¿Hubo un plan siniestro que derivó en la muerte de un vecino de 95 años?
Un empleado de la sucursal local del Banco de la Provincia de Buenos Aires fue quien tuvo la primera sospecha que podría derivar, si la Justicia así lo comprueba, en un caso con consecuencias impensadas alrededor de la muerte de un conocido vecino ocurrida recientemente Hay una investigación que ya está en marcha.
«Detrás de todo esto hay, sin dudas, un plan siniestro», confesó a El Diario un familiar de la víctima, que prefirió mantenerse por el momento en el anonimato mientras deja que la Justicia y la Policía, ésta última tomó intervención de oficio, trabajen.
La historia gira en torno a Atilio Cuello, vecino de la comunidad que falleció el pasado martes 26 a los 95 años de edad.
SOSPECHAS
Fue la DDI que conduce el subcomisario Maximiliano Blanco Río la que tomó cartas en el asunto al llegar a oídos de sus integrantes datos que llamaban, en principio, la atención.
Cuello fue empleado durante muchos años de la sucursal local del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Por lo avanzado de su edad, el hombre acudió a los servicios de personal doméstico para que efectuara las tareas en su hogar pero además para ocuparse de cuestiones inherentes a su salud.
Según constaría en la causa a partir del relato que allegados a Cuello -familiares y amistades- hicieron ante los responsables de llevar adelante la investigación, tiempo atrás comenzaron a generarse «sospechas» a partir de que se hacían visibles desmejoramientos en la salud de Cuello, que incluso habrían sido advertidas por facultativos que lo atendieron en la guardia del Hospital Municipal Subzonal. Planteaban la existencia de cuadros de deshidratación y desnutrición en el paciente.
Familiares directos, además, fueron informados sobre un «supuesto plan» pergeñado por personas cercanas a Cuello para alejarlos de ellos y de sus amistades, que estaban preocupados en el último tiempo por ciertas conductas y acciones no habituales en él.
En la causa figura, por ejemplo, que una de las empleadas que lo cuidaba fue despedida luego de que les manifestara a familiares cercanos situaciones dentro de la vivienda que afectarían la salud y el patrimonio de su empleador, además de las relaciones personales con sus consanguíneos con las que se habría producido algún distanciamiento.
«Fue un plan. Lo aislaron de sus familiares para actuar tranquilas. Un espanto Está todo siendo investigado», manifestó un allegado de la víctima a este medio, deslizando que la lupa por lo que pudo haber desencadenado la muerte de Cuello, que se encuadraría bajo la figura penal de «Abandono de persona», está puesta en la o las personas que se encargaron de cuidarlo en el último tiempo.
¿MUERTE INDUCIDA?
¿La muerte fue «inducida» por las personas que lo cuidaban? Esa hipótesis es una de las que guía la investigación en curso. Pero no es la única. Porque también quienes declararon hablaron de que la vivienda propiedad de Cuello, en la calle 15 entre 20 y 22, «habría sido usurpada».
A esto se le suma, también, el hecho que dio origen a la pesquisa y que tiene que ver con los movimientos en la cuenta bancaria personal de quien trabajó en el BAPRO. Estaría comprobado que hubo extracciones de dólares por montos importantes que, al parecer, no tendrían justificativo alguno dada la avanzada edad de su dueño y la compra de vehículos.
También hay documentación que revelaría que Cuello habría firmado un poder y un testamento «cuando su salud había empeorado, inducido por quienes lo cuidaban. Esto es un horror. Aquí la realidad supera la ficción», subrayó a este medio quien quiere que la Justicia llegue a la verdad.