Almas Carpeanas y el amor por Pappo
Se cumplieron catorce años de la muerte de Norberto Napolitano, más conocido como Pappo, para muchos, «el mejor guitarrista de rock de la historia argentina». En su nombre, se multiplican los homenajes aunque hay uno que es especial y es el que se realiza para recordarlo el día de su cumpleaños, que se celebra cada 10 de marzo.
Pappo nació en 1950. Formó parte de bandas como Los Abuelos de la Nada, Los Gatos y La Pesada del Rock and Roll. Además, fundó grupos como Pappo’s Blues y Riff, pionero del heavy metal en nuestro país.
Con un estilo muy personal para tocar la guitarra, llegó a compartir el escenario del Madison Square Garden de Nueva York con B. B. King. El blusero estadounidense lo definió así: «Pappo es uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos».
Destinada a preservar el patrimonio musical de Norberto Napolitano, su única hermana, Liliana, viaja por el país dando el visto bueno a todos los tributos que le rinden, ya sean festivales, escuelas musicales, murales y estatuas. Incluso ha estado en Balcarce, donde además mantiene un estrecho vínculo familiar.
HOMENAJE
En el día de su cumpleaños número 69, quien era vecino de La Paternal iba a ser homenajeado en la plaza Roque Sáenz Peña, -que lleva su nombre por adopción- en el barrio de Villa Mitre, en La Paternal. Pero debió mudarse a la Provincia por falta de autorizaciones y apoyo desde el ámbito de Cultura porteño.
Por su amistad con los Halcones del Oeste, una agrupación de moteros, que integran amigos del recordado músico, éstos decidieron acoplar el homenaje con el décimo encuentro anual en Pontevedra.
Se vivió un verdadero festival de rock y blues en el cual una banda balcarceña por primera vez subió al escenario para ofrecer su tributo al Carpo. Se trata de Almas Carpeanas, grupo integrado por Marcelo Manterola (voz), Pablo Cazabat (guitarra y voz), Fabián Ialea (bajo y coros) y Marcelo Varela (batería).
Fanáticos del músico, Manterola y Walter Robledo, éste último allegando a la banda, había participado de otros homenajes colaborando en el aspecto seguridad.
Esta vez, producto del esfuerzo personal y del apoyo brindado por la Municipalidad para poder viajar es que Almas Carpeanas pudo concretar su sueño de ser protagonista en el escenario de un homenaje al legendario guitarrista, a quienes sus integrantes admiran profundamente.
Reconoció Cazabat, en charla con El Diario, que Pappo fue uno de los máximos exponentes de la historia del rock nacional que marcó a fuego distintas generaciones. «Disfrutamos de su arte y por eso, con mucho esfuerzo, Almas Carpeanas pudo estar por primera vez en el escenario donde se homenajeó al músico», subrayó.
Después de una serie de inconvenientes con los permisos para hacer un espectáculo musical en la vía pública, en La Paternal, la buena predisposición de la agrupación de moteros «Halcones del Oeste» permitió trasladarlo a Merlo.
Invitada por Liliana, la hermana de Pappo, Almas Carpeanas fue parte del homenaje. «Lo pensamos cuando nos invitaron», dijo sonriente Manterola para de inmediato agregar que «dijimos que sí a los dos segundos». La banda fue una de las tantas que ofreció su arte aunque con la particularidad que recorrió unos 400 kilómetros, lo cual fue reconocido por el público con un sostenido aplauso cuando se hizo mención a ese dato.
«Estuvimos junto a muchas bandas tributo a Pappo como también con reconocidos músicos y amigos de él», contó Varela.
Durante su actuación, la banda balcarceña, apuntó Ialea, interpretó los temas «Es tarde», «Susy Cadillac», Ruta 66 (Pappo hizo al primera versión castellana) y «No obstante».
«El destino -indicó Manterola- quiso que tocáramos en un horario central. Recién había caído la noche y había unas 4 mil almas. Estábamos nerviosos pero el calor del público nos hizo olvidar de eso. Nos acompañó saltando y cantando».
Más allá de eso, acotó Ialea que «lo más importante para nosotros fue el motivo de la convocatoria y el poder compartir con otras bandas y músicos importantes nuestra pasión por el rock y también homenajear a Pappo».
Los músicos expresaron su agradecimiento a Daniel Zurita, al Club El Riojano y a la Municipalidad que aportó la combi para poder trasladarse, afrontando aquellos los gastos generados; a los técnicos y sonidistas, y a los asistentes Walter Robledo y Raúl Llanos.
Ellos, en definitiva, fueron parte de quienes en una jornada mágica revivieron el espíritu de esta leyenda del rock vernáculo.