El recuerdo de Olga Chanaguir de Togni

El recuerdo de Olga Chanaguir de Togni

La reconocida vecina falleció en las últimas horas en la ciudad de Mar del Plata y el intendente municipal, Esteban Reino, la recordó. Así como también el subsecretario de Cultura y Educación, César Gustavo De Gerónimo.

EL MENSAJE DE REINO

“¡Gracias por tu vida Olga!

Nos ha dejado físicamente Olga Chanaguir de Togni. El dolor por su falta lo apaciguamos recordando lo que significó para innumerables generaciones de jóvenes estudiantes balcarceños.

Como dice la canción, no es lo mismo vivir que honrar la vida y Olga Togni lo hizo en cada paso que dio entre nosotros. La honró desde su intachable ejercicio profesional, desde la enorme familia que construyó junto a Cacho, sus hijos y nietos y desde su ejercicio como docente, donde desde las cátedras de Educación Democrática o Instrucción Cívica fue un faro que iluminaba y nos iluminaba, aún en medio de la oscuridad de tiempos de dictadura, para transmitirnos los fundamentos de la convivencia democrática, del dialogo, de la tolerancia y de la participación en los ámbitos institucionales o públicos.

Su palabra siempre estuvo para guiarnos por ese camino que nos preparaba para ser hombres y mujeres libres, comprometidos y ciudadanos responsables. Así, Olga se constituyó en una enorme Institución desde lo profesional y educativo.

Seguramente no sería lo que hoy soy, ni me habría comprometido con la participación política, si no hubiera sido mi profesora. Toda mi formación en la vida política y luego pública, tiene los cimientos que forjó Olga en mi vida y como en la mía, en la de cientos, tal vez miles de jóvenes, que esperábamos con ansias la hora de su materia, su amable explicación y la enorme calidad que tenía para el debate sincero y equilibrado de las ideas.

Olga, te vamos a extrañar, pero tené la plena certeza que dejaste una huella imborrable y que honraste la vida y la vocación de formar, que abrazaste desde siempre”.

EL RECUERDO DE DE GERÓNIMO

“Eran tiempos de dictadura mezclados con la inconsciencia adolescente.

Eran tiempos oscuros aunque para nosotros brillaba la luz del futuro sin condiciones.

Eran tiempos en los que se gestaba lo que hoy vivimos y la forma en la que hoy comprendemos lo que pasa.

Eran los setenta.

Se estrenaban los efectos del Mayo francés del 68 mientras que en nuestro país, una vez más, se lustraban las botas a paso redoblado. Única forma (al parecer) de resolver las disputas ideológicas y políticas a las que podíamos echar mano en aquellas épocas. Luego vinieron tiempos en democracia que no supimos sostener, también por las disputas e intolerancia.

Pero la vida nos tenía reservada una salida que los censores no tenían previsto: Olga Chanaguir de Togni, profesora de Instrucción Cívica o Educación Democrática según el año.

Allí estaba ella, con su figura imponente, su respeto por sus alumnos y, sobre todo, por su apego irrenunciable a la libertad de expresión, base de toda convivencia democrática. Porque para construir una democracia hacen falta ciudadanos demócratas y ella tenía bien claro su papel como docente. Ella sabía que no dejaba de serlo cuando abandonaba el aula. Una especial energía la unía a todas esas cabecitas casi vírgenes deseosas de conocimiento (en aquellas épocas los estudiantes teníamos sed de conocer más) aún en su ausencia y sabía que su tarea no terminaba aún cuando esos alumnos egresaran para seguir sus vidas fuera del colegio.

Muchas fueron las discusiones sobre distintos tópicos porque Olga daba lugar al disenso que es imprescindible en todo intercambio sano y respetuoso.

Olga alumbró buena parte de ese camino difícil y hoy, con su partida, podemos decir que hemos sido muy afortunados de tenerla en nuestras vidas.

Su luz nos acompañará por siempre.

Hasta que nos volvamos a encontrar querida profe Olga.

Promoción 1975 del Colegio Nacional”.