Se notaba que había ansiedad y alegría. No era para menos. Después de casi un año, los jardines de infantes y las escuelas primarias -alrededor de sesenta en total- volvían a abrir sus puertas para recibir a los niños para el dictado de clases presenciales en tiempos de pandemia.

Será atípico este ciclo 2021. Es que el Coronavirus obligó a instrumentar un estricto protocolo por lo que además de los útiles escolares, el tapaboca será un elemento indispensable durante el dictado de clases como también el mantenimiento del distanciamiento de dos metros, el lavado frecuente de manos y sanitización de manos, entre otras obligaciones.

La escena que El Diario presenció en el acceso de la Escuela Primaria Nº 1 «Domingo Faustino Sarmiento» se repitió en las restantes sedes escolares del distrito. Los chicos, haciendo respetar el protocolo indicado por sus familiares y los docentes, debieron pasar por un control de sanitización de sus manos con alcohol en gel, lo cual será parte de la rutina de aquí en adelante, sumado a un control de temperatura corporal.

Previamente, en fila, aguardaron pacientemente su turno de ingreso -se establecieron horarios para los distintos cursos, que ahora se vieron al menos reducidos a la mitad en cuanto a cantidad de alumnos- acompañados por sus familiares y con una declaración en mano, la cual debía estar firmada.

«Todo un desafío»

La directora de la E.P. Nº 1, Ana Julia de Nicolás, consideró que este ciclo lectivo será «todo un desafío para la comunidad educativa en su conjunto porque se ha debido reorganizar y coordinar la escuela, con lo que todo ello implica».

Con respecto al protocolo, la docente señaló que es el que fue enviado al Plan Jurisdiccional por parte de las autoridades del Ministerio de Educación de la Nación y cada institución escolar lo aplica de acuerdo a sus características, teniendo en cuenta la infraestructura y la matrícula, entre otros aspectos.

Este regreso a las aulas se da en el marco de un escenario diferente, dominado por la pandemia. «La población escolar es menor para permitir el distanciamiento social por lo que se dividieron los grupos. Uno lo hará durante una semana de manera presencial y el restante hará las tareas desde el hogar, y viceversa, viéndose combinadas las dos modalidades de enseñanza», remarcó de Nicolás

«Los chicos nos están dando una lección porque están respetando perfectamente el protocolo. Con ellos, es fácil», dijo

Por último, consultada la directora si se puede mantener el nivel de enseñanza interactuando ambas modalidades, respondió: «Si logramos en 2020 en pandemia, con todas las dificultades que ello implicó, que los chicos aprendieran, en este ciclo creemos que se podrá dar con el compromiso de los maestros y de las familias».