Un apasionado por la animación que invita a soñar a miles de niños
La gran mayoría hemos soñado con la animación en alguna ocasión, lo difícil es hacerlo realidad. Desde muy chico, Damián Soriano trasladaba al papel historias que era incapaz de representar de otra manera. Fue alimentando, a través de grandes clásicos de la animación, su sueño de convertirse en dibujante.
Damián Soriano es licenciado en Artes Visuales y desde hace un año trabaja para la empresa Smilehood como director de contenido. Se trata de una productora británica con sede en Argentina especializada en contenidos de entretenimiento, desarrollo de formatos de cine, tv y nuevos medios. Como así también en la producción musical, animación, estudio de mercado, marketing y distribución. "Smilehood es la creadora del dibujo animado 'El payaso plim plim', mi rol como director de contenido es establecer qué tipo de contenido se va a producir y bajo qué premisa trabajamos", explicó Soriano a El Diario.
"También se trata de analizar a qué público le apuntamos y qué tipo de temáticas vamos abordar, todo eso en busca de cuáles son las tendencias, evaluando qué es lo que le gusta al público. Hay todo un trabajo previo de análisis, de análisis de mercado, de la competencia, incluso hoy en día las herramientas como Youtube te permiten hasta ver en qué momento el chico eligió tal video, si lo ve desde un celular o en la tele. Los análisis de datos te permiten ver qué es lo que funciona y qué no y en base a eso trabajamos".
Soriano tiene claro que no se trata solo de números y estadísticas, sino también de adaptarse a las necesidades del público para desarrollar un producto cada vez mejor. "Muchas veces hay ideas que terminan siendo exitosas porque confía en lo que uno hace", señaló. El artista balcarceño está a cargo de la creación de todas las piezas audiovisuales y visuales que se generan para las diferentes plataformas en SmileHood, como por ejemplo su canal de Youtube "El payaso Plim Plim" que hoy cuenta con 16 millones de suscriptores. "Este año vamos a realizar 80 videoclips para nuestro canal. También trabajamos en distintas obras de teatro, con las cuales nos presentamos por toda Latinoamérica."
A partir del 12 de febrero hasta el 15 se va a llevar a cabo en Miami el "Kidscreen", el encuentro más relevante del mundo en materia de entretenimiento para niños. "Allí se encuentran los generadores, distribuidores, compradores y realizadores de todo lo que tenga que ver con el rubro infantil, de 0 a 12 años. Dentro de ese mercado asisten todas las plataformas más importantes del mundo como Paramount, Netflix, Youtube, Amazon, etc. Ahí se nos presenta la posibilidad de tener encuentros con desarrolladores de esas empresas, de charlar con ellos sobre proyectos y además hay un montón de conferencias y eventos donde se habla sobre los lineamientos que hay sobre las nuevas tendencias en materia de entretenimiento. Es una experiencia muy enriquecedora", afirmó Soriano.
DESCUBRIENDO EL MUNDO DE LA ANIMACIÓN
Damián recuerda un momento que lo marcó, y que fue de alguna manera su inspiración para meterse desde muy joven en el mundo del dibujo y la animación. "Siempre cuento que de chico fui a ver El Rey León al viejo Cine Moderno. Recuerdo esa primera escena del sol saliendo con esa música africana que te llevaba al centro mismo de la sabana. Fue tan emocionante ver esa animación en 2d, me asombró tanto que me dije a mí mismo: 'No sé cómo lo hacen pero yo también lo quiero hacer'. Con el tiempo tuve la posibilidad de conocer gente que trabaja en Disney, y todavía hoy me llama la atención cómo la experiencia cinematográfica logra emocionarte, cómo en la cabeza de un niño puede un dibujo animado definir la educación de una persona".
"Recuerdo que había un programa que pasaban en Telefe que se llamaba "El mágico mundo de Disney", yo me devoraba ese programa cada vez que lo pasaban. Eso me impulsaba a dibujar, el único material que tenía como referencia eran las revistas de Patoruzú. Ya un poquito más grande me iba a la biblioteca "Pablo A. Pizzurno" a copiar las tapas de la revista Humor que salían en la década del '80 ilustradas por Carlos Nine. Cabe destacar que no existía internet y aprender sobre esto era más difícil, yo aprendía de mirar y copiar. Esa fue mi formación, muy autodidacta, mi familia quizás no me podía pagar una escuela de dibujo, entonces había que rebuscársela. Eso me ayudó a encontrar mi propia vocación, y eso está bueno"
Siendo un adolescente, y mostrando por aquel entonces sus condiciones como dibujante, Soriano fue convocado por El Diario para la realización de una serie de trabajos que se publicarían. "Fue Carlos Aguilar quien me ofreció mi primer trabajo. Para mí fue algo inolvidable", recordó.
