El camino de acceso a San Agustín ya muestra falencias
Hace poco más de un año, el intendente Esteban Reino se trasladaba hasta el camino de acceso a San Agustín, el que une la ruta provincial 55 con dicha localidad, donde la empresa Marcalba S.A. llevaba a cabo los trabajos de construcción del nuevo asfalto, sobre un tramo de 7 kilómetros, ocasión en la que manifestaba que "la verdad es que se está haciendo algo muy distinto a lo que se venía haciendo tradicionalmente, que era un emparchado arriba del otro que hacía que la ruta se tornara muy peligrosa. Las gestiones no fueron fáciles y nos llevaron mucho tiempo. Todo se inició ni bien comenzamos la gestión pero hoy vemos que se está construyendo una calzada de unos 5 centímetros que se agrega a una capa que dejó la empresa como base, que nos va a asegurar una buen transitabilidad para los próximos 20 años".
En total, se habían invertido más de 76 millones de pesos para repavimentar el tramo mencionado, aunque con la particularidad que quedaron aproximadamente 400 metros ya dentro del pueblo sin ser reparados.
Pasó el tiempo y poco a poco comenzaron a observarse deficiencias en la cinta asfáltica. Pozos en un sector, luego en otros, así sucesivamente hasta que apareció nuevamente maquinaria de la empresa antes citada para realizar los arreglos. Nuevamente transcurrieron los días y otra vez la situación se repitió, causando indignación en quienes habitualmente deben transitar por allí, porque tienen recuerdos de lo intransitable que era ese camino antes de las refacciones. Y temen que ello ocurra de nuevo.
POZOS Y RAJADURAS
Hoy en día, en los casi 7.000 metros de extensión del trazado existen al menos diez pozos, la mayoría de ellos pequeños y algunos otros de dimensiones más importantes. También se vislumbran rajaduras en algunos sectores que tienden a que la situación se vaya agravando paulatinamente.
Vecinos del lugar cuentan que se hizo un asfaltado con una capa muy fina que, a simple vista, pareciera no tener el suficiente espesor para soportar especialmente el tránsito pesado. Es que por allí circulan camiones cargados con hacienda, cereales, papa y otros con arena, provenientes de las areneras de las costas necochenses. En un momento surgieron comentarios indicando que se iban a implementar controles de balanzas, con el fin de cuidar el camino, pero nunca pasó de ello.
También recordaron que cuando lo estaban construyendo, en un tramo ubicado a dos kilómetros del pueblo, pasó un camión cargado y "explotó" el asfalto. En ese momento fue rápidamente reconstruido porque justamente estaba la empresa trabajando allí.
Como dato, sirve citar que un equipo completo, con su peso propio y el de la carga que transporta, no puede exceder los 45.000 kilos.
Además, habitantes sanagustinenses destacaron que en el interior del pueblo, algunos camiones y otros vehículos también, circulan a una excesiva velocidad, haciendo peligrar la seguridad en ese sentido. Al respecto, más de uno solicitó la construcción de los denominados "lomos de burro".
¿VOLVER AL PASADO?
Este asfalto, construido en la década del '70, no resultó objeto posteriormente de mayores trabajos de mantenimiento. Fue deteriorándose con el transcurrir de los años y causante de diversos accidentes, provocando por ejemplo rotura de llantas, cubiertas, tren delantero, suspensión y demás.
En el último tiempo previo a su remodelación, se volvía prácticamente intransitable. Lamentablemente y si no se pone manos a la obra, correrá la misma suerte próximamente.