A sus 82 años y con cinco décadas y media ejerciendo la profesión de médico, el doctor Benedicto Brindicci sigue desarrollando su tarea con la misma pasión de siempre. Quizás con la pausa que pone a disposición la experiencia, seleccionando determinados trabajos, pero brindándose por completo en los que enfrenta.

"Lo que yo hago me gusta, por supuesto ya no hago las grandes operaciones y esas cosas, sino todo lo que sea ambulatorio. Pero ya no encaro cosas de mucha envergadura u operaciones grandes, porque hay que respetar la edad".

Nacido en Bari el 7 de marzo de 1937, realizó allí la primaria y parte del secundario, ya que a los 15 años se mudó a la Argentina junto a su familia, donde luego completó su formación hasta ingresar a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), mientras en paralelo desarrolló algunos trabajos para costearse sus estudios.

Luego realizó la unidad hospitalaria en el Castex -actualmente denominado "Eva Perón"-, ubicado sobre la Ruta 8, efectuando la residencia en Cirugía. Estuvo aproximadamente una temporada más con la especialidad de Urología y a los cinco años de recibido, ya en su carácter de Cirujano, sobrevino el traslado a Balcarce.

Su llegada a la ciudad se produjo en la época en que Juan José Mare era el intendente local, concretamente en septiembre de 1970. Por ese entonces, el viejo Hospital necesitaba cirujanos y a sus oídos llegó esta novedad, por lo cual decidió dejar Capital Federal y radicarse en este sector del sudeste de la provincia de Buenos Aires, con un paisaje serrano y una cercanía al mar que le hacían recordar mucho a su Bari natal.

SU PASO POR EL HOSPITAL

Cuando arribó al viejo Hospital "Dr. Felipe A. Fossati", situado en calle 28 y avenida José Cereijo, la situación del mismo no pasaba precisamente por su mejor momento.

"Tenía muchos problemas de infraestructura, de logística, que se fueron solucionando con el nuevo Hospital en el año '74", destacó sobre sus primeros pasos profesionales.

En ese marco de sus inicios y en la medida de lo posible, Brindicci fue aplicando los conocimientos adquiridos por ese entonces, con la finalidad de ir creando la infraestructura necesaria para desarrollar mejor la profesión médica.

En dicho nosocomio estuvo como médico cirujano, Jefe de Servicio de Cirugía y en dos oportunidades fue su director, por lo cual fue testigo del crecimiento del lugar con el paso del tiempo.

"Me dejó una experiencia muy linda. Para un cirujano, que mejor que tener un efector de salud. Fue una experiencia que me trajo no sólo la parte quirúrgica sino también el hecho de tener que dirigir una institución, que como toda institución médica, hospitalaria, lleva muchos problemas y también muchas satisfacciones por lo que uno pueda llegar a resolver", indicó.

CLINICA BALCARCE

Otro de los espacios donde ejerció su actividad fue en la recordada Clínica "Balcarce", ubicada en calle 16 entre 17 y avenida Aristóbulo del Valle.

Allí, además de desarrollar labores en la actividad privada hasta 2006, que fue la fecha en la cual el lugar cerró sus puertas, dedicó su tiempo a la presidencia de la entidad. Pero sin duda alguna y más allá de todas las buenas vivencias recogidas, hubo un momento crítico como lo significó precisamente la determinación de "bajar el telón" definitivamente.

Acerca de este punto, Benedicto Brindicci manifestó: "para un cirujano fue algo desastroso, porque le tocó el efector de salud fundamental. El único lugar de internación era el Hospital, pero a veces la gente elige otra cosa o puede tener una opción distinta. Y ahora no la tiene, únicamente en Mar del Plata. Y eso le ha traído problemas a todas las especialidades, inclusive a las especialidades clínicas porque muchos si necesitan internación o algo así, no todos van al Hospital. Y no porque en el Hospital se atienda mal, simplemente porque muchas veces quieren otra alternativa. Y hay que dársela".

HILO EN EL CARRETEL

Llegar a los 82 años, gozar de buena salud, seguir trabajando con ganas y disfrutando a pleno de la profesión que eligió desde joven, es realmente un privilegio.

Así lo entiende el doctor Brindicci, quien vive a pleno su tarea y no se fija en la edad, si bien es un aspecto que tiene en cuenta: « El día que me canse o no tenga muchas ganas de seguir o que eso sea problemático para mi salud, lo dejaré".

En ese marco, también oficia de ejemplo para las nuevas generaciones de sus colegas, con quienes a menudo se reúne y charla sobre distintos temas. "Pero el hecho que uno sea médico consultor no significa que tengan que consultarlo. Porque cada uno se ha formado haciendo residencias y en este momento, todos los médicos que trabajan en el Hospital tienen antecedentes de residencia. Y lo hacen bien", relató.