Salen a la luz detalles de un caso rodeado de violencia y celos
Se va a cumplir el próximo martes un mes de un grave hecho de violencia de género ocurrido dentro de un departamento de calle 21 entre 4 y 6. En ese episodio, como detalló El Diario, una mujer y su hijo de ocho años recibieron lesiones de gravedad que obligaron a su internación. La mujer, en terapia intensiva en el Hospital local y la criatura en el Materno Infantil de Mar del Plata. Ambos, felizmente, evolucionaron y recientemente fueron dados de alta aunque continúan con atención médica y psicológica.
Fue detenido por lo sucedido la expareja de la mujer, de 48 años, quien desde entonces está alojado en la cárcel de Batan. Como publicó ayer este medio, el ahora imputado de los delitos de “Tentativa de femicidio, privación ilegítima de la libertad e intento de homicidio agravado por el vínculo”, ya que el fiscal Rodolfo Moure (foto) decidió agravar la calificación a la luz de las pruebas y testimonios reunidos además de solicitarle al juez la prisión preventiva, negó en su declaración los hechos en su contra pero no supo explicar las lesiones que recibieron quien fuera su pareja y su hijo.
Nuevos pormenores del caso
Profundizando en el contenido de la causa, en las últimas horas se conocieron pormenores de la misma de acuerdo a lo publicado por el colega La Capital de Mar del Plata. Se confirmó que la mujer, de 38 años, que llego junto a su hijo de 8 años en la noche del jueves al departamento, tenía marcas de haber sido atada, golpes en la cabeza, hematomas en diferentes lugares del cuerpo y, además se había intoxicado con monóxido de carbono –abrió las hornallas de una cocina a gas- mientras que el nene de 8 años, por su parte, presentaba heridas por fuertes golpes en el cráneo.
Moure está convencido que “la cantidad de heridas infringidas a ambas víctimas, la mayor parte de ellas en la zona del cráneo, sumado a las amenazas previas de muerte, privación de la libertad, y otros elementos, permiten concluir que el imputado deliberadamente intentó causar la muerte de ambas sin lograr su cometido por razones ajenas a su voluntad”.
Una relación violenta
El acusado mantuvo una relación durante 22 años con la víctima, con cuatro hijos en común, entre ellos el niño de 8 años que fue herido. Según allegados a la mujer, se trató de una relación violenta: “el sujeto ejercía violencia física y verbal hacia ella, lo que permite afirmar que estos aberrantes hechos se enmarcan en un contexto de violencia de género preexistente”, sostuvo Moure.
En febrero la pareja se había terminado y en abril tuvo que intervenir el Juzgado de Paz local en el marco de la ley de violencia familiar, pero el hostigamiento del ahora detenido no cesaba e, incluso, se había recrudecido al enterarse que su expareja había comenzado a mantener una relación con otro hombre. Según el testimonio de un testigo, el imputado le había dicho a la víctima que si “andaba con alguien la iba a matar”.
Era tal la obsesión de aquel con su expareja, que incluso había contratado a una tarotista para que le averiguara sobre la vida sentimental de ella, para que le confirmara si se veía o no con alguien.