Damián relató que durante aquellos años, ya con la llegada de internet, empezó a contactarse con estudios de animación. "Recuerdo que en los años en los que estudiaba en la Universidad de La Plata, me contacté con un estudio de animación de aquella ciudad y presenté mis dibujos. Los llevé creyendo que era un genio, al menos eso es lo que te hace creer la gente que te quiere, tus familiares y amigos. La respuesta fue que los dibujos estaban buenos, pero que ellos utilizaban otro tipo de técnicas. Me hicieron pasar a una oficina en donde tenían exhibidas historietas de Warner Bros originales hechas con tinta, y me dan un lápiz de animador. Es un lápiz especial que yo jamás había visto, me dijeron "los profesionales trabajamos con esto, te lo regalo así empezás a practicar, el año que viene si seguís en La Plata venite con nosotros a aprender".
Por iniciativa propia, Damián decidió descubrir el apasionante mundo de la animación digital. Lo hizo gracias a profesores de la Universidad platense que al ver su interés lo recomendaron en estudios de animación cuando aún se hacían películas de animación tradicional. "Al año más o menos me surgió la posibilidad de trabajar en mi primera película de animación. Empecé a trabajar en un estudio que se llamaba "A cuatro manos", era el más grande de Latinoamérica, ahí se hacían historietas y animación, allí aprendí de grandes maestros, gente que había trabajado con García Ferré o en empresas de la talla de Disney, pesos pesados de la historia de la animación argentina. Fui parte de la última camada de dibujantes que trabajó con animación tradicional, esa ilustración que se hacía a mano sobre grandes tableros".
NUEVAS TÉCNICAS
"Hoy en día se hace todo digital. Lo que han permitido las nuevas técnicas de dibujo fue probar muchísimas cosas artísticas y combinaciones de manera sencilla y rápida de ver. Antes vos hacías un dibujo a mano y había que sacarle una foto a cada dibujo con una máquina especial y después se pasaba a un acetato. Recién ahí se veía si la animación había quedado bien o mal. Vos tardabas una semana en hacer cinco segundos de una toma, y tenías que esperar otra semana para ver si lo que habías hecho estaba bien. El proceso era muy lento, por eso antes las películas animadas tardaban cinco o seis años en finalizar. Cuando vos cruzás un excelente animador, con un excelente director de arte y guionista surgen cosas maravillosas como las producciones que vemos hoy".
Soriano comentó que cada tanto busca un espacio para generar su propio arte alejado de su trabajo. "Me gusta mucho pintar cuadros, ya como una cuestión de hobbie, sin la necesidad de trabajar para algo. El dibujo me conecta con mi esencia, cuando se es chico la primera manera que se encuentra para representar cosas es a través del dibujo. Ahí soy yo, soy libre y además algo que me está pasando hoy en estos años que fui papá, es que veo a mi hijo de seis años al que le encanta muchísimo dibujar. A veces me siento a dibujar con mi hijo como si fuésemos dos nenes, ese vínculo que genero con mi hijo es muy lindo. El dibujo te conecta, te emociona y es también una terapia. Ver a la gente que se emociona con nuestras animaciones me resulta gratificante, justifica todo el trabajo que hacemos".
"Con este trabajo tengo la posibilidad de explorar otro espacio que a mí me gusta, que es la música. Trabajar en el rubro audiovisual me ha dado la posibilidad de conocer a los mejores músicos argentinos y también me ha permitido acercarme a ese mundo de la música que siempre soñé. En mi época en Little Angel, trabajamos en estudios de Londres con grandes músicos para realizar las bandas sonoras de los videoclips. Allí fui aprendiendo y terminé por ampliar mi espectro de participación, ya no solo en la parte de dibujo sino en la instrumental".
Por último, Damián hizo hincapié en el cuidado del contenido del entretenimiento para niños, uno de los puntos más importantes y estrictos en el proceso de animación. "Como director de contenido y padre, tengo que cuidar el contenido que van a ver los chicos. El contenido más cuidado que se produce en el mundo es justamente el infantil. Nosotros hablamos con profesionales de la educación, sociólogos, pedagogos y psicólogos con el fin de establecer pautas de lineamientos y ayudar en el crecimiento del niño y acompañarlos en la educación. Últimamente estamos abocados en crear contenidos que impulsen al niño a estar en movimiento, de dejar ver y empezar a hacer".