Tulio Crespi: "Sigo trabajando porque siempre lo hice"
"Tráiganme a ese argentino, que es tan loco como yo, para conocerlo", dicen que pidió Gian Paolo Dallara desde sus oficinas en Italia, para tener un encuentro con Tulio Crespi, nada más y nada menos. "Tuvimos la oportunidad cuando viajé la última vez a Italia, pero como él tenía que hacerse un chequeo no pudimos conocernos", confesó sobre la frustrada reunión con el constructor italiano, durante la charla que mantuvo con Carlos Legnani (h), del programa Campeones.
Tulio Crespi fue pionero de lo que hoy se conoce como Fórmula Renault Nacional, siendo uno de los primeros pilotos y chasistas que participó en la entonces categoría Mini Junior. "Tenía un NSU de Turismo. Y una vez llega el equipo oficial con un auto de Fórmula y me ofrecen conducirlo. Y ahí decidí con mis compañeros del Otto Krause hacer un auto. El primer monocasco hecho en el mundo es de mi diseño, basado en el fuselaje de un avión", recordó sobre ese primer auto de competición que fabrica.
En la autopista Ricchieri se probó la flamante unidad. "Cuando sale el último chico a hacer la prueba, se estrella contra un auto de frente. Afortunadamente no le pasó nada porque el monocasco cumplió con todas las medidas de seguridad. Lo arreglamos y después en la carrera le ganamos al equipo NSU", dijo Crespi sobre ese triunfo que se produjo en el Circuito 5 del autódromo de Buenos Aires, el 29 de septiembre de 1963.
"Vino Jorge López Ruiz, que fue músico de jazz y me compró ese auto. Y vendí el siguiente a José Luis Luzzi, quien era tesorero de Austral (fue presidente de la Fórmula 4 años después)", rememoró quien con el paso del tiempo pasó a ser el principal constructor y proveedor de autos de Fórmula en el país y también en buena parte del continente, registrando hasta el momento 250.000 carreras disputadas con sus autos.
"El año pasado ganamos 11 campeonatos. Hay coches de hace cuarenta años que siguen en pista", sostuvo sobre la vigencia de sus productos que siguen acumulando resultados en diferentes categorías del país.
UNIDADES ÉPICAS
Durante los primeros años de la década del setenta se dedicó a diseñar autos fuera de serie, como lo significó la Tulia GT, basada en el trabajo que hizo en un Turismo Carretera, el Torino que con el tiempo sería conocido como "El Petiso" y que condujo el tucumano Nasif Estéfano, a quien conoció en unas "500 Millas de Rafaela" y se lo presentó Andrea Vianini.
"Al Torino, Nasif lo chocó y destruyó en la parte delantera al pegar contra el muro del curvón. Tenía 22 días para hacerlo. Lo reformé, corrí 30 centímetros el motor y la caja, lo bajé de altura y así nació el 'El Petiso", recordó sobre esa reforma. "Mientras hacía eso, venía a verme un par de veces Oreste Berta y afuera se quedaba Eduardo Copello", añadió.
Eso potenció que centrase su esfuerzo en armar un auto fuera de la serie del mercado y que bautizó Tulia GT, que le permitió abrir otra faceta en su trabajo. A continuación realizó el modelo Tulieta GT, sobre la base de un Renault 4 y fue invitado para exponer en el Salón del Automóvil de París de 1975.
"Los llevamos a París con un Hércules y después andando al stand que era para Lotus, porque no llegaron a tiempo con sus autos. A los pocos días llegaron con Colin Chapman y tuvieron que exponer a un costado", repasó Crespi sobre esa exposición, en la cual dio charlas ante constructores, explicando sobre el armado y recibiendo premios.
"Todos los constructores franceses querían hablar conmigo porque estaba más avanzado en la construcción con fibra de vidrio. Al principio me confundían con un italiano, entonces mandé a poner la Bandera Argentina en el stand, junto a mi apellido", destacó.
"Una tarde me dijo Fangio que iba a visitarme, entonces arreglamos con el embajador argentino para que lo acompañe. Cuando lo inscribimos en la lista de invitados, los organizadores armaron un corredor con alfombra que llegaba hasta el stand y colocaron un cordón policial", indicó.
AUTOS DE FORMULA
El innovador diseño hizo que desde la sede central de Renault lo contacten para adquirirle autos, con el aval del presidente de la empresa francesa, Pierre Dreyfus. Para encarar dicho emprendimiento, Crespi evaluó un cambio de sus instalaciones y buscar un lugar más amplio para entregar 60 vehículos por año.
"Le comento a Fangio y me dice que arme la fábrica en Balcarce. Cuando llegó Martínez de Hoz, estaba construyendo el taller y nos agarró la inflación; en el interín desapareció Vefra (Vehículos Especiales de Renault Argentina) y cambiaron la cúpula en Renault, entre ellos el presidente", rememoró sobre la frustrada empresa.
