientemente fue reconocido por su trayectoria con el premio «Cacique Tandil» que se le entregó en la vecina ciudad serrana.
«Fue una noche inolvidable la que me tocó vivir. Nunca pensé que me iban a otorgar semejante distinción», dijo feliz durante la charla con El Diario y exhibiendo orgulloso el reconocimiento que también alcanzó a un total de 45 personalidades de distintos puntos del país destacadas en la cultura tradicionalista.
Esa noche también fue especial para este talentoso animador y escritor porque se reencontró con muchos amigos que la vida le dio a lo largo de su trabajo profesional.
Con su arte reconoció innumerables escenarios de jineteadas como Ayacucho, Maipú, Rauch, Las Flores, Tandil, Benito Juárez, General Alvarado, Lobería, Necochea, General Pueyrredón y Balcarce, entre otros. Compartió la conducción con el recordado Tomás Mayo Gogorza de la Fiesta de La Pastora y también del espectáculo criollo en el Museo Hernández. También tuvo el halago de conducir junto a Mario Ezcurdia, la voz de Jesús María.
«Era un trabajo muy intenso. Lo descubrí en el año ’70 y a partir de entonces fui aprendiendo y superándome», afirmó Hugo.
El repentismo y la ocurrencia fueron dos de los condimentos que con su lenguaje particular le permitieron hacerse un espacio en una época diferente a la actual para las fiestas criollas.
Fueron muchas las gratificaciones recibidas en todos estos años por Hugo Elizalde, responsable de «llevar cada fiesta criolla» adelante. Fruto de este trabajo llegó este reconocimiento a la trayectoria.
Fiel a la práctica que lo caracteriza, tras recibir el premio se despidió de la siguiente manera: «A mi siempre me ha gustado/ revivir las tradiciones/ hacer rueda en los fogones/ donde reina en la criollada/ en yerras y en jineteadas/ y en estas gauchas reuniones/ Y ahora mi corazón/ les dejo en la despedida/ porque en mi pecho se anidan/madres, patria y tradición/ por eso es que la ocasión/ a este pago tandilero/ un saludo bien sincero/ que respeto lo respalden/ le brinda Hugo Elizalde/ un paisano balcarceño.
