"El impacto ambiental debe ser evaluado previo a cualquier tipo de intervención"
Su preocupación por la falta de precisión en distintos puntos esbozados en el proyecto de ordenanza para intervenir en distintos puntos de la sierra La Barrosa por parte de la municipalidad para promover el turismo sustentable, manifestaron a través de un escrito integrantes del sistema científico nacional y de nuestra comunidad. Lo hicieron a título personal y no de las instituciones a las que representan.
Paula Barral (INTA), Lucía Bernad (INTA), Airel Genovese (profesor del ISFDyT Nº 32), Lorena Herrera (CONICET-UNMdP), Marino Puricelli (INTA), Mara de Rito (CONICET-UNMdP) y Federico Weyland (CONICET-UNMdP) coincidieron en expresar que la sierra La Barrosa "constituye un sitio de especial relevancia en aspectos geológicos, hidrológicos, biológicos y culturales".
A partir de esa afirmación, los mencionados profesionales dieron a conocer sus razones por las cuales el desarrollo sustentable del partido "debería pensarse de manera integral y planificar de manera adecuada el manejo de sus ambientes naturales".
A TENER EN CUENTA
En la nota enviada a El Diario, los especialistas indican lo siguiente:
- La sierra La Barrosa constituye un patrimonio geológico único en Argentina.
"La sierra La Barrosa forma parte de un cordón serrano que, en conjunto, conforma el sistema de Tandilia donde se encuentra el afloramiento más austral del basamento cristalino más antiguo de Argentina. Tandilia se caracteriza por su geodiversidad, que narra una larga historia geológica, la cual se remonta unos 135 millones de años, durante el proceso de separación de Gondwana, en el Cretácico. A continuación, citamos a Carlos Alberto Cingolani, geólogo que ha dedicado más de 30 años al estudio de sus formaciones rocosas. Sus palabras hablan por sí solas: 'Numerosos son los lugares de interés geológico que merecen ser señalados en distintos puntos del cordón serrano. Algunos se destacan como ejemplos de rocas intensamente deformadas, otros por sus explotaciones en canteras y otros por sus excelentes afloramientos de rocas del antiguo basamento y de la cobertura sedimentaria. Muchos de estos lugares constituyen verdaderos "documentos naturales" del mundo geológico-paleontológico, que por su inapreciable valor cultural y didáctico debieran ser preservados como patrimonio de la humanidad'.
- La sierra La Barrosa asegura el aprovisionamiento de agua a la ciudad de Balcarce.
"El frente de sierras, por sus pendientes intermedias, es muy importante para la recarga natural del acuífero que abastece a la ciudad de Balcarce. Por lo tanto, en caso de construir en este sector, se podría comprometer la fuente de abastecimiento de agua de la ciudad a través de una disminución en la recarga. Por otro lado, la urbanización en el área generaría focos de contaminación puntual por aguas residuales. Otro aspecto a considerar es la previsión del aumento en la intensidad de las precipitaciones por el cambio climático. En este contexto, al remover la vegetación natural y al aumentar la superficie impermeable en la zona, aumentaría el escurrimiento superficial, favoreciendo la erosión y acumulación de agua en los sectores bajos, afectando las estructuras viales y de drenaje pluvial.
La Barrosa representa un refugio para la biodiversidad pampeana y una oportunidad para su conservación.
"En ella se encuentran varias comunidades vegetales, tanto de pastizales (pajonales de paja colorada, flechillares), como arbustales, helechales y roquedales, que han evolucionado desde hace miles de años bajo distintos climas hasta llegar a la fisonomía actual. Se han identificado 204 especies de plantas, de las cuales aproximadamente el 9% son endémicas. Es decir, sólo es posible encontrarlas en forma natural en estos ambientes. Muchas de las especies vegetales que encontramos en la sierra tienen valor ornamental, medicinal, genético y forrajero. A su vez, las matas de pajonal y demás vegetación espontánea ofrecen sitios de alimentación, refugio y reproducción para la fauna, que incluye aves, mamíferos, reptiles, anfibios e insectos. En particular, muchas plantas ofrecen polen y néctar a los polinizadores, tanto silvestres como domésticos, como la abeja doméstica.
"Por lo visto anteriormente, los disturbios locales producidos por el desarrollo inmobiliario en las laderas de La Barrosa podrían tener efectos no solo puntuales, sino a una mayor escala, afectando el sistema ecológico en otras partes de la sierra. En este sentido, conservar la estructura de la vegetación de la sierra La Barrosa en su condición natural es de suma importancia tanto para el mantenimiento del equilibrio ecológico como de sus contribuciones para la sociedad.
"En definitiva, bajo la propuesta del proyecto en cuestión, lo que está en juego es el valor de lo público sobre el interés privado. El año 2020 nos ha demostrado cómo el crecimiento armónico de las ciudades requiere, entre otras cosas, conservar o crear espacios abiertos de uso común, evitar el aglomeramiento y limitar la densidad poblacional. La afectación de los ambientes naturales genera una cadena de perjuicios al ser humano, desde enfermedades emergentes hasta el estrés provocado por las necesarias medidas sanitarias de aislamiento. Estamos ante la oportunidad de repensar nuestra forma de vincularnos con el territorio de manera de armonizar las necesidades humanas, materiales y espirituales. Ojalá no la desaprovechemos.
EVALUAR EL IMPACTO AMBIENTAL
"Creemos que el desarrollo no puede seguir siendo visto bajo una perspectiva decimonónica basada en destruir y alterar los espacios naturales. Por eso, queremos enfatizar la necesidad e importancia de generar este tipo de proyectos a través del consenso entre los actores sociales del territorio. El impacto ambiental debe ser evaluado previo a cualquier tipo de intervención y no cuando éstas están consumadas. Solo así será posible lograr verdaderamente la sustentabilidad ambiental, social y económica. Acompañamos las iniciativas de uso de estos ambientes que consideren actividades de mínima intervención e impacto, como la recreación a través de caminatas, el running, la educación ambiental, y el contacto con la naturaleza más silvestre. La implementación de senderos interpretativos, la identificación de áreas de especial interés y la restauración de ambientes degradados son algunas de las alternativas que promueven y suman al cuidado de este espacio.
"La institucionalidad requiere que cualquier propuesta de intervención en la sierra La Barrosa siga un proceso de acceso a información, diálogos y consultas con todos los actores interesados y evaluaciones de impacto ambiental por instituciones reconocidas que velen por la sustentabilidad del paisaje. Esto es especialmente importante por tratarse de tierras de dominio del Estado con las particulares características naturales y culturales que reviste La Barrosa previamente detalladas.
"De nuestra parte, estaremos siempre bien predispuestos a participar y colaborar en todo lo que nuestra experiencia como integrantes del sistema público de ciencia y la sociedad civil pueda serles útil y valioso para promover una vinculación sana con el territorio".