El traslado del taller se dilató por una década. Durante ese tiempo, Tulio se apuntaló en los autos de Fórmula 4 y luego Fórmula Renault, continuando la cosecha de victorias y títulos. "A Horacio Pagani lo retaba cuando su hermano, Alejandro, corría con nosotros. Me diseñaba alerones, yo le decía '¡Pibe! ¿porqué no hacés un auto vos?' ¡Y me hizo caso!", recordó sobre el reconocido diseñador.
"Enrique Scalabroni al que primero le pidió trabajo fue a mí. Según me contó, dice que lo atendí mientras trabajaba. Le pregunté si había servido y me respondió que sí", señaló con relación a su primer encuentro con el ingeniero que pasó por Williams y Ferrari, en Fórmula 1.
A quien también reconoció fue a José Froilán González. "Con Froilán recorrimos dos veces la fábrica Ferrari, y otras tantas. Ahí me di cuenta que no estamos lejos en lo técnico; sí en la distancia. No somos menos que en Europa. Allá corren los que tienen plata", aseguró.
CON "PINCHO" CASTELLANO
Crespi, además de hacer los chasis de Fórmula Renault, también intentó competir en F2 Codasur y más tarde armó un proyecto con Oscar Castellano en TC2000, donde logró reunir por única vez en un equipo a Guillermo Ortelli y Omar Martínez, en 1994.
"El proyecto original era de hacer un equipo oficial con Ford, en el que uno de los pilotos iba a ser Gabriel Furlán y el otro Ortelli. En el medio, surgió la posibilidad de hacer algo propio con Castellano y el aporte de Isaura; nos quedamos con Ortelli y dejé afuera, no sé por qué, a Furlán", explicó Tulio.
La presentación en Posadas no pudo ser fructífera, debido a que Ortelli fue tocado por Daniel Cingolani (Renault). En la siguiente competencia en Buenos Aires, consiguieron la "pole". "Castellano me decía que no entendía nada. Había armado el motor con elementos que le dio Guillermo Maldonado y estábamos adelante", mencionó.
"En un momento voy caminando y lo veo a (Miguel) Etchegaray y le hago una seña como que le íbamos a dar fuerte para que tengan. Me llama y me dice: 'Estábamos hablando de vos. Tenés que cambiarle el nombre a Ortelli y ponerle Superman si le gana a Traverso", afirmó en torno a ese fin de semana.
"Cuando Oscar me pidió un piloto lo recomendé a Guillermo. Fuimos a probar a Balcarce y le hacía cambios en el auto, a los que rápidamente Ortelli detectaba y paraba en boxes para modificarlos. Al terminar el día, 'Pincho' me dice: 'es un pilotazo", refiriéndose al andar de Ortelli, con quien había peleado el campeonato de Fórmula Renault un año antes junto a Juan Manuel Silva y Roberto Sánchez.
DESILUSIÓN Y TRABAJO
Al evaluar el presente de la Fórmula, que por años fue la referencia de los monopostos y sigue siendo el "semillero" del automovilismo nacional, Crespi indicó lo siguiente: "Fue una categoría que tuvo a 22 constructores. Nosotros estuvimos presentes desde el primer Tulia hasta el 27, que se hizo para reemplazar toda la Fórmula Renault. Superó el Crash-Test y después terminaron cambiando los autos. Pablo Peón un día vino a pedirme disculpas, me preguntó si para mí eran más importante los honores o el dinero y elegí los honores", sostuvo sobre quien era dirigente cuando se optó al cambio de autos.
Quizás impulsado por ello, Crespi hoy no es un observador asiduo de las carreras. En ese sentido, reflejó "no veo el automovilismo. Di tanto… y me pone mal. No lo siento. Lo odio. No me entusiasma".
A pesar de ello, no baja sus brazos y sigue con proyectos. "Sigo trabajando porque siempre lo hice. Estamos desarrollando un kit nuevo. Hablo permanentemente con Scalabroni". Y destacó sobre el rendimiento y funcionamiento de la Fórmula 4 que "trajeron autos importados y andan como tres segundos más lentos que un Fórmula Renault".
TIEMPO DE PROYECTOS
Durante el último tiempo y antes de este aislamiento preventivo por el Coronavirus, había elaborado un plan de trabajo con Dallara: "tenía arreglado para hacer los toscano de carbono", indicó sobre ese proyecto que por el momento está detenido.
"Todavía me falta hacer lo que le dije a Fangio: 'O hago un cohete para ir a la Luna o hago la Ferrari argentina'. Estoy con un proyecto de un auto, pero no quiero decir mucho. Lo está manejando un amigo mío, Emilio Mazzola. No hay fotos ni nada por el momento", resaltó.