Gustavo Bianchini: «aprendí a mantener la calma y a saber tener la boca cerrada cuando era necesario»
Gustavo Bianchini ejerció hasta el pasado lunes la presidencia del Concejo Deliberante.
Tras la asunción de los nuevos legisladores el cargo pasó a manos de Leandro Spinelli, mientras que el ahora ex Presidente del cuerpo vuelve a ocupar una banca (como lo hizo entre 2013 y 2015) para, desde el llano, ser parte del bloque oficialista por los próximos dos años.
Cumplido su mandato, en diálogo con El Diario hizo un balance y análisis de su labor brindando a la vez su opinión sobre el funcionamiento del cuerpo Legislativo local.
«Fue una experiencia diferente, linda, que me sirvió mucho» sostuvo para de inmediato agregar: «Antes yo era más impulsivo, más de salir a confrontar y la cosa no es así, en un lugar de estos hay que mantener la calma, muchas veces se debe tener la boca cerrada porque cuando uno está en un lugar desde donde se tenga que consensuar y establecer un diálogo con todas las fuerzas políticas que conforman el Concejo a veces es mejor callarse que salir a decir algo».
Afirmó a la vez que el rol que le tocó desempeñar le sirvió «para madurar mucho en ese sentido» y le posibilitó también analizar «lo que uno ve en los últimos años de la profundización de la grieta, cuestión que no sirve, que no le hace bien al país que no le hace bien a nadie y que a mi entender nos marca la mediocridad que tenemos los argentinos y me refiero a todos, especialmente a la clase política en general», remarcando que a esa grieta se cierra con el debate de ideas, de propuestas.
En ese sentido explicó que en el caso de Balcarce esa grieta no fue tan grande aún pese a las lógicas diferencias de ideas
El motivo de esto, dijo, radica en que «fundamentalmente nos conocemos todos. En mi caso puedo estar discutiendo con Sol (Di Gerónimo) Juan Pablo (Vismara), José Luis (Pérez) o con quien sea pero a muchos los conozco de toda la vida. Puedo tener diferencias y cuando pasamos a la discusión discutimos y cuando consensuamos bienvenido sea pero para eso están los integrantes del cuerpo. En este caso tenemos la mayoría, a veces ellos se enojan pero uno gobierna en ese sentido. Muchas veces lo hemos hablado con José Luis (Pérez), que muchas veces siendo gobierno tuvo mayoría absoluta y, lógicamente, lo aprovechaba. Me parece que en este tipo de situaciones es lo que se da de esa manera, pero la grieta a nivel local no existe. Acá somos todos vecinos y tras un corto tiempo cuando uno está cuatro u ocho años tiene que volver a su situación de vecino común y podemos tener diferencias políticas pero no diferencias de fondo».
SESIONES «CALIENTES»
Haciendo un repaso de los momentos «calientes» que vivió dentro del Concejo en esos años comentó que «me pueden haber tocado dos o tres situaciones donde hubo algún tipo de movilizaciones de algunos sectores docentes o gremiales que vinieron con algunos planteos y que a veces se exacerban un poco a los que hubo que pedirles compostura par poder continuar con la sesión, pero no más que eso»
No obstante, afirmó que en ningún momento sintió que la situación se le podía escapar de las manos volviéndose incontrolable.
«En ese sentido pesa mucho la experiencia de militancia y de haber vivido de joven en la universidad ese tipo de asambleas, de cosa ‘caliente’ de bombos, etc., y es algo que a mi al menos no me descontrola. Cuando se sabe que la cosa puede complicarse mal uno se prepara para eso, desde yoga o desde alguna otra actividad como la caminata para tratar de llegar a la sesión lo más distendido posible y con un esquema en la cabeza de para donde recurrir si se dan determinadas circunstancias. En eso, reitero no hubo mayor problema».
Se suele dar que, cuando se tratan temas fuertes haya una fuerte presencia de determinados sectores que, valga la redundancia, con su presencia dentro del recinto intenten ejercer presión sobre los concejales, intimidarlos al momento de votar.
Al consultarle si en su caso siente esa presión, Bianchini aseguró que en lo personal no le afecta.
«En esos casos también vale la experiencia. Dentro de nuestro grupo teníamos cuatro o cinco concejales con sobrada experiencia respaldando a los que se podían sentir intimidados. La gente con poca experiencia se pude sentir presionada en ese sentido.
En mi caso nunca lo sentí como creo tampoco lo sintieron Raul (Teijeiro), Sebastián (Pinilla), Agustín (Cassini) o Luis (Vildoza). En la mayoría de los casos son situaciones que se saben de antemano y uno llega preparado para eso. Se sabe previamente quienes son los que van a intervenir y quienes son los que van a resistir cualquier embate» .
LA RELACIÓN CON LA OPOSICIÓN
La relación con los ediles de los otros bloques fue, a lo largo de los últimos cuatro años, buena, sin mayores tensiones, mientras todos los cañones de la oposición apuntaron siempre hacia el Ejecutivo.
Al analizar esta situación, Bianchini lo consideró como algo lógico «ya que cuando se es oposición esa oposición se tiene que marcar con quien conduce el Gobierno de turno mientras la relación en el Concejo se puede seguir manteniendo sin ningún tipo de problemas. Nuestro país es en ese sentido muy personalista. El Ejecutivo Municipal, provincial o nacional tiene una figura y miramos a eso; las críticas se apuntan hacia ellos. Y esa es un poco la estrategia. La estrategia mía a lo largo de los cuatro años fue tratar de que el Concejo Deliberante fuese lo más intrascendente posible, que el rol lo tuviera el Ejecutivo y en ese rol la oposición se enfocara en el Ejecutivo. Es lógico que eso ocurriera».
Mirando hacia adelante, se le consultó cómo imagina los próximos dos años con un Ejecutivo que no tiene el mismo color político que Provincia y Nación y con un empoderamiento de la oposición aún siendo minoría en el orden local, a lo que contestó:
«Mi experiencia es que cuando se ha dado una situación como la actual, los mejores gobiernos nacionales y provinciales son los que establecen una buena relación y respeto hacia los poderes locales de turno más allá de que sean de distinto color político», explicó poniendo como ejemplo la situación que se dio años atrás con Duhalde en la Provincia y Aprile en Mar del Plata que tuvieron una relación excelente «como si hubiese sido del mismo partido».
«Espero que esta relación sea lo más institucional posible, como dijo Reino en sus recientes discursos en el Concejo y en la Municipalidad, que sea institucional y respetuosa y si no habrá que ir estableciendo cada uno sus estrategias» puntualizó para más adelante añadir: También creo que si va a haber una inauguración de una obra y viene el Gobernador o el Presidente y pide que esté la oposición, de mi parte que estén todos y los concejales del oficialismo si nos tenemos que quedar en el Concejo nos quedaremos. Es decir, si ponen condiciones siempre que todo lleve a una mejoría para la comunidad sin dudas que tenemos que estar abiertos y tener eso en cuenta». «Va a ser diferente, va a ser una experiencia distinta que vamos a tener que llevar delante de la mejor manera posible».