Rodrigo Cunqueiro, malabarista freestyle: "El objetivo que tengo es poder trabajar en AFA"
Por malabarismo se entiende al arte de manipular y ejecutar espectáculos con uno o más objetos a la vez
volteándolos, manteniéndolos en equilibrio o arrojándolos al aire alternativamente, por lo común sin dejar que
caigan al suelo. Los malabares se conocen por su dificultad y belleza visual, para esto se necesita cierta habilidad psicomotriz por parte de quien los realiza, al cual se le llama malabarista. Para ello, este se sirve de diversas
partes del cuerpo, principalmente de las manos, pero también de los pies, brazos y/o cabeza. Bajo este concepto
se engloba a Rodrigo Cunqueiro, un joven balcarceño que desde hace tiempo lleva a cabo espectáculos de este
tipo en la variante freestyle (estilo libre), con los cuales se gana la vida. Radicado en Mar del Plata, cuenta en
su haber con una serie de trabajos realizados y ambiciona un futuro en grande, con un objetivo más cercano
en el tiempo y otro que podría concretarse en cualquier momento.
"Con el malabarismo comencé viajando, conocí a un chico que hacía eso y él me motivó a empezar a practicar. Después yo comencé a hacer lo poco que sabía, que era lo que hacía cuando era chiquito: jueguitos con una pelota de tenis. De verlo a Maradona hacer jueguito así, lo intentaba imitar. Maradona fue mi gran inspiración, siempre fue el único ídolo que tuve, lo veía e intentaba copiar eso de hacer jueguito", contó en charla con El Diario.
Sus inicios fueron en Balcarce, en distintas plazas, con la particularidad que desde un primer momento recibió el respaldo de sus familiares y amigos, lo que le sirvió como motivación y que destacó al recordar sus primeros pasos en el orden local.
Sobre ello, dijo que "siempre me alentaron, aunque no entendieran bien sobre el tema siempre me dieron una palabra de aliento. Eso me hizo sacar una fuerza extra, que te apoye la gente que vos querés y tenés al lado, verdaderamente fue algo hermoso y les estoy muy agradecido".
VARIEDAD LABORAL
Luego de probarse a sí mismo en esta actividad, comenzó a gestar la idea de trascender los límites de la ciudad y poder dedicarse más de lleno a este rubro que, tal vez, aquí no contaba con mayores adeptos o quizás no tenía la trascendencia que podía lograr en otros lugares.
Así comenzó a viajar, decidió probar suerte y llegó a Bolivia, donde si bien encontró algunas dificultades, otros indicios le mostraron que estaba ante su verdadera pasión: "empecé en los semáforos, fue duro desde lo económico pero me di cuenta que era lo que me apasionaba, así que decidí seguir".
Su recorrido posterior lo fue trasladando por distintos escenarios, en espacios cerrados o al aire libre, desplegando sus habilidades ante un reducido grupo y en ocasiones frente a miles de personas. Estuvo en Brasil en 2014 en ocasión de disputarse el Mundial de Fútbol, fue uno de los ganadores del Concurso "Creador Olé" del diario deportivo de ese nombre, en el plano local hizo la apertura de la última edición de la Fiesta del Deporte grabando un video en el interior del Museo del Automovilismo Juan Manuel Fangio, también realizó algo similar en algún momento en el estadio "General Balcarce", entre otras de sus apariciones.
"Tuve otros trabajos muy lindos también, como en Burger King, donde empecé por recomendación de Pablo Campodónico, ex arquero de Aldosivi e ídolo del club. Que me recomiende él para un trabajo realmente fue algo muy grato. Y antes que comience la pandemia, que para los artistas y para todos fue algo muy duro, yo estaba con tres trabajos, uno de ellos en el Casino Sasso donde hice shows para varias obras de teatro. También fue una linda experiencia. Y actualmente tengo un contrato con el diario Olé, casualmente la semana pasada grabé en Balcarce una publicidad para ellos, que la están editando y saldrá dentro de poco".
EN LOS ENTRETIEMPOS
Entre la gama de acciones laborales cumplimentadas, Rodrigo Cunqueiro tuvo una destacadísima participación en la temporada 2018/2019 en los entretiempos de los partidos de Sarmiento de Junín, cuando la entidad en cuestión militaba en la Primera Nacional.
"Surgió todo de un trabajo que tenía en el centro comercial del puerto de Mar del Plata, estaba haciendo una función como todos los días y cuando terminé se me acercó el jefe de prensa de Sarmiento. Me dijo que me quería contratar para que haga un show en los entretiempos cuando el equipo jugara de local, así comencé y eso duró un año en total", contó.
