Solidaridad para una familia que perdió todo

"Lo material, va y viene; la vida, no", afirmó Magdalena Villar tras el incendio de su casa, que arrasó con todo
El incendio fue devastador. Arrasó con todo lo que había a su alrededor. La localidad de Los Pinos, como bien informó ayer El Diario, se vio conmocionada por un siniestro de proporciones desatado al caer la noche del martes por circunstancias que aún no han sido aclaradas más allá de una versión que circulaba con fuerza en el lugar que hablaba de la explosión de una garrafa.
Tres adolescentes -dos mujeres y un varón- se encontraban dentro de la vivienda construida con chapas y maderas en la calle 19 entre 10 y 12 de la vecina localidad mientras que la dueña, Magdalena Villar había viajado hasta esta ciudad con su hija menor de 5 años a efectuar una serie de compras. Desde una habitación, donde se encontraban mirando películas, los menores observaron las llamas.
DESESPERACION
Si bien inicialmente, contó la mujer, los adolescentes intentaron extinguir el fuego, al no lograrlo acudieron de inmediato a los vecinos a pedir ayuda. Al mismo tiempo se dio aviso a los bomberos, concurriendo cuatro dotaciones del cuartel central y una del destacamento de San Agustín con una veintena de hombres al mando del jefe del cuerpo activo, oficial de escuadra Ariel Cavuoti.
A pesar de los denodados esfuerzos, poco pudieron hacer los servidores públicos para salvar la casa, el mobiliario y demás elementos que estaban dentro: cuando llegaron, el fuego ya estaba totalmente declarado.
ESPIRITU SOLIDARIO
Lo ocurrido una vez más despertó el espíritu solidario de los vecinos. Más allá de los propios pinenses y su delegación municipal, también la comunidad local rápidamente se sumó al pedido surgido en las redes sociales, por un lado, y por voluntad propia, en otros casos, de ayudar a Magdalena Villar y su grupo familiar.
"Perdí todo pero lo más importante es que mi familia está bien. No queda otra que seguir adelante". Resignada pero con la suficiente fuerza interior para sobreponerse a la adversidad es que Magdalena y su familia comenzaron a recibir innumerables muestras de ayuda no solo material sino también de contención ante la situación que están atravesando.
Sobre el hecho, contó que su hija de 16 años, una amiga y su yerno estaban en la finca cuando se vieron sorprendidos por las llamas. "Lo único que alcanzaron a poner a resguardo fueron las motos. Ellos, afortunadamente, están bien aunque afectados emocionalmente por lo sucedido. Pero perdimos todo: heladera, cocina, camas, sillas, mesas, las prendas de vestir, etc. Nos quedamos con lo puesto. Lo material, va y viene; la vida, no. Tomé esto con calma. Por suerte mucha gente me está ayudando", expresó conmovida.
La mujer, a cargo de sus hijos, debió anticipar la ocupación de una vivienda que estaba construyendo, a la cual le faltan la conexión de los servicios esenciales, entre otras obras. "La Municipalidad me había dado un terreno para levantar mi propia casa. Hay que terminarla. Por eso le pido que me ayuden quienes pueden", dijo.
Quienes deseen hacerlo pueden llamarla al 15541163 o en esta ciudad dirigirse a la avenida Suipacha número 824, entre 23 y 25, de 16 a 19.