Lógicamente en ese lapso y por sus características personales, pudo establecer buenos vínculos con futbolistas del primer equipo y también con periodistas deportivos de señales nacionales, inclusive con algunos de los cuales todavía mantiene comunicación.
Al respecto, manifestó que "fue una experiencia muy linda y de ese trabajo me llevé muy lindos recuerdos, entablé relación con varios jugadores del club como por ejemplo Nicolás Orsini, actualmente jugador de Boca Juniors, también con (Nicolás) Miracco, que había pasado para Aldosivi y siempre hablábamos de Mar del Plata y demás. Después con Keko Villalba porque era amigo de Federico Azcárate, fueron compañeros en Douglas Haig de Pergamino, que está cerca de Junín. Conocí a varios jugadores que habían sido compañeros de Fede y todos me hablaron maravillas de él. También conocí periodistas, porque yo soy una persona muy sociable y como fue una muy buena campaña la que hizo Sarmiento, los medios iban a cubrir al equipo. Y entonces formé una linda amistad por ejemplo con gente de TyC Sports, siempre fueron súper sencillos conmigo y hoy en día sigo en contacto".
Además de todo lo expuesto, supo ganarse el reconocimiento de los simpatizantes "verdes", que con el correr de sus actuaciones lo fueron incorporando como a uno más de los suyos. Desde el centro del campo de juego, donde desarrollaba su puesta en escena, fue cautivando a los espectadores.
"Lo del público fue algo increíble, partido tras partido me fui ganando la confianza y el cariño de la gente de Sarmiento. Terminaba de hacer mi show y los aplausos eran cada vez más grandes. Recuerdo en la final que eran más de 30.000 personas y que griten tu nombre y coreen 'Rodrigo… Rodrigo", eso para mí fue impagable. Cuando yo estaba por empezar, la voz del estadio decía: 'ahí viene Rodrigo Cunqueiro, de la ciudad de Balcarce, va a comenzar con su malabares'. Y ahí la gente se ponía de pie y la verdad que yo no lo podía creer.. Fue una muy linda experiencia".
PRACTICA Y RUTINAS
La preparación para un malabarista de la pelota es ardua, lleva un esfuerzo físico y técnico diario, además de la gran dosis de creatividad para ir variando el espectáculo.
Al respecto, Cunqueiro dijo que "siempre trato de dormir 8 horas, con eso siento que mi cuerpo está bien. Mi día comienza con un buen desayuno, después hago la parte de estiramiento durante una hora, almuerzo y después de 14 a 18 hago todo lo que es la parte práctica. Y estoy súper agradecido a esta profesión porque aprendí a comer, a cuidar el cuerpo, realmente me lo tomé de manera súper profesional".
Claro que innovar es parte de esta profesión, eso lo tiene más que claro el propio protagonista y por eso le añade a sus shows esa pizca de cambios, aunque los hace de forma gradual: "las rutinas para presentar los trabajos las voy cambiando, intento que cada vez tengan mayor grado de dificultad. Cada 6 meses aproximadamente voy cambiando las rutinas".
ALGO PARA SABER
El malabarismo es una tradición muy antigua. En el Antiguo Egipto, en los tiempos del príncipe Beni Hassan (1794 a 1781 a. C.) ya se conocían mujeres que hacían malabarismo, de hecho hay varias pinturas de egipcios haciendo malabarismo de pie. Otra fuente de información es el Talmud, donde se hace referencia al rabino Rabán Shim'ón Ben Gamliel, que hizo malabares con ocho antorchas encendidas y también con vasos de vino, sin derramar ninguna gota.
En 1930 en gran parte de Europa y Norteamérica se hizo muy popular el "espectáculo de variedades" entre las clases medias-altas, que sacó a los malabaristas de las calles y cárceles europeas y los hizo trabajar en teatros y circos. Las tablas y escenarios acondicionaban una gran variedad de trucos como malabares, personas extravagantes y equilibrios, los cuales se hicieron rápidamente populares y se esparcieron por todo el occidente.
En el siglo XVI en la India, la provincia de Kerala estaba bajo control de la British East India Company. Los navegantes portugueses que transitaban el océano índico conocieron a los habitantes de la región costera de Malabar, que realizaban sorprendentes ejercicios acrobáticos y juegos de habilidad. Adoptaron el gentilicio de la zona como sinónimo de estas habilidades, transportando el término a la península ibérica, donde tanto el idioma portugués como el castellano lo adoptaron en su uso cotidiano.